En el corazón de un frondoso bosque, donde los árboles tocaban el cielo y las flores bailaban al ritmo del viento, vivían Rene, el mapache, y Rita, la ardilla. Eran amigos inseparables y compartían una pasión inusual para los habitantes del bosque: la tecnología.
Un día, mientras exploraban el borde del bosque, encontraron un extraño objeto que brillaba bajo el sol. Era una USB abandonada. Intrigados, Rene y Rita decidieron llevarla al Viejo Roble, un sabio y antiguo árbol que servía como su escondite secreto y laboratorio de invenciones.
Al conectar la USB en su vieja computadora de madera — una maravilla que habían construido juntos con piezas desechadas por los humanos — descubrieron que contenía un mapa digital de un mundo completamente desconocido para ellos. Era un mapa de un lugar llamado «Cyberbosque», un reino digital habitado por criaturas hechas de códigos y datos.
Emocionados por la aventura, Rene y Rita decidieron sumergirse en el Cyberbosque. Con la ayuda de un antiguo programa llamado «Portalpix», lograron digitalizarse y transportarse al interior de la computadora.
El Cyberbosque era un lugar fascinante, donde los árboles eran circuitos gigantes y los ríos fluían con electricidad. Las criaturas que lo habitaban parecían iconos animados, y la música que se escuchaba era una mezcla de sonidos electrónicos y naturales.
Sin embargo, pronto descubrieron que el Cyberbosque estaba en peligro. Un virus llamado «Corruptor» amenazaba con destruirlo todo, convirtiendo el paisaje digital en un caos de errores y fragmentos rotos. Las criaturas del Cyberbosque, lideradas por un valiente cursor llamado «Click», estaban luchando para detenerlo, pero necesitaban ayuda.
Rene y Rita, usando sus habilidades y el conocimiento que habían adquirido de años jugando y reparando viejas máquinas, se unieron a la batalla. Crearon un plan para aislar al Corruptor en una carpeta de cuarentena y luego eliminarlo utilizando un potente antivirus que habían aprendido a programar.
La lucha fue intensa. El Corruptor lanzaba ataques de malware y spam, pero Rene y Rita, junto con sus nuevos amigos, trabajaron en equipo, cada uno utilizando sus fortalezas. Rita, ágil y rápida, navegaba por los archivos a la velocidad de la luz, mientras que Rene, con su ingenio, creaba barreras de firewall.
Finalmente, después de una larga lucha, lograron capturar al Corruptor y lo eliminaron definitivamente. El Cyberbosque fue salvado, y la paz y el orden digital fueron restaurados. Los habitantes del reino digital celebraron a Rene y Rita como héroes, y Click les otorgó medallas de honor hechas de píxeles dorados.
Agradecidos y cansados, Rene y Rita decidieron regresar a su mundo real. Al despedirse, Click les aseguró que siempre tendrían un portal abierto para regresar al Cyberbosque cuando quisieran.
De regreso en su bosque natal, bajo el Viejo Roble, Rene y Rita reflexionaron sobre su aventura. Habían aprendido que no importa cuán grande sea el desafío, con valentía, ingenio y buenos amigos, siempre hay una manera de resolverlo.
Desde ese día, la USB y la vieja computadora no solo fueron herramientas de juego, sino también puertas a un mundo donde incluso dos pequeños animales del bosque podían ser grandes héroes.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.