Cuentos de Superhéroes

Fher y Goku luchando con el Monstruo de las Montañas

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 4 minutos

Español

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Había una vez un niño llamado Fher que vivía en un pequeño barrio donde los días soleados se llenaban de risas y juegos. Fher tenía seis años y, como muchos niños de su edad, tenía una imaginación desbordante. Su pasatiempo favorito era jugar en la plaza de su barrio, donde corría y se divertía con sus amigos. Pero lo que más le apasionaba era soñar con ser un superhéroe, como su ídolo Goku, el valiente guerrero de su serie favorita.

Un día, mientras Fher jugaba con sus amigos, vio algo brillar intensamente en el cielo. Miró hacia arriba y, para su sorpresa, vio a Goku descendiendo en un rayo de luz. “¡Goku!”, gritó Fher con emoción. El héroe aterrizó suavemente en la plaza, sonriendo. “¡Hola, Fher! He venido a buscarte porque tenemos una aventura por delante”.

Fher no podía creerlo. “¡Una aventura! ¿Qué vamos a hacer?”, preguntó entusiasmado. “Un monstruo está causando problemas en las montañas cercanas, y necesito tu ayuda para detenerlo”, respondió Goku. “¿Te gustaría acompañarme?”.

“¡Sí! ¡Quiero ser un héroe como tú!”, exclamó Fher, sintiendo cómo la emoción recorría su cuerpo. Goku sonrió y, con un gesto, le dijo: “Entonces, ¡vamos!”.

Juntos, volaron sobre el barrio y, al mirar hacia abajo, Fher se maravilló al ver su casa, la plaza y los árboles que parecían pequeños desde el aire. Era un día perfecto para una aventura. Cuando llegaron a las montañas, el aire era fresco y el paisaje, impresionante.

“Ahí está la cueva donde vive el monstruo”, indicó Goku, señalando una oscura abertura en la roca. Fher sintió un pequeño escalofrío, pero la emoción lo invadió. “¿Estás listo?”, preguntó Goku. “¡Sí!”, respondió Fher, tratando de sonar valiente.

Entraron en la cueva, y la luz del sol se desvaneció. Las paredes eran frías y húmedas, y el eco de sus pasos resonaba en el aire. De repente, un ruido fuerte hizo que ambos se detuvieran. “¿Qué fue eso?”, preguntó Fher, asustado.

“Probablemente es el monstruo”, dijo Goku con firmeza. “Recuerda, tenemos que ser valientes”. Y justo cuando terminaron de hablar, un gran monstruo salió de las sombras. Era enorme, con escamas verdes y ojos rojos que brillaban. “¿Quién se atreve a entrar en mi cueva?”, rugió el monstruo.

“¡Soy Goku, y estoy aquí para detenerte!”, exclamó Goku, transformándose en un poderoso Super Saiyajin. Su cabello se volvió dorado, y una energía brillante lo rodeó. Fher miró asombrado. “¡Es increíble!”, pensó mientras observaba a su héroe en acción.

El monstruo, al ver a Goku transformado, se quedó sorprendido. “¡No me asustarás!”, gritó y lanzó un ataque hacia ellos. Goku esquivó el ataque con facilidad. “Fher, quédate detrás de mí y ayúdame a distraerlo”, dijo Goku mientras se preparaba para luchar.

“¡Está bien!”, respondió Fher, tratando de parecer valiente. Se asomó detrás de Goku y gritó: “¡Oye, monstruo! ¡No puedes ganar!”.

El monstruo se volvió hacia Fher, confundido por su audacia. “¿Un niño? ¡No me asustas!”, dijo el monstruo, pero Fher no se dio por vencido. “¡Tú no eres más fuerte que Goku!”, gritó.

Goku sonrió al ver la valentía de Fher. “¡Eso es, Fher! ¡Usa tu voz!”, animó Goku. “Recuerda, la valentía viene de adentro”.

Fher sintió que el miedo se desvanecía. “¡Soy Fher, y soy valiente!”, gritó, mientras daba un paso adelante. “¡No puedes hacer daño a las personas buenas!”.

El monstruo, sorprendido por la determinación de Fher, dudó un momento. “¿Qué sabes de ser bueno?”, preguntó. “No sé lo que es ser amable, porque siempre he estado solo”.

“Tal vez necesites un amigo”, dijo Fher con sinceridad. “Si dejas de hacer cosas malas, podemos jugar juntos”. Goku asintió, apoyando a Fher. “Es cierto, nadie debería estar solo. Todos merecemos amigos”.

El monstruo, tocado por las palabras de Fher, comenzó a temblar. “No sé cómo ser bueno”, dijo, con lágrimas en sus ojos. “Siempre he sido un monstruo”.

“Es fácil. Solo tienes que intentarlo”, dijo Fher, sonriendo. “Podemos enseñarte”. Goku se acercó y puso una mano en el hombro del monstruo. “Si te esfuerzas, puedes cambiar. Siempre hay una oportunidad para empezar de nuevo”.

Después de unos momentos, el monstruo se secó las lágrimas. “De acuerdo, lo intentaré”, dijo con voz temblorosa. “No quiero hacer daño. Solo quería ser fuerte y asustar a los demás para no estar solo”.

Goku y Fher sonrieron. “Eres más fuerte cuando eliges ser bueno”, dijo Goku. “Y siempre puedes hacer amigos de una manera positiva”.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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