Cuentos de Amistad

Zoe y el Encuentro Inesperado

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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En una soleada tarde de verano, Zoe, una niña de once años con cabello castaño y gafas grandes, se encontraba caminando por el parque central de su ciudad. Zoe era una gran fan del grupo musical BlackPink, y siempre soñaba con conocer a sus ídolos en persona. Tenía todos sus álbumes, posters en su habitación y sabía todas las coreografías de memoria. Sin embargo, Zoe nunca imaginó que su sueño podría hacerse realidad de una manera tan inesperada.

Ese día, el parque estaba lleno de vida. Los niños jugaban, los pájaros cantaban y las flores estaban en plena floración. Zoe se sentó en su banco favorito, cerca del lago, y sacó su cuaderno de dibujo. Le gustaba pasar el tiempo dibujando y dejando volar su imaginación. Mientras estaba absorta en su dibujo, escuchó unas voces familiares que provenían del otro lado del lago.

Intrigada, Zoe levantó la mirada y vio a cuatro chicas que se parecían mucho a las integrantes de BlackPink. «No puede ser», pensó para sí misma. «Debe ser una coincidencia.» Pero cuanto más las observaba, más segura estaba de que eran ellas: Rose, con su largo cabello rubio; Lisa, con su corto cabello castaño; Jennie, con su característica coleta negra; y Jisoo, con su largo cabello oscuro.

Zoe sintió que su corazón se aceleraba. No podía creerlo, ¡eran realmente ellas! Sin saber qué hacer, se quedó en su banco, mirándolas con asombro. Las chicas estaban riendo y tomando fotos, disfrutando del hermoso día en el parque.

De repente, Zoe notó que una de las chicas, Rose, miraba en su dirección. Rose sonrió y comenzó a caminar hacia ella. Zoe sintió que su cara se ponía roja de la emoción y los nervios. «¿Me está mirando a mí?», se preguntó.

—Hola —dijo Rose con una voz dulce—. ¿Estás dibujando? ¿Puedo verlo?

Zoe, sin poder hablar de la emoción, simplemente asintió y le mostró su cuaderno. Rose miró el dibujo y sonrió.

—Es hermoso, tienes mucho talento —dijo Rose.

En ese momento, las otras chicas también se acercaron, curiosas por ver qué estaba pasando. Lisa, Jennie y Jisoo sonrieron amablemente a Zoe.

—¡Hola! —dijo Lisa con su enérgica voz—. ¿Cómo te llamas?

—Me llamo Zoe —logró decir finalmente, tratando de mantener la calma.

—Es un placer conocerte, Zoe —dijo Jennie—. ¿Te gusta dibujar?

—Sí, mucho. Y… también soy una gran fan de BlackPink —admitió Zoe, sintiendo que su corazón latía aún más rápido.

Las chicas rieron suavemente y Jisoo le dio una palmada amistosa en el hombro.

—Nos alegra mucho escucharlo, Zoe —dijo Jisoo—. ¿Te gustaría pasar el día con nosotras?

Zoe no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Pasar el día con BlackPink! Era más de lo que jamás había soñado. Asintió con entusiasmo, y las chicas la invitaron a unirse a su picnic.

Mientras caminaban hacia el área de picnic, Zoe sintió que estaba en un sueño. Las chicas de BlackPink eran amables y divertidas, y pronto se sintió cómoda hablando con ellas. Compartieron historias sobre sus giras, sus canciones favoritas y sus momentos más divertidos en el escenario.

En medio de la conversación, Rose le preguntó a Zoe:

—Zoe, ¿alguna vez has pensado en ser artista?

Zoe sonrió tímidamente.

—Sí, es uno de mis sueños. Me encanta dibujar y pintar, y también me gusta cantar y bailar, aunque solo lo hago en mi habitación.

—Eso suena increíble —dijo Jennie—. ¿Sabes qué? Todos los grandes artistas empiezan así, con un sueño y mucha pasión. No dejes de perseguirlo.

Lisa asintió con entusiasmo.

—Exacto. Y si alguna vez necesitas inspiración o consejos, siempre puedes contar con nosotras. Somos tus fans ahora.

Zoe se sintió increíblemente feliz y motivada por las palabras de las chicas. Mientras el sol comenzaba a ponerse, las chicas decidieron tomar algunas fotos juntas para recordar el día especial. Zoe no podía esperar para contarles a sus amigos y familiares sobre su increíble encuentro.

Cuando llegó la hora de despedirse, Rose le dio a Zoe un pequeño cuaderno de dibujos con una dedicatoria especial de cada una de las integrantes de BlackPink.

—Esto es para que nunca olvides este día y sigas persiguiendo tus sueños —dijo Rose.

Zoe abrazó a cada una de las chicas, agradeciéndoles por el día inolvidable. Las chicas le dieron un último abrazo grupal antes de despedirse.

Mientras Zoe caminaba de regreso a casa, abrazando el cuaderno de dibujos, sintió que el mundo era un lugar lleno de posibilidades. Sabía que, con el apoyo de su familia, amigos y sus nuevos ídolos, podría lograr cualquier cosa que se propusiera.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Zoe miró las fotos y las dedicatorias una y otra vez. Era el recuerdo más hermoso de su vida, y estaba decidida a seguir su pasión por el arte con más entusiasmo que nunca.

El encuentro casual con BlackPink no solo había sido un sueño hecho realidad, sino también un recordatorio de la importancia de la amistad, el apoyo y la perseverancia. Y así, con una sonrisa en su rostro y un corazón lleno de esperanza, Zoe cerró los ojos, sabiendo que el futuro le deparaba muchas más aventuras y momentos mágicos.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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