Era un hermoso día de primavera, y en la Escuela Primaria Los Colores, los estudiantes estaban entusiasmados por comenzar una nueva jornada. Los pájaros cantaban y el sol brillaba intensamente, llenando de luz y alegría el patio de recreo. Entre todos los niños, había cinco amigos muy especiales: Jhoan, Iker, Celeste, Hellen y Santiago. Estos niños no solo compartían una gran amistad, sino que también tenían poderes mágicos que los hacían únicos.
Jhoan era un niño reflexivo y amable, con una habilidad especial para la empatía. Normalmente, podía sentir las emociones de las personas con solo tocarlas, pero aquel día algo extraño sucedió. Mientras caminaba hacia el aula, comenzó a escuchar los pensamientos de sus compañeros sin siquiera tocarlos. Primero pensó que estaba imaginando cosas, pero pronto se dio cuenta de que podía oír claramente los pensamientos de todos a su alrededor.
Iker, por otro lado, era un niño lleno de energía y siempre estaba en movimiento. Su superpoder era la súper velocidad, lo que le permitía moverse tan rápido que apenas se le podía ver. Iker adoraba usar su poder para hacer travesuras y competir en carreras con sus amigos. Aquel día, llegó al colegio en un abrir y cerrar de ojos, sorprendiendo a todos con su rapidez.
Celeste era una niña tranquila y cariñosa, con una habilidad especial para sanar. Con solo un toque de sus manos, podía curar pequeñas heridas y aliviar dolores. Celeste pasaba mucho tiempo en el jardín de la escuela, cuidando de las plantas y flores, y a menudo ayudaba a sus amigos cuando se lastimaban jugando.
Hellen era una niña curiosa y aventurera, con una conexión especial con la naturaleza. Podía comunicarse con los animales y hacer que las plantas crecieran más rápido. Hellen solía pasar sus recreos explorando el jardín de la escuela y hablando con los pájaros y ardillas que allí vivían.
Santiago era valiente y protector, con una fuerza increíble. Podía levantar objetos pesados con facilidad y siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos cuando lo necesitaban. Santiago soñaba con ser un héroe y proteger a los demás, y sus amigos siempre se sentían seguros cuando él estaba cerca.
Ese día en la escuela, algo inusual estaba a punto de suceder. Mientras los cinco amigos se reunían en el patio de recreo, notaron una sensación extraña en el aire. Había una atmósfera de misterio que parecía envolver todo el lugar. Decidieron investigar y descubrir qué estaba pasando.
Mientras caminaban por el patio, Jhoan comenzó a escuchar un pensamiento particularmente fuerte y confuso. «Ayuda… estoy atrapado…» Decidió seguir la voz en su mente, guiando a sus amigos hacia el viejo cobertizo al fondo del patio.
Al llegar, encontraron a un pequeño gatito atrapado bajo un montón de maderas viejas. Hellen se arrodilló y habló suavemente con el gatito, tranquilizándolo mientras Santiago usaba su fuerza para mover las maderas y liberar al pequeño animal. Celeste se acercó y acarició al gatito, sanando las pequeñas heridas que tenía.
El gatito, ahora seguro y sano, comenzó a ronronear y frotarse contra los amigos en señal de gratitud. Decidieron adoptarlo como su mascota y lo llamaron «Colorín», en honor a su escuela.
Mientras los niños celebraban su pequeño rescate, se dieron cuenta de que sus poderes se habían vuelto más fuertes ese día. Decidieron utilizar sus habilidades para ayudar a otros en la escuela y asegurarse de que todos se sintieran felices y seguros.
A lo largo de las semanas siguientes, Jhoan, Iker, Celeste, Hellen y Santiago continuaron usando sus poderes para hacer el bien. Jhoan ayudaba a sus compañeros a resolver conflictos y entenderse mejor; Iker organizaba carreras y juegos para mantener a todos activos y felices; Celeste cuidaba de los enfermos y heridos; Hellen cuidaba de los animales y las plantas, creando un ambiente más verde y hermoso; y Santiago se aseguraba de que todos estuvieran a salvo.
Un día, la directora de la escuela, la señora Marina, los llamó a su oficina. Los cinco amigos se miraron entre sí, preguntándose qué podría haber pasado. Cuando llegaron, la directora les sonrió y dijo: «He oído hablar de las maravillosas cosas que han estado haciendo por la escuela. Estoy muy orgullosa de ustedes y quiero que sepan que son un ejemplo para todos.»
Los amigos se sintieron muy felices y orgullosos de sí mismos. La señora Marina continuó: «Quiero que sigan usando sus talentos para ayudar a los demás. Ustedes tienen el poder de hacer una gran diferencia en el mundo, y estoy segura de que lograrán cosas increíbles.»
A partir de ese día, los cinco amigos se convirtieron en los héroes de la Escuela Primaria Los Colores. Su amistad y sus poderes mágicos los unieron aún más, y juntos enfrentaron cualquier desafío que se les presentara.
Un día, mientras estaban en el patio de recreo, notaron que una nueva niña, llamada Amelia, parecía estar triste y sola. Jhoan se acercó y, al tocar su hombro, sintió una profunda tristeza. Decidió invitarla a jugar con ellos, y Amelia, al principio tímida, aceptó.
Iker organizó una carrera para animarla, y Celeste le mostró las hermosas flores del jardín. Hellen le presentó a los animales del patio, y Santiago la protegió y la hizo sentir segura. Pronto, Amelia comenzó a sonreír y a disfrutar del tiempo con sus nuevos amigos.
Con el tiempo, Amelia se integró completamente al grupo y descubrieron que ella también tenía un talento especial: podía ver el futuro en sus sueños. Esto añadió una nueva dimensión a sus aventuras, ya que Amelia podía advertirles sobre posibles problemas y ayudarles a planificar cómo resolverlos.
Juntos, los seis amigos vivieron muchas más aventuras y aprendieron valiosas lecciones sobre la amistad, el trabajo en equipo y el uso de sus talentos para el bien común. La Escuela Primaria Los Colores se convirtió en un lugar aún más mágico y especial, gracias a la bondad y valentía de estos jóvenes héroes.
Y así, en los días soleados y en los días lluviosos, en las risas y en los desafíos, Jhoan, Iker, Celeste, Hellen, Santiago y Amelia demostraron que la verdadera magia de la vida reside en la amistad y en el deseo de ayudar a los demás. Su historia inspiró a todos en la escuela y en la comunidad, recordándoles que cada uno tiene un poder único que puede hacer del mundo un lugar mejor.
Y así, en los días soleados y en los días lluviosos, en las risas y en los desafíos, Jhoan, Iker, Celeste, Hellen, Santiago y Amelia demostraron que la verdadera magia de la vida reside en la amistad y en el deseo de ayudar a los demás. Su historia inspiró a todos en la escuela y en la comunidad, recordándoles que cada uno tiene un poder único que puede hacer del mundo un lugar mejor.
La Escuela Primaria Los Colores nunca volvió a ser la misma. Con el tiempo, se corrió la voz sobre los niños con habilidades especiales, y la escuela se llenó de nuevos estudiantes que también tenían talentos únicos. La señora Marina creó un programa especial para ayudar a estos niños a desarrollar sus habilidades y a utilizarlas para el bien común.
Los cinco amigos originales se convirtieron en mentores de los nuevos estudiantes, enseñándoles no solo a controlar sus poderes, sino también la importancia de la amistad, la empatía y el trabajo en equipo. Los patios de recreo y los salones de clase se llenaron de risas, aventuras y actos de bondad.
Cada año, la escuela celebraba el «Día de la Amistad y la Magia», en el que todos los estudiantes mostraban sus talentos y compartían historias sobre cómo habían ayudado a los demás. Era un día lleno de alegría, juegos y actividades que reforzaban los valores que habían aprendido juntos.
Jhoan, Iker, Celeste, Hellen, Santiago y Amelia crecieron y, aunque eventualmente dejaron la escuela para seguir sus propios caminos, nunca olvidaron las lecciones y los recuerdos que habían compartido en la Escuela Primaria Los Colores. Sus historias se convirtieron en leyendas que se contaban a las nuevas generaciones de estudiantes, inspirándolos a descubrir y utilizar sus propios poderes para hacer el bien.
Y así, la magia de la amistad continuó floreciendo en la Escuela Primaria Los Colores, demostrando que con bondad, valentía y el apoyo de los amigos, cualquier cosa es posible.
FIN
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.