Cuentos de Aventura

Diego y la Aventura en la Sabana de Yopal

Lectura para 1 año

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Era un día soleado cuando Diego, un niño de 8 años con el pelo corto y castaño, decidió que era el momento perfecto para invitar a sus amigos a pasar un fin de semana en la finca de su familia, situada en la amplia sabana de Yopal, Casanare. Diego adoraba ese lugar. La tranquilidad, el aire fresco, y sobre todo, las aventuras que podía vivir rodeado de la naturaleza, siempre lo llenaban de emoción.

Diego corrió hacia su casa con una gran sonrisa en el rostro, emocionado por lo que planeaba. Cuando llegó, llamó a sus amigos: Sol, Flor y Tito. Sol era una niña de cabello rubio brillante que siempre estaba llena de energía. Flor, con su pelo rizado y castaño, siempre se fijaba en los pequeños detalles de la naturaleza, mientras que Tito, con su gorra roja inseparable, era el más curioso de todos.

—¡Amigos! —exclamó Diego por teléfono—. ¿Qué les parece si este fin de semana vienen conmigo a la finca? ¡Podremos explorar el campo, ver los animales y pasar la noche bajo las estrellas!

Todos aceptaron con entusiasmo. A la mañana siguiente, los cuatro amigos se reunieron en la casa de Diego, listos para la gran aventura. Subieron al coche del padre de Diego, quien los llevó hacia la finca, atravesando caminos de tierra rodeados de verdes pastos y montañas a lo lejos.

Al llegar, lo primero que hicieron fue correr por el campo. El lugar era hermoso: la brisa movía suavemente las hojas de los árboles y el olor de las flores silvestres llenaba el aire. En la distancia, se podían ver vacas pastando y aves volando alto en el cielo.

—¡Miren, allá! —gritó Flor, señalando hacia un grupo de venados que se acercaban tímidamente al borde del bosque.

—Es increíble —dijo Sol—. Nunca había visto tantos animales en libertad.

Tito, siempre curioso, se acercó más para observar a una mariposa que volaba cerca de las flores. Mientras tanto, Diego guiaba a sus amigos hacia un pequeño riachuelo que corría cerca de la finca. El agua era cristalina, y el sonido del río era como una melodía que hacía sentir paz a todos.

—Este lugar es mágico —dijo Diego—. Aquí podemos vivir las mejores aventuras.

Una Tarde de Exploración

Pasaron la tarde explorando. Se encontraron con ranas saltando entre las piedras, aves cantando desde lo alto de los árboles, y un grupo de caballos que trotaba libremente por los campos. Diego y sus amigos corrían detrás de los animales, riendo y disfrutando cada momento.

—Este es el mejor día de mi vida —dijo Tito, mientras intentaba atrapar a una libélula que volaba a su alrededor.

El sol comenzó a ponerse, pintando el cielo de tonos naranjas, rosados y morados. Los amigos se sentaron en la colina más alta de la finca para ver el espectáculo.

—Es como si el cielo estuviera pintando un cuadro para nosotros —dijo Flor, maravillada por la belleza del atardecer.

—Y lo mejor es que esta noche, mi papá nos contará historias —dijo Diego—. Siempre tiene los mejores cuentos de aventuras.

Cuando el sol finalmente se escondió, regresaron a la casa. La finca de Diego era acogedora, con una chimenea que los esperaba para calentarse. Después de la cena, el padre de Diego encendió la chimenea y los invitó a todos a sentarse a su alrededor.

Un Cuento Bajo las Estrellas

—Esta noche —comenzó el padre de Diego—, les contaré una historia que les hará temblar, pero no se asusten, es solo un cuento.

Todos los niños se miraron con emoción y un poco de nerviosismo. A Diego le encantaban los cuentos de su papá, siempre llenos de misterios y aventuras.

—Hace muchos, muchos años, en una noche como esta, unos niños curiosos se adentraron en el bosque cercano a una finca. Decían que en el bosque vivía un animal que sólo salía de noche, cuando todos estaban dormidos. Era un animal tan grande que sus pasos hacían temblar la tierra. Los niños, sin miedo, decidieron ir a buscarlo…

De repente, un ruido fuerte se escuchó fuera de la casa. Todos se quedaron quietos. ¿Había sido parte del cuento? ¿O algo realmente estaba sucediendo?

—¿Escucharon eso? —preguntó Tito, con los ojos muy abiertos.

—Parece que alguien está afuera —susurró Sol.

Diego, siempre valiente, se levantó y miró por la ventana. No podía ver nada, pero los sonidos continuaban. Algo estaba moviéndose en la oscuridad.

—Tal vez sea el animal del cuento de papá —dijo Flor, abrazando su almohada.

El padre de Diego sonrió y dijo:

—No se preocupen, seguro es sólo el viento… o tal vez algún animalito curioso. Aquí en la sabana es normal escuchar ruidos por la noche.

Pero los niños no estaban tan convencidos. Decidieron que debían investigar.

La Gran Sorpresa

Armados con linternas y con el corazón latiendo rápido, los cuatro amigos salieron de la casa, seguidos de cerca por el padre de Diego, quien los observaba con una sonrisa divertida. Caminaron lentamente hacia el campo, donde los sonidos misteriosos parecían más fuertes.

De repente, vieron algo moverse entre los arbustos.

—¡Ahí está! —gritó Sol.

Las linternas iluminaron un pequeño grupo de cabritos que estaban explorando el campo cerca de la casa. Los animales, asustados por las luces, corrieron hacia los pastos más altos.

—¡Eran sólo cabritos! —dijo Tito riendo.

Todos soltaron una carcajada al darse cuenta de que el ruido que tanto les había asustado era simplemente un grupo de pequeños animales inofensivos.

—Bueno, parece que la aventura de esta noche terminó con una sorpresa —dijo el padre de Diego, riendo.

Los niños regresaron a la casa, más tranquilos y contentos por haber vivido otra pequeña aventura en la sabana. Se fueron a dormir con sonrisas en sus rostros, sabiendo que siempre habría más misterios y aventuras esperando en el campo.

Fin.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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