En un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y flores de todos los colores, vivía un niño llamado Leo. Leo tenía una curiosa imaginación y le encantaba explorar el mundo que lo rodeaba. Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, vio algo brillante entre los arbustos. Se acercó con cuidado y descubrió una piedra luminosa que emitía destellos de colores maravillosos.
De repente, la piedra comenzó a brillar más intensamente y una suave voz se escuchó: «Hola, soy Guardian, el guardián de los colores. He estado esperando a alguien valiente como tú, Leo, para una aventura especial». Leo, sorprendido pero emocionado, preguntó: «¿Una aventura? ¿Dónde vamos?»
Guardian explicó que había perdido los colores en el mundo de Lluvia y que necesitaba la ayuda de Leo para restaurarlos. Juntos, se prepararon para el viaje. Antes de partir, Guardian le presentó a un nuevo amigo llamado Luna, una pequeña luciérnaga que brillaba con luz suave y podía iluminar el camino en la oscuridad.
Leo, Guardian y Luna emprendieron su viaje hacia el mundo de Lluvia. Al cruzar el puente arcoíris que conectaba su hogar con ese lugar mágico, llegaron a un paisaje gris y triste. Las flores habían perdido su color, los árboles eran monocromáticos y el cielo estaba cubierto de nubes grises.
«Debemos encontrar las Esferas de Color que se han esparcido por todo el mundo de Lluvia», explicó Guardian. «Cada esfera contiene un color que ha desaparecido».
El trío comenzó su búsqueda. Primero, encontraron la Esfera Roja atrapada en una cueva oscura. Leo, con su valentía, entró y recuperó la esfera, devolviendo el color rojo a las flores cercanas. Luna iluminó el camino mientras Guardian los guiaba hacia el siguiente destino.
Después, llegaron a un río donde la Esfera Azul flotaba en el agua. Leo se lanzó valientemente al río y, con la ayuda de Guardian, logró sacar la esfera. El agua volvió a ser azul y los peces nadaban felices nuevamente.
Continuaron su aventura hasta llegar a un bosque donde la Esfera Verde estaba escondida entre las hojas. Esta vez, decidieron trabajar en equipo. Luna voló alto para encontrar la esfera mientras Leo y Guardian buscaban entre los árboles. Pronto, recuperaron el verde, devolviendo vida a las plantas y creando un paisaje vibrante.
Finalmente, se dirigieron a la montaña donde la última esfera, la Esfera Amarilla, estaba protegida por un viento fuerte. Leo, con determinación, enfrentó el viento mientras Guardian le ofrecía apoyo. Luna, con su luz, ayudó a disipar las nubes oscuras y juntos lograron alcanzar la esfera.
Con todas las Esferas de Color en sus manos, Guardian realizó un encantamiento mágico. Una explosión de colores llenó el mundo de Lluvia, transformándolo en un lugar lleno de alegría y belleza. Las flores brillaban con rojos intensos, los ríos resplandecían en azul profundo, los bosques eran llenos de verde vibrante y el sol iluminaba todo con un amarillo radiante.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.