En un soleado comienzo de curso en el Colegio San Andrés, dos mejores amigas enfrentaban un cambio inesperado que pondría a prueba su amistad. Mihrimah y Laura, inseparables desde primer grado, se encontraban por primera vez en diferentes aulas; Mihrimah en el curso B y Laura en el A. A pesar de la distancia, ambas prometieron que nada cambiaría entre ellas. Sin embargo, no contaban con los obstáculos que se les presentarían.
La primera semana de clases transcurrió sin problemas, intercambiando notas y encontrándose en los recreos. Pero las cosas tomaron un giro inesperado cuando Camila, una compañera del curso A, comenzó a entrometerse. Con palabras malintencionadas, le dijo a Laura que Mihrimah estaba hablando mal de ella a sus espaldas, creando dudas y desconfianza.
Laura, herida y confundida por los rumores, se dejó llevar por la ira sin buscar la verdad. Un día, impulsada por las continuas intrigas de Camila, confrontó a Mihrimah frente a toda la clase del curso B. Las palabras duras y acusaciones infundadas hicieron que Mihrimah, completamente asombrada, se quedara sin habla. No pudo entender cómo su mejor amiga, que consideraba una hermana, podía creer tales mentiras sin siquiera preguntarle.
Después de la confrontación, Kozue, una amiga cercana de Mihrimah, la encontró llorando en un rincón del patio. Nunca había visto a Mihrimah tan dolida y decepcionada. Kozue, conocida por su espíritu protector y su sabiduría, decidió intervenir. Sabía que tenía que ayudar a Mihrimah a limpiar su nombre y restaurar su amistad con Laura.
Mientras tanto, Camila, satisfecha con el caos que había causado, planeaba su próximo movimiento. Inventó una nueva mentira, esta vez acusando a Kozue de amenazar a Laura físicamente. Sin embargo, Kozue estaba preparada y decidió enfrentar a Camila. Delante de Laura y algunos profesores, Kozue desafió a Camila a probar sus acusaciones, sabiendo que no tenía ninguna evidencia.
En ese momento crítico, Laura comenzó a ver la realidad de la situación. Recordó todos los buenos momentos que había compartido con Mihrimah y cómo su amiga siempre había estado allí para ella. Avergonzada y arrepentida por haber dudado de su amiga, se acercó a Mihrimah para disculparse.
Mihrimah, aunque herida, estaba dispuesta a perdonar. Las dos amigas se abrazaron, prometiendo nunca dejar que los rumores y las mentiras las separaran de nuevo. Con el apoyo de Kozue, quien se convirtió en una amiga aún más cercana, trabajaron para fortalecer su vínculo y asegurarse de que la comunicación y la confianza permanecieran como pilares de su relación.
La historia de Mihrimah y Laura se convirtió en una lección valiosa para todo el curso. Aprendieron sobre la importancia de la amistad verdadera, la honestidad y el valor de enfrentar las adversidades juntos. A medida que el año escolar avanzaba, no solo reconstruyeron su amistad, sino que también ayudaron a fomentar un ambiente de respeto y comprensión entre todos los estudiantes.
Al final del año, cuando el incidente fue solo un recuerdo lejano, Mihrimah y Laura, junto con Kozue, se rieron de las pruebas que habían superado. Habían aprendido que en la amistad, al igual que en cualquier relación valiosa, lo más importante es confiar, comunicarse y, sobre todo, perdonar.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.