Jhoan y Maycol en la Universidad de Villanos y Héroes

En un reino muy, muy lejano, existía una universidad mágica llamada Princevillo, donde se encontraban los hijos de los más grandes héroes y villanos de todos los cuentos de hadas. Esta universidad estaba dividida en dos partes: una para los hijos de los villanos y otra para los hijos de los príncipes y princesas. Aquí es donde nuestra historia comienza, con dos niños muy especiales llamados Jhoan y Maycol.

Jhoan era un niño moreno con el pelo rojo y siempre vestía con ropa de colores rojo y negro. Era hijo del temido Rey de Corazones, conocido por su temperamento feroz y sus cartas de corazones explosivas. A pesar de su herencia, Jhoan tenía un corazón valiente y deseaba demostrar que no era necesario seguir los pasos de su padre para ser especial.

Por otro lado, Maycol era un niño de cabello y traje azul, con un tono de piel claro. Él era el hijo de la bondadosa Cenicienta, famosa por su historia de humildad y triunfo. A pesar de su linaje, Maycol se sentía solo en la universidad, pues muchos asumían que su vida era perfecta debido a su madre, sin entender que también él tenía sus propias luchas.

Era un día soleado y los niños estaban en el recreo. Jhoan caminaba por los jardines de la universidad, admirando las flores mágicas que cambiaban de color con cada paso que daba. De pronto, notó a un niño sentado solo en una banca, mirando tristemente al suelo. Jhoan, con su naturaleza curiosa, se acercó a él.

—Hola, soy Jhoan —dijo con una sonrisa amistosa—. ¿Tú también eres nuevo aquí?

Maycol levantó la vista, sorprendido por la amabilidad del extraño.

—Hola, soy Maycol —respondió tímidamente—. Sí, es mi primer día. Mi mamá es Cenicienta.

Jhoan abrió los ojos con asombro.

—¡Vaya! Eso es increíble. Mi padre es el Rey de Corazones —dijo Jhoan mientras señalaba su ropa roja y negra—. ¿Te gusta aquí?

Maycol suspiró y miró a su alrededor.

—No lo sé. Todos parecen tan ocupados con sus propios amigos y no sé si encajo en algún lugar —confesó.

Jhoan le dio una palmadita en el hombro.

—No te preocupes. Yo también me sentí así al principio. Pero descubrí que siempre hay alguien con quien puedes conectarte. ¿Quieres que exploremos juntos?

Maycol sonrió y asintió con la cabeza. Juntos, comenzaron a caminar por los amplios jardines de la universidad, hablando de sus padres y de cómo eran sus vidas fuera del reino mágico. Maycol quedó fascinado al escuchar las historias de Jhoan sobre el Reino de Corazones, un lugar lleno de misterios y magia oscura.

Mientras exploraban, se encontraron con la coordinadora de la universidad, una mujer elegante y estricta llamada Madame Élodie.

—Ah, jóvenes, justo a tiempo. Estamos a punto de tener una demostración de talentos. Todos los estudiantes deben mostrar algo que hayan aprendido de sus padres —anunció con una sonrisa.

Jhoan y Maycol intercambiaron miradas nerviosas pero emocionadas. Se dirigieron al gran salón, donde ya estaban reunidos muchos otros estudiantes. La atmósfera era electrizante, con luces mágicas flotando en el aire y los hijos de villanos y héroes preparándose para su turno.

Primero subieron al escenario los hijos de Úrsula, la bruja del mar, quienes realizaron un impresionante espectáculo de burbujas encantadas. Luego, los hijos de Jafar mostraron trucos de magia deslumbrantes, seguidos por los hijos de Maléfica, quienes convocaron a criaturas mágicas de la oscuridad. También estaban presentes los hijos de príncipes y princesas: Jasmine, Ariel, Bella, Mulán y Elena, cada uno mostrando sus propias habilidades únicas.

Finalmente, llegó el turno de Jhoan. Con una sonrisa confiada, subió al escenario y sacó una pequeña dinamita de su bolsillo. Todos los estudiantes contuvieron la respiración mientras Jhoan encendía la mecha y lanzaba la dinamita al aire. La explosión fue espectacular, pero en lugar de causar daño, liberó una lluvia de corazones brillantes que flotaron sobre la audiencia. Todos aplaudieron y vitorearon ante la creatividad y el control de Jhoan sobre la magia de su padre.

Luego, fue el turno de Maycol. Subió al escenario con nerviosismo, pero recordando las palabras de ánimo de Jhoan, respiró hondo y comenzó a cantar una melodía suave. De inmediato, pequeños ratones y aves acudieron a él, seguidos por caballos majestuosos que entraron trotando al salón. Maycol habló con ellos, mostrando su habilidad para comunicarse con los animales, un talento heredado de su madre, Cenicienta. La audiencia quedó maravillada y rompió en aplausos.

Después de la demostración de talentos, Jhoan y Maycol se convirtieron en el tema de conversación de todos. Los otros estudiantes comenzaron a acercarse a ellos, curiosos y deseosos de conocerlos mejor. Poco a poco, ambos niños se dieron cuenta de que no importaba de dónde venían, sino lo que llevaban en sus corazones.

A medida que pasaban los días, Jhoan y Maycol se hicieron inseparables. Juntos enfrentaron desafíos, aprendieron nuevas habilidades y descubrieron que, aunque sus padres eran muy diferentes, ellos podían ser grandes amigos. Se apoyaron mutuamente en todo momento, y su amistad floreció en medio de la diversidad de la universidad.

La universidad Princevillo se convirtió en un lugar donde todos los estudiantes, sin importar su origen, podían aprender y crecer juntos. Jhoan y Maycol demostraron que la verdadera magia reside en la bondad, la valentía y la amistad.

Y así, en un reino lleno de héroes y villanos, dos niños encontraron su lugar y demostraron que incluso en medio de las diferencias, siempre se puede encontrar un amigo verdadero.

Fin.