En un pequeño pueblo enclavado en las profundidades de una selva impenetrable, la vida transcurría en armonía con la naturaleza. Los habitantes conocían los secretos del bosque y respetaban sus leyes antiguas, conscientes de que en su verde oscuridad residían fuerzas tanto benevolentes como malévolas.
Isabela, la anciana chamana del pueblo, era la guardiana de estos secretos. Bajo un árbol centenario, rodeada por el constante zumbido de los insectos, preparaba pociones y remedios para los males que aquejaban a su gente. Aunque pequeña y de aspecto frágil, su conocimiento y poder eran inmensos, ganándose el respeto y la admiración de todos.
Un día, Mateo, un joven valiente y curioso, se acercó a ella con un semblante preocupado. Su hermana había contraído una extraña enfermedad, marcada por unas úlceras que cubrían su piel, y ningún remedio conocido había logrado aliviar su sufrimiento.
“Señora Isabela, ¿puede ayudarme? Mi hermana tiene esas extrañas úlceras en la piel. No sabemos qué hacer,” preguntó Mateo con voz temblorosa.
Isabela, con una mirada que reflejaba sabiduría y una calma inquebrantable, respondió, “Ah, joven Mateo. Has venido al lugar correcto. Esas heridas son obra de la leishmaniasis, un mal antiguo que acecha en las sombras.”
Mateo, confundido, preguntó, “¿Qué es exactamente la leishmaniasis?”
“La leishmaniasis es un complejo de enfermedades causadas por protozoos parásitos del género Leishmania. Hay varias presentaciones, pero las más típicas son: leishmaniosis cutánea, leishmaniosis mucocutánea y leishmaniosis visceral. Cada una afecta diferentes partes del cuerpo y su gravedad varía según la especie de Leishmania involucrada,” explicó Isabela con serenidad, mientras los insectos continuaban zumbando a su alrededor.
Mateo, determinado a encontrar una cura para su hermana, escuchó atentamente mientras Isabela narraba la historia de la enfermedad, revelando que la clave para su cura residía en lo más profundo del bosque de las sombras, un lugar temido y evitado por los habitantes del pueblo debido a las criaturas peligrosas y los espíritus malignos que lo habitaban.
Sin embargo, Mateo no se dejó intimidar. Con el corazón lleno de valor y la determinación de salvar a su hermana, decidió aventurarse en el bosque, acompañado por la sabiduría ancestral de Isabela, quien le entregó una pequeña caja de madera que contenía remedios naturales y amuletos protectores.
El viaje de Mateo por el bosque de las sombras estuvo lleno de desafíos. Se enfrentó a bestias feroces, sorteo trampas naturales y resistió los susurros tentadores de los espíritus oscuros que buscaban desviarle de su camino. Cada paso le acercaba más a la fuente de la cura, pero también lo sumergía más profundamente en el corazón del misterio que rodeaba la leishmaniasis.
Después de días de búsqueda, Mateo finalmente encontró el antiguo altar de la curación, un lugar sagrado donde las energías del bosque convergían. Allí, siguiendo las instrucciones de Isabela, preparó una poción usando los ingredientes de su caja y el agua cristalina de un manantial sagrado que fluía junto al altar.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.