Había una vez, en una pequeña ciudad llamada Solara, un grupo de niños extraordinarios que asistían a una escuela muy especial. Esta no era una escuela común, sino una donde se enseñaba a ser superhéroes. Entre ellos, estaban Juanito, un niño valiente con una sonrisa siempre en su rostro; Merlina, una niña inteligente y curiosa; y su maestra, una superheroína experimentada que los guiaba en su aprendizaje.
Un día, la maestra les presentó a un nuevo personaje: un hada mágica llamada Lumina. Lumina tenía el poder de hacer realidad los deseos, pero solo si se usaban para hacer el bien. Los niños estaban emocionados con la idea de poder pedir deseos, pero también un poco inquietos.
La maestra les explicó que ser un superhéroe no solo significaba tener superpoderes, sino también respetar las reglas y usar sus habilidades para ayudar a los demás. Sin embargo, Juanito y Merlina, impulsados por la emoción, empezaron a pensar en pedir deseos para ellos mismos sin considerar las consecuencias.
Un día, mientras la maestra estaba ocupada, Juanito y Merlina convencieron al hada Lumina de concederles algunos deseos. Juanito deseó poder volar, y de repente, se elevó por los aires, riendo y disfrutando de su nuevo poder. Merlina, por su parte, deseó ser invisible y empezó a jugar travesuras a sus compañeros.
Pero pronto, las cosas empezaron a salir mal. Juanito, sin saber cómo controlar su vuelo, se encontró atrapado en lo alto de un árbol. Merlina, por otro lado, se dio cuenta de que nadie podía verla ni escucharla, y empezó a sentirse muy sola.
La maestra, al ver lo que había sucedido, llamó al hada Lumina y juntas trabajaron para deshacer los deseos. Una vez que todo volvió a la normalidad, la maestra se sentó con Juanito y Merlina para hablar sobre lo sucedido.
Les explicó que ser superhéroe significaba ser responsable y considerado con los demás, y que no debían usar sus poderes solo para su propio beneficio o diversión. Les recordó la importancia de seguir las reglas, no solo en la escuela, sino en la vida.
Juanito y Merlina se disculparon y prometieron ser más responsables en el futuro. Aprendieron que ser un superhéroe de verdad no se trata de tener superpoderes, sino de cómo los usas para hacer del mundo un lugar mejor.
Y así, la Escuela de Superhéroes de Solara siguió formando a jóvenes héroes, enseñándoles el verdadero significado de la responsabilidad y el valor. Y aunque Juanito y Merlina todavía soñaban con aventuras y poderes extraordinarios, ahora sabían que lo más importante era el corazón y la intención detrás de sus acciones.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.