Cuentos de Terror

La Casa del Llano

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

En un pequeño pueblo rodeado de extensos campos y bosques oscuros, vivían dos hermanos, Daniel y Antonio. Daniel, el mayor, era un chico serio y ordenado, aficionado a las historias de miedo, aunque no le gustaban las bromas que se pasaran de la raya. Antonio, por su parte, era más pequeño y despreocupado, siempre listo para seguir a su hermano en cualquier aventura, especialmente si tenía que ver con fantasmas o misterios.

Cerca de su pueblo, más allá de los prados que se extendían como un mar verde, había una vieja casa abandonada que se erigía solitaria en un llano. Los rumores sobre esa casa corrían como el viento entre los habitantes del pueblo; algunos decían que estaba encantada, otros que en ella moraban espíritus de antiguos habitantes, y algunos más escépticos afirmaban que solo era un lugar viejo y polvoriento.

Una tarde de octubre, cuando el cielo comenzaba a cubrirse con nubes que presagiaban una noche cerrada, Daniel y Antonio decidieron que era el momento de descubrir la verdad. Equipados con linternas y una cámara para documentar su aventura, los hermanos se dirigieron hacia la misteriosa casa.

Al llegar, el cielo se oscureció abruptamente, como si alguna fuerza desconocida quisiera disuadirlos de continuar. Un viento frío sopló desde el oeste, haciendo que las hojas secas danzaran en un torbellino frenético.

—Quizás deberíamos volver otro día —sugirió Antonio, con una nota de inquietud en su voz.

—No, hemos venido hasta aquí. Además, ¿no querías ver fantasmas? —respondió Daniel, aunque su voz temblaba un poco.

Con paso decidido, pero corazones acelerados, los hermanos subieron los escalones del porche, cada crujido de la madera vieja sonaba como un grito en la noche silente. Empujaron la puerta, que chirrió abiertamente, invitándolos a entrar en un mundo desconocido.

Dentro de la casa, el aire estaba cargado con el olor a humedad y a tiempo olvidado. Con cada paso, el suelo de madera gemía bajo su peso. Las linternas revelaban habitaciones cubiertas de telarañas, y cada sombra parecía cobrar vida con el rabillo del ojo.

—Mira eso, Daniel —susurró Antonio, señalando hacia una escalera donde una sombra se deslizaba hacia arriba.

Con el corazón en la garganta, los hermanos siguieron la sombra hasta el segundo piso. La casa parecía aún más siniestra aquí, con retratos de personas de miradas severas que los observaban desde las paredes.

Finalmente, llegaron a una habitación al final del pasillo. Al entrar, vieron una figura espectral que flotaba cerca de la ventana, mirando hacia el exterior. Daniel levantó la cámara y tomó una foto, y justo en ese momento, la figura se desvaneció como si nunca hubiera estado allí.

—¿Viste eso? ¡Era real! —exclamó Antonio, casi sin aliento.

—No lo sé, podría haber sido nuestra imaginación o… —Daniel trató de encontrar una explicación lógica, pero la adrenalina del momento se lo impedía.

Decidieron que era suficiente por una noche y regresaron a casa, corriendo a través del llano bajo un cielo ahora estrellado. Al llegar a casa, revisaron las fotos y descubrieron que no había ninguna evidencia de la figura que habían visto.

—Todo era falso, nos engañaron con historias —dijo Daniel, algo decepcionado pero aliviado.

—Pero fue una aventura increíble, ¿verdad? ¡Y ahora tenemos nuestra propia historia de terror para contar! —Antonio no podía dejar de sonreír.

Los hermanos aprendieron esa noche que no todo lo que se dice debe tomarse al pie de la letra y que a veces, la aventura y el misterio residen más en el viaje que en el destino.

Moraleja:

Siempre es importante buscar la verdad por uno mismo, antes de dejarse llevar por las historias que otros cuentan. Y aunque no todas las leyendas son ciertas, el valor para enfrentar lo desconocido es una aventura que siempre vale la pena vivir.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario