En un pequeño pueblo de Suiza, rodeado de majestuosas montañas y hermosos lagos, vivían dos jóvenes amigos, Jeferson y Natalia. Él era un chico de cabello castaño y ojos brillantes, siempre vestido con una camiseta azul y jeans. Natalia, por otro lado, tenía una melena rubia que brillaba al sol y solía llevar un vestido rosa que le daba un aire de princesa. Eran inseparables desde la infancia y su amistad se había convertido en un lazo muy especial.
Un día, mientras exploraban el bosque cercano, Jeferson y Natalia encontraron a una capibara atrapada en una trampa. La capibara era grande y tenía una mirada tierna y agradecida. Jeferson, siempre dispuesto a ayudar, liberó al animal y lo acarició suavemente. «Te llamaremos Capy», dijo Natalia con una sonrisa. Desde ese día, Capy se convirtió en su fiel compañera.
Poco después, en una visita a un zoológico abandonado, Jeferson y Natalia oyeron unos ruidos extraños. Al seguirlos, encontraron a un mapache atrapado en una jaula oxidada. El mapache era pequeño y tenía un aspecto travieso. «Vamos a sacarte de aquí», dijo Jeferson mientras forzaba la cerradura. El mapache, al ser liberado, se subió al hombro de Natalia, agradecido. «Te llamaremos Mapi», dijo ella riendo.
Juntos, los cuatro amigos vivieron muchas aventuras en su querido pueblo suizo. Sin embargo, el destino les tenía preparada una aventura aún más grande. Jeferson estaba profundamente enamorado de Natalia y soñaba con pasar el resto de su vida junto a ella. Un día, le confesó sus sentimientos mientras paseaban junto al lago. «Natalia, te quiero más de lo que las palabras pueden decir. Quiero que vivamos felices por siempre, sin importar dónde estemos.»
Natalia, con lágrimas en los ojos, respondió: «Jeferson, yo también te quiero. Vamos a vivir nuestra aventura y encontrar nuestro lugar en el mundo.» Decidieron emprender un viaje hasta el fin del mundo en busca de su felicidad eterna.
Prepararon sus mochilas y, junto a Capy y Mapi, se embarcaron en su viaje. Primero, viajaron por las pintorescas ciudades de Suiza, disfrutando de los paisajes y la hospitalidad de la gente. Visitaban castillos antiguos, caminaban por prados verdes y navegaban por lagos cristalinos. Pero sabían que su destino estaba más allá de las fronteras de su país.
Un día, mientras caminaban por un sendero de montaña, encontraron una cueva que parecía esconder un secreto. Decidieron explorarla y, para su sorpresa, encontraron un mapa antiguo que señalaba el camino hacia un lugar mágico al final del mundo. El mapa hablaba de un portal que conectaba diferentes dimensiones y prometía una vida de felicidad para aquellos que fueran dignos.
Decididos a seguir el mapa, Jeferson, Natalia, Capy y Mapi continuaron su travesía. Atravesaron frondosos bosques, cruzaron ríos caudalosos y escalaron montañas nevadas. Cada desafío que enfrentaban los unía más y fortalecía su amor y amistad. Capy siempre estaba dispuesta a cargar con las mochilas cuando estaban cansados, y Mapi, con su astucia, encontraba comida y refugio en los momentos más difíciles.
Un día, al llegar a la cima de una montaña, vieron un valle desconocido. El aire era puro y las flores brillaban con colores que nunca habían visto. Era un lugar sacado de un cuento de hadas. Decidieron bajar y explorar el valle, convencidos de que estaban cerca de su destino.
En el centro del valle encontraron un arco de piedra cubierto de enredaderas y flores. Era el portal del que hablaba el mapa. Al cruzarlo, se encontraron en un mundo nuevo, lleno de maravillas y criaturas mágicas. El sol siempre brillaba, los árboles cantaban con el viento y los ríos fluían con aguas doradas.
Jeferson y Natalia sabían que habían encontrado su hogar. Un lugar donde podían ser felices por siempre, rodeados de belleza y amor. Capy y Mapi también encontraron su lugar en este mundo mágico, disfrutando de la libertad y la abundancia.
Construyeron una casa en el valle, donde vivieron felices y en armonía. Jeferson y Natalia se casaron bajo el arco de piedra, prometiéndose amor eterno. Cada día, exploraban nuevas maravillas y descubrían juntos los secretos de su nuevo hogar.
La historia de Jeferson y Natalia se convirtió en leyenda. Un cuento de amor y aventura que inspiraba a todos aquellos que escuchaban su historia. Y así, los cuatro amigos vivieron felices para siempre, demostrando que el amor y la amistad pueden superar cualquier obstáculo y encontrar la felicidad en los lugares más inesperados.
Fin.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.