Cuentos de Fantasía

Gusano y la noche mágica

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

Había una vez, en un bosque mágico, un pequeño gusano llamado Gusano. Gusano tenía un cuerpo colorido y una carita muy alegre. Le gustaba mucho explorar su hogar, especialmente de noche, cuando la luna brillaba en el cielo y las estrellas parpadeaban como luciérnagas. Gusano tenía muchos amigos en el bosque, pero él disfrutaba de sus aventuras solitarias, donde siempre encontraba cosas nuevas y emocionantes.

Una noche, mientras Gusano se deslizaba por el suelo del bosque, encontró un hueso pequeño y blanco. Gusano se preguntó de dónde habría salido ese hueso. ¿Sería de algún animal que vivía en el bosque? ¿O tal vez alguien lo había dejado allí por accidente? Gusano decidió llevarse el hueso para investigarlo más tarde.

Mientras seguía explorando, empezó a llover suavemente. Las gotitas de lluvia caían del cielo y hacían pequeños charcos en el suelo. Gusano se puso muy contento porque le encantaba la lluvia. Con cada gota que caía, el bosque se volvía más fresco y brillante. Gusano abrió su boca y dejó que algunas gotitas cayeran en su lengua. ¡Qué refrescante!

Siguiendo su camino, Gusano encontró algo que lo hizo detenerse. Era un juguete. Un pequeño cochecito de colores brillantes. Gusano lo miró con curiosidad y pensó en lo divertido que sería jugar con él. Lo empujó con su cuerpo y el cochecito se movió. Gusano rió de felicidad y decidió llevarse el juguete también.

Mientras la lluvia seguía cayendo y el bosque brillaba bajo la luz de la luna, Gusano encontró más juguetes: una muñeca, un tambor pequeño y un oso de peluche. Gusano no podía creer su suerte. ¡Era como si el bosque estuviera lleno de tesoros solo para él!

Gusano decidió hacer un pequeño campamento bajo una gran hoja que lo protegía de la lluvia. Colocó todos los juguetes a su alrededor y se sentó junto al hueso. La luna estaba alta en el cielo y las estrellas brillaban con fuerza, haciendo que todo el bosque se viera mágico.

Mientras jugaba con sus nuevos tesoros, Gusano pensó en sus amigos. Le encantaría compartir estos maravillosos juguetes con ellos. Así que, con una sonrisa en su carita, decidió organizar una fiesta para todos sus amigos del bosque. Sería una noche mágica llena de diversión.

Gusano pasó el resto de la noche preparando la fiesta. Colocó los juguetes de manera que todos pudieran verlos y jugar con ellos. Incluso usó el hueso como parte de un juego de equilibrio. La lluvia había parado y ahora el bosque estaba lleno de un suave brillo, como si estuviera iluminado por mil estrellas.

Cuando todo estuvo listo, Gusano llamó a sus amigos: los pájaros, los conejos, los ratones y hasta las ardillas. Todos llegaron curiosos para ver qué estaba haciendo Gusano. Cuando vieron los juguetes, sus ojos se iluminaron de felicidad.

—¡Qué maravilloso, Gusano! —dijeron todos—. ¡Gracias por compartir estos juguetes con nosotros!

Gusano se sintió muy feliz al ver a sus amigos tan contentos. Todos comenzaron a jugar juntos, riendo y disfrutando de la noche mágica. Los pájaros cantaban canciones alegres, los conejos saltaban alrededor del campamento, y los ratones y las ardillas se deslizaban y trepaban por los juguetes.

La fiesta continuó durante toda la noche. Gusano miraba a sus amigos y se daba cuenta de lo afortunado que era por tenerlos. La luna y las estrellas seguían brillando en el cielo, haciendo que el bosque se viera como un lugar de ensueño.

Al amanecer, cuando el sol empezaba a salir, los amigos de Gusano comenzaron a despedirse. Estaban muy agradecidos por la noche tan especial que habían pasado juntos. Gusano les prometió que organizaría más fiestas en el futuro, para que siempre pudieran disfrutar de momentos mágicos juntos.

Gusano se quedó solo en el campamento, mirando cómo el sol iluminaba el bosque. Recogió sus juguetes y el hueso, y los guardó en un lugar seguro. Estaba cansado pero muy feliz. Había sido una noche maravillosa y llena de alegría.

Gusano se deslizó hasta su casita y se acurrucó en su cama de hojas suaves. Cerró los ojos y soñó con más aventuras y noches mágicas en el bosque, sabiendo que siempre tendría a sus amigos a su lado para compartirlas.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario