Había una vez tres hermanas llamadas Lucía, Sofía y Paula. Lucía, la mayor, tenía el cabello rubio como el sol; Sofía, la mediana, poseía cabellos morenos como la noche; y Paula, la pequeña, llevaba hebras doradas como las estrellas.
Un día, mientras jugaban en el bosque cerca de su casa, se perdieron. Caminaron y caminaron, y de repente, se encontraron en un lugar diferente. El aire brillaba con luces parpadeantes y había flores que cantaban dulces melodías.
¿Dónde estamos? – preguntó Paula, asombrada.
Antes de que alguien pudiera responder, una voz suave dijo: – Bienvenidas a mi bosque mágico. Soy el Hada Valentina.
Las hermanas vieron a una hermosa hada con alas brillantes. Pero Valentina parecía preocupada.
¿Qué te pasa, Hada Valentina? – preguntó Sofía.
Mi bosque está en peligro. Una sombra oscura quiere quitarle toda su magia. Pero, con su ayuda, podemos salvarlo.
Las hermanas, aunque estaban un poco asustadas, decidieron ayudar al hada. Valentina les dio a cada una un objeto mágico: a Lucía un espejo brillante, a Sofía una piedra luminosa y a Paula un lazo centelleante.
Con estos objetos, deberán superar tres pruebas. ¡Buena suerte!
La primera prueba fue cruzar un río lleno de peces que saltaban. Usando el espejo de Lucía, reflejaron la luz del sol y crearon un camino brillante sobre el agua. ¡Lo cruzaron sin problemas!
Después, llegaron a un laberinto de flores gigantes. Sofía, con su piedra luminosa, iluminó el camino correcto y lograron salir del laberinto.
Finalmente, encontraron una puerta cerrada. Paula, usando su lazo centelleante, lo ató a la manija y al tirar, ¡la puerta se abrió!
Dentro estaba la sombra oscura, pero las hermanas, con valentía, la enfrentaron y, usando sus objetos mágicos, la vencieron.
El bosque volvió a brillar y todas las criaturas mágicas celebraron. Valentina, agradecida, les dijo: – Gracias, valientes hermanas. Han salvado mi bosque.
Las hermanas sonrieron y, de repente, se encontraron de nuevo en su bosque familiar, pero con un secreto mágico que guardarían por siempre.
Conclusión:
La unión y el trabajo en equipo pueden superar cualquier obstáculo. Lucía, Sofía y Paula demostraron que juntas eran más fuertes y que el amor entre hermanas es el más grande de los poderes.