Cuentos de Fantasía

El Bosque de las Sombras Perdidas

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

En un reino donde los sueños podían convertirse en realidad si se deseaban con suficiente fuerza, vivían tres inseparables amigos: Susy, Lisa y Rm. Susy, con su capa ondeante y su espada de luz, era la valentía hecha persona. Lisa, con su libro de hechizos siempre bajo el brazo y su varita de azabache, poseía el don de la magia. Rm, con su mapa y brújula en mano, era el explorador que no conocía el miedo. Juntos, formaban un equipo invencible, dispuestos a enfrentar cualquier desafío que el destino les pusiera por delante.

Un día, el reino se vio sumido en la oscuridad. Una sombra densa y misteriosa cubrió el Bosque de las Sombras Perdidas, un lugar donde se decía que residían los secretos de antiguos poderes olvidados. La oscuridad traía consigo un aire frío y tristeza, afectando a los habitantes del reino, quienes comenzaron a perder la esperanza.

Movidos por el deseo de devolver la luz a su hogar, Susy, Lisa y Rm decidieron aventurarse en el bosque para descubrir la fuente de la oscuridad y erradicarla. Sabían que el viaje no sería fácil, pero su amistad y valentía los hacían fuertes.

El bosque era un laberinto de árboles retorcidos y sombras que se movían como si tuvieran vida propia. El camino era incierto, y los sonidos desconocidos los seguían a cada paso. Rm, con su mapa, intentaba encontrar la mejor ruta, pero el bosque parecía cambiar con cada paso que daban. Lisa, con su magia, protegía al grupo de los peligros ocultos entre las sombras. Susy, siempre al frente, cortaba la oscuridad con su espada de luz, creando un camino donde no lo había.

La noche cayó sobre ellos como un manto pesado. Los tres amigos se encontraron rodeados de una oscuridad tan densa que parecía tragarse la luz de la espada de Susy. Fue entonces cuando apareció ante ellos una criatura de sombras, con ojos como carbones encendidos y una voz que resonaba como el viento frío del invierno.

«¿Por qué se aventuran en mi dominio?», preguntó la criatura, su voz llenando el aire con un eco melancólico.

«Venimos a devolver la luz a nuestro reino», respondió Susy con determinación, aunque su voz temblaba ligeramente ante la presencia imponente de la criatura.

La criatura rió, un sonido que parecía llevar consigo el llanto de mil almas perdidas. «La oscuridad que ven es el resultado de la tristeza que he acumulado durante siglos. Fui olvidado, abandonado a las sombras del tiempo. La luz de su mundo me duele, pues me recuerda todo lo que perdí».

Los amigos se miraron entre sí, comprendiendo que la batalla que debían enfrentar no era contra un enemigo, sino contra el dolor y la soledad. Lisa, con un gesto de compasión, avanzó.

«Tu dolor es grande, y entendemos tu tristeza. Pero la oscuridad no aliviará tu sufrimiento. Déjanos ayudarte a encontrar la luz», dijo suavemente, extendiendo su mano hacia la criatura.

La criatura vaciló, sus ojos brillando intensamente por un momento. Era la primera vez en eones que alguien le ofrecía compasión.

Movidos por un impulso de solidaridad y entendimiento, los tres amigos compartieron historias de sus propias pérdidas y tristezas, mostrando a la criatura que incluso en la oscuridad más profunda, se puede encontrar luz si hay alguien dispuesto a compartirla.

Con cada palabra, la oscuridad comenzó a disiparse, revelando un antiguo ser de una belleza indescriptible, cuyas lágrimas ahora brillaban como diamantes en la oscuridad. Agradecido, el ser les concedió a los amigos un deseo por su bondad.

«Queremos que nuestro reino vuelva a estar lleno de esperanza y luz», pidieron al unísono.

Al instante, el bosque se iluminó con una luz cálida, devolviendo la vida y el color al reino. La criatura, ahora libre de su tristeza, se convirtió en un guardián del bosque, protegiendo a todos sus habitantes con una luz que nacía de la esperanza renovada.

Los tres amigos regresaron a su hogar como héroes, recordando siempre la lección que aprendieron en el Bosque de las Sombras Perdidas: que incluso en la oscuridad más profunda, la compasión y la amistad pueden encender la luz más brillante.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario