Cuentos de Amor

Tres Corazones Unidos en el Amor y la Fe

Lectura para 10 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

5
(1)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
5
(1)

Había una vez en un pueblo pequeño y colorido, donde cada sombra parecía tener un secreto y cada rayo de sol iluminaba las sonrisas de los niños. En este lugar vivían tres amigos inseparables: Shescko, Kendra y Gabo. Shescko era un niño curioso que siempre llevaba consigo una libreta donde anotaba todas sus ideas y sueños. Kendra, por su parte, era una niña llena de energía y creatividad; le encantaba hacer manualidades y siempre encontraba la manera de divertir a sus amigos. Y Gabo, con su gran corazón, era el más dulce de los tres, siempre mirando por el bienestar de los demás.

Un día, mientras exploraban los alrededores del lago que se encontraba al borde del pueblo, Shescko tuvo una idea brillante. «¿Qué les parece si hacemos un mural en la pared del viejo castillo?», sugirió emocionado. «Podríamos dibujar algo que represente la amistad y el amor que sentimos por este lugar».

Kendra, entusiasmada, comenzó a imaginar todos los colores que podría usar. «¡Sí! Y podríamos incluir un gran corazón en el centro, rodeado de flores y estrellas. Sería una forma de mostrar nuestro amor por la naturaleza y por nuestro pueblo», dijo Kendra mientras saltaba de alegría.

Gabo, que siempre había sido un soñador, añadió: «Y podríamos incluir a todos los que amamos también, como nuestras familias y nuestros animales. ¡Haríamos un mural que nunca se olvidará!». Los tres amigos se miraron con complicidad, sabiendo que esta sería una aventura única.

Al día siguiente, con pinceles, botes de pintura y muchas ganas, se dirigieron al viejo castillo. Al llegar, se dieron cuenta de que la pared había estado olvidada y cubierta de maleza. Sin embargo, eso no los desanimó. Con esfuerzo y muchas risas, comenzaron a limpiar el área. Mientras trabajaban, Gabo notó que había algo curioso en el árbol que crecía cerca de la pared. «¿Qué pasará si nos encontramos con un duende?», preguntó riéndose.

Con el humor característico de Kendra, respondió: «¡Yo le pediré que nos ayude a pintar!». De repente, mientras todos reían y continuaban con su trabajo, una sombra se movió entre los arbustos. Los tres se detuvieron y miraron con curiosidad. Para su sorpresa, vieron a un pequeño duende que se acercaba tímidamente.

El duende, que era verdoso y tenía orejas puntiagudas, se presentó como Óscar. “Hola, pequeños, he estado observando lo que hacen. ¡Me encanta que quieran embellecer este lugar! Estoy aquí para ayudarles, si desean”. Los ojos de los tres amigos se iluminaron al escuchar su oferta. Aceptaron con gusto, y juntos comenzaron a trabajar en el mural lleno de colores y amor.

Durante los días siguientes, Óscar se convirtió en parte del grupo. Les contaba historias de la antigüedad y de cómo los seres mágicos habían protegido el lugar durante siglos. A medida que pintaban, cada pincelada era un acto de amor. Shescko contaba sus sueños mientras Kendra dibujaba con pasión cada flor y cada estrella. Y Gabo, entre risa y risa, aseguraba que la felicidad era tan importante como la pintura en sí.

Así, el mural comenzó a tomar forma. Tenía un gran corazón en el centro, con manos que se unían, representando la unión de todos en el pueblo. Flores de todos los colores rodeaban el mural, cada una simbolizando la diversidad y la belleza de las personas que vivían allí. Y en un rincón, un árbol grande con un columpio que representaba los momentos felices que todos habían compartido a lo largo de los años.

Cuando el mural estuvo terminado, se organizaron para hacer una pequeña celebración. Todos los habitantes del pueblo fueron invitados. Las familias llegaron con aperitivos, risas y mucha energía. Al ver el mural, los corazones de todos se llenaron de emoción. La obra no era sólo una pintura; era un símbolo de amor y unión.

Kendra, agradecida, se dirigió a todos: “Este mural representa nuestro amor por nuestra familia, amigos y por este pueblo que nos ha visto crecer. Cada uno de ustedes forma parte de nuestro corazón”. La multitud aplaudió, y Gabo, emocionado, añadió: “Y nunca olvidemos que el amor nos une, sin importar las diferencias”.

Óscar, el duende, observaba con una gran sonrisa y, al final de la celebración, se despidió. “El amor y la amistad son más poderosos de lo que piensan, así que recuerden cuidarlos siempre”, les dijo mientras desaparecía en un destello de luz.

Los tres amigos se sintieron plenos. Habían creado algo increíble, pero sobre todo, aprendieron que el amor no solo se encuentra en el aire, sino que se construye a través de las acciones; y que, incluso en los momentos de dificultad, si uno es valiente, siempre encontrará la forma de hacer algo bello. Así, Shescko, Kendra y Gabo nunca olvidaron esa experiencia, que les enseñó que el amor verdadero crece cuando se comparte y se nutre, y que tener amigos como ellos es uno de los grandes tesoros de la vida.

Con el paso del tiempo, el mural se convirtió en un lugar de encuentro para todos, un recordatorio constante de que el amor y la amistad son fuerzas capaces de unir y transformar, no solo a individuos, sino a toda una comunidad. Y cada vez que pasaban por allí, los tres amigos sonreían, recordando al pequeño duende que había sido parte de aquel hermoso momento en sus vidas. Así, en aquel pueblo encantador, el amor floreció en cada rincón, alimentado por risas, sueños y corazones unidos.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario