En el centro del patio de la Universidad Princevillo, dos amigos inseparables, Jhoan y Maycol, se encontraban una vez más para compartir sus aventuras y sueños. Jhoan, con su cabello rojo y su ropa roja decorada con pequeños corazones, siempre tenía una chispa de curiosidad en sus ojos. Maycol, en cambio, vestía de azul, reflejando la esperanza y la bondad que llevaba en su corazón. Los rayos del sol iluminaban sus rostros mientras compartían secretos y risas, creando un momento de pura felicidad.
A su alrededor, burbujas mágicas flotaban en el aire, reflejando colores brillantes bajo la luz del sol. Las criaturas del bosque, con sus formas curiosas y movimientos sigilosos, se deslizaban en las sombras, observando a los dos amigos con interés. En el fondo, el majestuoso castillo de Princevillo se alzaba imponente, con sus torres puntiagudas y banderas ondeando al viento. Las montañas cubiertas de bosques rodeaban la universidad, y un arco iris se extendía sobre el cielo, simbolizando la diversidad y la magia que unía a todos estos personajes de cuentos de hadas.
Jhoan y Maycol habían escuchado rumores de que había problemas entre los héroes y villanos de los cuentos de hadas. Parecía que se habían peleado, y la armonía mágica de Princevillo estaba en riesgo. Los dos amigos sabían que tenían que hacer algo al respecto. Mientras discutían sobre qué hacer, Jhoan sacó de su bolsillo un antiguo reloj de bolsillo. El reloj brillaba con una luz dorada y tenía grabados misteriosos en su superficie.
—Este reloj pertenecía a mi abuelo —dijo Jhoan, sosteniéndolo con cuidado—. Me contó que tiene el poder de llevarnos al pasado. Tal vez podamos descubrir qué causó la pelea entre los héroes y villanos y arreglarlo.
Maycol asintió, emocionado ante la idea de una nueva aventura. Los dos amigos se tomaron de la mano, y Jhoan giró la perilla del reloj. En un abrir y cerrar de ojos, el mundo a su alrededor cambió. Se encontraron en el mismo patio de la universidad, pero todo era diferente. Los colores eran más vivos, y una sensación de magia más intensa llenaba el aire.
Frente a ellos, vieron a los héroes y villanos de los cuentos de hadas trabajando juntos en armonía. Blancanieves conversaba animadamente con la Reina Malvada, mientras que el Príncipe Encantador y el Capitán Garfio jugaban un partido de ajedrez. Todo parecía perfecto, hasta que notaron una sombra al acecho cerca del castillo.
—Debe ser ahí donde todo empezó —dijo Maycol, señalando hacia la sombra—. Tenemos que investigar.
Sigilosamente, se acercaron a la sombra y descubrieron a un hechicero malvado que estaba plantando semillas de discordia entre los personajes. El hechicero había encantado un libro antiguo que contaba la historia de por qué los héroes y villanos estaban destinados a ser enemigos. El libro, lleno de mentiras y engaños, estaba creando malentendidos y rencor entre los personajes.
Jhoan y Maycol sabían que debían actuar rápido. Mientras Jhoan tomaba el cetro mágico que había visto en el castillo, su cabello cambió de color, volviéndose de un rosa brillante, y su ropa también se transformó, reflejando la pureza de sus intenciones. Con el cetro en mano, Jhoan comenzó a cantar una melodía mágica, mientras Maycol corría hacia el hechicero para arrebatarle el libro encantado.
Al abrir el libro, Maycol se dio cuenta de que había una página crucial que faltaba. Era la página que explicaba cómo los héroes y villanos solían ser amigos antes de que el hechicero sembrara la discordia. Sabía que debía encontrar esa página para restaurar la paz.
—¡Jhoan, necesitamos encontrar esa página! —gritó Maycol, tratando de mantener al hechicero a raya.
Jhoan, comprendiendo la gravedad de la situación, usó el cetro para crear un portal que los llevaría al momento en que la página fue arrancada del libro. Los dos amigos saltaron a través del portal, encontrándose en una biblioteca mágica llena de libros flotantes y pergaminos luminosos. Buscando frenéticamente, encontraron la página perdida escondida en un rincón oscuro.
—¡Aquí está! —exclamó Maycol, sosteniéndola con cuidado.
Regresaron al presente con la página en mano y la colocaron de nuevo en el libro. Al hacerlo, una luz dorada llenó el patio de la universidad, y los personajes de cuentos de hadas se detuvieron en su lugar, como si recordaran algo importante. Los héroes y villanos comenzaron a mirarse unos a otros con nuevos ojos, recordando los tiempos en que eran amigos y trabajaban juntos.
La armonía fue restaurada en Princevillo, y Jhoan y Maycol fueron celebrados como héroes. Las criaturas del bosque, las burbujas mágicas y los personajes de los cuentos de hadas se unieron para una gran fiesta en el patio de la universidad. Bailaron y cantaron bajo el arco iris, agradecidos por la valentía y el ingenio de Jhoan y Maycol.
A partir de ese día, los héroes y villanos de los cuentos de hadas prometieron nunca más dejar que las mentiras y los malentendidos los separaran. La magia de Princevillo se volvió más fuerte que nunca, uniendo a todos en un lazo de amistad y comprensión.
Jhoan y Maycol sabían que su aventura había llegado a su fin, pero también sabían que siempre estarían listos para enfrentar cualquier desafío juntos. Con una última mirada al castillo y al arco iris que se extendía sobre ellos, los dos amigos se abrazaron, sabiendo que su amistad era el verdadero tesoro mágico que los unía.
Fin.





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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.