En una pequeña ciudad universitaria, cinco amigos, Anthony, María Kelly, Romina Estefanía, Arelis Carolina y Steven Aleida, decidieron emprender una aventura. Eran jóvenes valientes y curiosos, ansiosos por descubrir los secretos del mundo. Planearon un viaje de integración para fortalecer su amistad y vivir experiencias inolvidables. Pero lo que comenzó como una emocionante excursión, pronto se convertiría en una aterradora aventura que jamás olvidarían.
La mañana del viaje, el grupo estaba lleno de entusiasmo. Subieron a un viejo autobús que los llevaría a un pintoresco pueblo en las montañas. Todo iba bien hasta que, en medio de un camino solitario y rodeado de densos bosques, el autobús se detuvo bruscamente. El motor había fallado y no había señal en sus teléfonos para pedir ayuda.
Sin otra opción, los amigos decidieron buscar ayuda a pie. Caminaron durante horas, con la esperanza de encontrar a alguien que pudiera asistirlos. La tarde comenzó a caer, y con ella, una sensación de inquietud se apoderó del grupo. Fue entonces cuando encontraron una vieja granja abandonada.
La granja, con su granero desvencijado y casa desgastada por el tiempo, tenía un aire misterioso y sombrío. Aunque parecía deshabitada, decidieron acercarse en busca de ayuda. Sin embargo, lo que no sabían era que la granja ocultaba un oscuro secreto. En ella vivía un granjero solitario y perturbado, que sufría de esquizofrenia y tenía un macabro hábito: se alimentaba de carne humana.
Al principio, los amigos exploraron el lugar con curiosidad. Encontraron rastros de que alguien vivía allí, pero no había señales del granjero. Decidieron quedarse en la granja hasta el amanecer, pensando que sería más seguro que pasar la noche en el bosque.
A medida que la noche avanzaba, sucesos extraños comenzaron a ocurrir. Ruidos inexplicables, sombras fugaces y una sensación de ser observados llenaron de temor a los jóvenes. Intentaron mantenerse juntos, pero el miedo y la confusión los separaron.
Anthony y María Kelly se refugiaron en el granero, donde descubrieron un espeluznante altar con objetos personales y fotografías de personas desconocidas. Comprendieron que algo terrible sucedía en esa granja. Mientras tanto, Romina Estefanía y Arelis Carolina, escondidas en la casa, encontraron diarios del granjero que relataban su lucha contra la esquizofrenia y su descenso a la locura.
Steven Aleida, el más valiente del grupo, decidió buscar ayuda por su cuenta. Sin embargo, al adentrarse en el bosque, se topó con el granjero. La confrontación fue aterradora. Steven luchó con todas sus fuerzas, pero fue arrastrado hacia la oscuridad del bosque.
El amanecer llegó, pero con él no hubo señales de alivio. Los amigos se reunieron, aterrados y desesperados por encontrar a Steven. Decidieron salir de la granja, pero el granjero los estaba esperando. Lo que siguió fue una lucha desesperada por la supervivencia.
El granjero, armado con herramientas de labranza, atacó con una furia desquiciada. Los amigos, aunque aterrados, se defendieron como pudieron. En el caos, Romina Estefanía fue herida gravemente. Arelis Carolina, en un acto de valentía, logró distraer al granjero, permitiendo que Anthony y María Kelly escaparan con Romina.
Lamentablemente, Arelis Carolina y Steven Aleida no corrieron con la misma suerte. Sus destinos quedaron sellados en la granja esa aterradora noche.
Anthony, María Kelly y Romina Estefanía, heridos y traumatizados, finalmente encontraron ayuda en un pueblo cercano. Relataron su historia, pero cuando las autoridades llegaron a la granja, el granjero había desaparecido sin dejar rastro.
La tragedia de esa noche se convirtió en una leyenda en la región. La granja abandonada se mantuvo en pie, un sombrío recordatorio de lo ocurrido. Los sobrevivientes nunca olvidaron a sus amigos y la experiencia los marcó para siempre.
El grupo, ahora reducido a tres, se encontraba en un estado de shock y confusión. Anthony, María Kelly y Romina Estefanía, aunque a salvo por el momento, no podían dejar de pensar en sus amigos desaparecidos. Sabían que debían encontrar una forma de honrar su memoria y asegurarse de que nadie más sufriera un destino similar.
Mientras se recuperaban en el pueblo, los rumores sobre la granja maldita comenzaron a circular. Los lugareños les contaron historias sobre la granja y su siniestro ocupante, cuyos ancestros habían vivido allí durante generaciones. Algunos decían que la locura corría en la familia del granjero, y que la granja estaba maldita por sucesos terribles del pasado.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.