Cuentos de Amistad

El Bosque de los Sentidos

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 4 minutos

Español

Puntuación:

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En un mundo mágico y lleno de maravillas, existía un lugar especial donde vivían los cinco amigos más increíbles: Vista, Oído, Olfato, Gusto y Tacto. Cada uno de ellos tenía un don único que los hacía especiales y les permitía percibir el mundo de una manera muy diferente a los demás. Aunque cada uno tenía habilidades distintas, juntos formaban un equipo increíblemente unido.

Vista era el más observador de todos. Sus ojos grandes y brillantes podían ver los colores más vivos y los detalles más pequeños. Desde las hojas de los árboles hasta los animales que se movían por el bosque, Vista lo veía todo con una claridad asombrosa. A veces, solo se sentaba y miraba el horizonte durante horas, disfrutando de la belleza del mundo.

Oído, por su parte, era el más atento. Sus orejas eran grandes y siempre estaban alerta, escuchando los sonidos más suaves, los ritmos más complejos y las melodías más hermosas. Siempre podía escuchar el canto de los pájaros, el viento susurrando entre los árboles y el murmullo de los ríos que pasaban cerca. Oído encontraba paz en cada sonido que llegaba a sus oídos.

Olfato, el más sensible del grupo, tenía una nariz especial que podía oler los aromas más delicados. Podía percibir los perfumes de las flores a kilómetros de distancia y disfrutar de los olores más exquisitos, como el del pan recién horneado o el del mar en un día soleado. A menudo, Olfato cerraba los ojos solo para dejarse llevar por los aromas que encontraba en su camino.

Gusto era el más saboreador. Su lengua podía distinguir los sabores más dulces, salados, amargos y ácidos. A Gusto le encantaba probar todo tipo de alimentos y disfrutar de cada bocado como si fuera el mejor manjar del mundo. Cada día era una aventura para su paladar, y siempre tenía algo delicioso que compartir con sus amigos.

Tacto, el más táctil de todos, tenía una habilidad especial para sentir las texturas más suaves y las temperaturas más cálidas. Podía sentir desde la suavidad de una pluma hasta el calor de un rayo de sol en su piel. Tacto disfrutaba de la sensación de tocar las hojas de los árboles, la corteza rugosa de los troncos y el agua fresca de los ríos que cruzaban el bosque.

Un día, los cinco amigos decidieron reunirse en un hermoso bosque lleno de árboles frondosos y flores coloridas. Cada uno de ellos sentía una conexión especial con ese lugar, y siempre que se encontraban allí, todo parecía tener un brillo más intenso.

Vista fue el primero en notar algo interesante. «¡Miren!» exclamó, señalando hacia un árbol que se alzaba en el centro del claro. «Este árbol tiene flores de colores brillantes. ¡Es increíblemente hermoso!»

Oído, con sus orejas alerta, sonrió. «¡Lo sé! Puedo escuchar el canto de un pájaro en lo alto de ese árbol. ¡Es una melodía tan hermosa que me llena de alegría!»

Olfato, mientras tanto, cerró los ojos y aspiró profundamente. «¡Qué aroma tan delicioso! Puedo oler las flores de ese árbol y el perfume fresco de la hierba. Es como una fragancia mágica.»

Gusto, que siempre estaba listo para probar algo nuevo, se acercó al árbol y vio una fruta madura colgando de una de las ramas. «¡Una fruta deliciosa! Voy a probarla.» Con una sonrisa, mordió la fruta, saboreando su dulzura. «¡Está increíblemente rica!»

Tacto, sintiendo la suavidad de las hojas del árbol y la corteza rugosa en su piel, dijo: «Este árbol tiene una textura maravillosa. Puedo sentir cómo sus hojas acarician mi piel y cómo la corteza me da una sensación de fuerza.»

Los cinco amigos se quedaron allí durante horas, explorando el árbol, disfrutando de lo que cada uno podía percibir. Cada uno tenía una forma diferente de experimentar el mundo, pero todos compartían la misma alegría al estar juntos. La armonía de los sentidos se mezclaba en un baile perfecto.

Mientras exploraban, Vista vio algo aún más fascinante. En lo alto del árbol, había una serie de luces brillantes que danzaban entre las ramas. «¡Mirad! Hay algo brillante en el árbol. ¡Es como si estuvieran bailando entre las hojas!»

Oído, curioso, acercó su oído a las ramas del árbol. «Escucho algo raro… son risas, risas suaves, como si algo mágico estuviera sucediendo.»

Olfato, con su nariz sensible, sonrió. «¡Huele a algo dulce! Como si el aire estuviera lleno de una esencia especial.»

Gusto, sintiendo una mezcla de excitación, exclamó: «¡Seguro que eso debe tener un sabor único! Quiero probarlo.»

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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