Cuentos de Amor

Camilo y Yessica: Un Amor en el Parque

Lectura para 10 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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Era un día soleado en el pequeño pueblo de Villa Alegría. El sol brillaba con intensidad, y las flores en el parque central se abrían con sus colores vivos, como una alfombra de arcoíris que cubría el suelo. Los pájaros cantaban melodías alegres, y una suave brisa jugaba con las hojas de los árboles, creando un ambiente mágico y acogedor. En este encantador lugar, dos amigos inseparables, Camilo y Yessica, solían pasar sus tardes juntos.

Camilo era un niño de diez años, con el cabello corto y castaño que siempre estaba alborotado, como si una ráfaga de viento lo hubiera despeinado constantemente. Vestía una camiseta roja y unos jeans azules que reflejaban su espíritu aventurero y su energía inagotable. Siempre llevaba consigo una mochila llena de sorpresas, desde libros de aventuras hasta una lupa para observar insectos.

Yessica, por otro lado, era una niña con una larga melena rubia que caía en suaves ondas sobre sus hombros. Su vestido amarillo con estampados florales parecía resplandecer bajo el sol, y sus ojos azules brillaban con la curiosidad de descubrir el mundo. A menudo llevaba una pequeña libreta y un lápiz, lista para dibujar o escribir cualquier cosa que le inspirara.

Ese día, como muchos otros, Camilo y Yessica habían decidido reunirse en su banco favorito en el parque. Era un banco de madera antiguo, rodeado de flores y mariposas que parecían bailar a su alrededor. Desde allí, podían ver el pequeño estanque donde los patos nadaban tranquilamente y los nenúfares flotaban perezosamente.

—Mira, Yessica, una mariposa monarca —dijo Camilo, señalando una mariposa de alas anaranjadas y negras que revoloteaba cerca de ellos.

—Es hermosa, Camilo. Me encantaría poder dibujarla —respondió Yessica, sacando su libreta y comenzando a trazar líneas con su lápiz.

Mientras Yessica dibujaba, Camilo sacó de su mochila un libro de cuentos. Le encantaba leer en voz alta y compartir historias con su mejor amiga. Abrió el libro en una de sus páginas favoritas y comenzó a leer:

—»Había una vez, en un reino lejano, una princesa que vivía en un castillo rodeado de jardines mágicos…»

La voz de Camilo se mezclaba con el canto de los pájaros y el susurro del viento, creando una atmósfera de ensueño. Yessica, mientras tanto, seguía dibujando la mariposa, pero no pudo evitar sonreír al escuchar la historia.

A medida que el día avanzaba, los dos amigos decidieron dar un paseo por el parque. Caminaron entre los árboles, recogieron flores silvestres y se sentaron junto al estanque para observar a los patos. Cada momento que pasaban juntos era especial, y ambos sabían que su amistad era algo único.

Pero lo que Camilo no sabía era que Yessica tenía un secreto. Desde hacía un tiempo, había empezado a sentir algo más que amistad por él. Cada vez que estaban juntos, su corazón latía más rápido y una sensación cálida la invadía. Sin embargo, tenía miedo de decirle a Camilo lo que sentía, temiendo que eso pudiera cambiar su amistad.

Un día, mientras estaban sentados en su banco, Yessica decidió que era el momento de hablar. Respiró hondo y, con el corazón acelerado, se giró hacia Camilo.

—Camilo, hay algo que quiero decirte —dijo, tratando de mantener la calma.

—¿Qué pasa, Yessica? —preguntó Camilo, notando la seriedad en su voz.

—Es que… —Yessica hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas—. Desde hace un tiempo, he estado sintiendo algo especial por ti. Algo más que amistad. Me gustas mucho, Camilo.

Camilo se quedó en silencio por un momento, procesando lo que Yessica acababa de decir. Luego, una sonrisa apareció en su rostro.

—Yessica, tú también me gustas. Pero tenía miedo de decírtelo, porque no quería arruinar nuestra amistad —respondió Camilo, tomando su mano.

Ambos se miraron a los ojos, y en ese instante, supieron que sus sentimientos eran correspondidos. El amor que sentían el uno por el otro era puro y sincero, como el de las historias que tanto les gustaba leer.

Desde ese día, la relación entre Camilo y Yessica se volvió aún más especial. Seguían siendo los mejores amigos, pero ahora también eran compañeros de vida, compartiendo sus sueños y aventuras con un amor que crecía con cada día que pasaba.

El parque de Villa Alegría fue testigo de su amor, y cada rincón del lugar guardaba un recuerdo especial de su historia. Los días soleados y las tardes llenas de risas se convirtieron en su rutina, y su banco en el parque se transformó en un símbolo de su unión.

A medida que crecían, su amor se fortalecía, enfrentando juntos cada desafío y disfrutando de cada momento. Camilo y Yessica descubrieron que el verdadero amor no solo se trata de grandes gestos, sino de pequeños momentos compartidos, de sonrisas y miradas cómplices, y de saber que siempre estarían el uno para el otro.

Así, en el corazón del pequeño pueblo de Villa Alegría, dos almas jóvenes encontraron el amor verdadero, un amor que comenzó en un parque lleno de flores y mariposas y que duraría para siempre.

Fin

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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