Cuentos de Amistad

Los Guardianes del Amuleto Mágico

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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En un reino escondido entre nubes de colores y montañas que tocaban el cielo, vivían cinco amigos que compartían un secreto mágico y una amistad inquebrantable. Jhoan, Santiago, Hellen, Isa y Dulce María pasaban sus días explorando los misterios del vasto castillo que había en el corazón de su aldea.

Un día soleado, mientras jugaban en los jardines externos del castillo, notaron a una nueva niña observándolos desde detrás de un árbol frondoso. Era Isa, que a simple vista parecía una niña común, pero que en realidad guardaba un secreto que podría cambiar el destino de todo el reino.

Decididos a ser amables, Jhoan y Santiago la invitaron a unirse a sus juegos. Con una sonrisa tímida, Isa aceptó, y pronto estuvo corriendo y riendo como una más del grupo. No obstante, a medida que el sol comenzaba a ocultarse detrás de las torres del castillo, Isa se detuvo abruptamente y miró hacia el horizonte con preocupación.

—¿Isa, te ocurre algo? —preguntó Hellen, acercándose con curiosidad.

—Tengo que decirles algo importante —comenzó Isa con voz temblorosa—. No soy realmente una niña como ustedes. Me transformé para poder entrar en vuestro reino. Vengo de un mundo lejano y estoy aquí porque necesito vuestra ayuda.

Los amigos se miraron entre sí, sorprendidos y un poco asustados. Sin embargo, Jhoan, llevando siempre consigo un amuleto mágico que colgaba de su cuello, sintió que este comenzaba a brillar con una luz púrpura y blanca.

—El amuleto… —murmuró Jhoan mientras lo sostenía con asombro—. Siempre me ayuda cuando alguien necesita ayuda. Isa, ¿qué necesitas de nosotros?

Isa respiró hondo y reveló su verdadera forma. Sus ojos brillaron con un destello azul y su cabello flotaba como si estuviera bajo el agua. Los niños, aunque asustados, no dieron un paso atrás.

—Mi mundo está siendo destruido por un tirano que usa la magia oscura para someter a nuestra gente. Escapé para buscar ayuda y vuestro amuleto es la clave para devolver la paz a mi tierra.

Jhoan no lo dudó ni un momento. Siempre había soñado con vivir una gran aventura y sabía que este era su momento.

—Usaremos el amuleto para ayudarte, Isa. ¿Qué debemos hacer?

Isa les explicó que necesitaban viajar a su mundo y usar el amuleto para encerrar al tirano en un reino de sombras, de donde no podría escapar. Pero antes de que pudieran planear más, el cielo se oscureció y una sombra gigantesca cubrió el castillo. Era el tirano, que había seguido a Isa hasta este mundo.

Los niños se tomaron de las manos, y Jhoan, activando el poder del amuleto, deseó convertirse en un caballo volador. En un parpadeo, sus piernas se alargaron, su cuerpo se cubrió de pelo brillante y un par de alas majestuosas brotaron de su espalda. Santiago, sin pensarlo, saltó sobre su espalda, y juntos se elevaron hacia el cielo.

Mientras volaban, el resto del grupo no se quedó atrás. Dulce María, conocida por su ingenio, dirigió a los niños al barco más cercano y comenzaron a seguir a Jhoan y Santiago. Hellen, cuya valentía nunca flaqueaba, preparó arcos y flechas por si tenían que defenderse.

La batalla no fue fácil. El tirano era poderoso, pero la pureza del amuleto y la fuerza de la amistad de los niños comenzaron a debilitarlo. Finalmente, Isa logró usar el amuleto para atrapar al tirano dentro de una burbuja de luz que se elevó al cielo y desapareció en el horizonte.

Con el tirano derrotado, la paz regresó al mundo de Isa, y los niños fueron celebrados como héroes. Decidieron regresar a su hogar, sabiendo que siempre estarían listos para ayudar a quienes lo necesitaran, unidos por la amistad y el coraje que los caracterizaba.

De regreso en el castillo, mientras el sol se ponía, los niños prometieron mantener su amistad y estar siempre listos para la próxima aventura. Jhoan miró su amuleto, ahora tranquilo, y supo que mientras estuvieran juntos, nada podría vencerlos.

Después de su victoriosa batalla en el mundo de Isa, los niños regresaron a su castillo con el corazón lleno de emoción y los ojos brillantes por la aventura. Sin embargo, sabían que su misión no había terminado. Isa, aunque libre del tirano, necesitaba reconstruir su mundo, y los niños decidieron que la ayudarían en todo lo que pudieran.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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