Cuentos de Valores

Bajo el Resplandor del Padre Sol Killa y la Fiesta del Inti Raymi

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Era un hermoso día en el valle de Q’uenqo, donde el sol brillaba con todo su esplendor y la naturaleza mostraba sus colores más vivos. En este mágico lugar vivía Killa, una joven llena de curiosidad y energía, que siempre estaba lista para explorar. Killa tenía un gran corazón, y su amor por la tierra y los seres que la habitaban era inigualable. Su mejor amigo era Inti, el sol mismo, que cada mañana la saludaba con sus cálidos rayos.

Killa e Inti compartían un vínculo especial. Cada día, Inti se aseguraba de que Killa tuviera luz y calor, lo que la ayudaba a crecer y a descubrir maravillas en su entorno. Killa estaba fascinado por las historias que circulaban sobre el Inti Raymi, una gran fiesta que se celebraba para rendir homenaje a Inti, el Padre Sol. Se decía que en esa celebración, la gente agradecía por los frutos de la cosecha y pedía esperanza para el futuro.

Un día, mientras Killa recolectaba flores en el prado, se encontró con un anciano llamado Ayllu, que había llegado al valle desde tierras lejanas. Ayllu era un sabio contador de historias, y Killa, emocionada, se acercó a él para escuchar lo que tenía que compartir. «¿Qué sabes sobre el Inti Raymi, abuelo?», preguntó Killa con ojos brillantes.

«Ah, querida Killa, el Inti Raymi es más que solo una fiesta», comenzó Ayllu, mientras se acomodaba en una roca. «Es un momento en el que la comunidad se reúne para recordar la importancia de la unidad, la gratitud y el respeto hacia la naturaleza». Killa escuchaba atentamente, mientras Ayllu continuaba. «Durante el festejo, todos participan en danzas, cantos y rituales que honran a Inti, el gran protector de nuestras almas y nuestro hogar».

Killa sintió una chispa de emoción en su corazón. “Quiero ser parte de esa celebración. ¡Quiero ayudar a organizarla!”, exclamó. Ayllu sonrió, satisfecho con el entusiasmo de la joven. “Entonces deberías comenzar a trabajar en ello. Pero recuerda, Killa, una celebración como esta se basa en valores importantes. Necesitarás la ayuda de los demás, y sobre todo, compromiso y respeto”.

Killa corrió al pueblo y comenzó a hablar con sus vecinos sobre la idea de realizar una gran fiesta en honor a Inti. Sin embargo, no todos estaban tan entusiasmados como ella. Algunos pensaban que era demasiada tarea y otros dudaban que pudieran reunir a la comunidad. Killa se sintió desanimada, pero no quería rendirse. Sabía que el amor y el compañerismo podían superar cualquier obstáculo.

Un día, mientras tenía una conversación con Inti, quien brillaba intensamente en el cielo, recibió una idea. «¡Necesito hablar con Tupac!», dijo Killa con determinación. Tupac era un joven conocido en el pueblo no solo por sus habilidades en la danza, sino también por su capacidad para unir a las personas. Era carismático y siempre lograba hacer reír a los demás.

Killa encontró a Tupac en el centro del pueblo, ensayando algunos pasos de baile con un grupo de amigos. “¡Tupac! ¡Necesito tu ayuda para hacer una gran fiesta en honor a Inti!”, le dijo Killa, con la respiración entrecortada de la emoción. Tupac la miró con curiosidad y dijo: “Suena genial, Killa. Pero, ¿has pensado en cómo reuniremos a todos?”

“Podemos invitar a la gente a compartir sus talentos, ya sean bailes, cantos o historias. Necesitamos que todos se sientan incluidos”, sugirió Killa. Tupac sonrió al escuchar las ideas de Killa y, juntos, comenzaron a trazar un plan.

Invitaron a todos los aldeanos a una reunión en la plaza del pueblo. Killa habló sobre la importancia del Inti Raymi y de cómo cada uno tenía un papel especial que desempeñar. Poco a poco, la gente comenzó a entusiasmarse. Los jóvenes se ofrecieron para bailar, los ancianos compartieron historias, y los agricultores prometieron traer los mejores frutos y flores para adornar el lugar.

La noticia de la fiesta se esparció rápidamente y, en poco tiempo, el pueblo estaba lleno de entusiasmo. Todos trabajaron juntos, compartiendo sus habilidades y conocimientos para hacer que la celebración fuera inolvidable. Killa supervisaba cada detalle, siempre recordando las enseñanzas de Ayllu sobre la importancia de la comunidad.

Finalmente, el día del Inti Raymi llegó. El sol brillaba con más fuerza que nunca, como si estuviera celebrando con ellos. La plaza se llenó de risas, música, y danzas vibrantes. Killa se sintió orgullosa de ver cómo cada persona se había unido para honrar a Inti, el sol que todos amaban.

Durante la ceremonia, Ayllu tomó la palabra y habló sobre la gratitud. “Hoy celebramos no solo el sol que nos brinda vida, sino también la unión y el esfuerzo de cada uno de ustedes. Recordemos siempre que la verdadera fuerza de una comunidad reside en su capacidad para trabajar junta, respetar la tierra y compartir su alegría”.

Killa miró a su alrededor, veía sonrisas en cada rostro y entendía que habían logrado algo maravilloso. Habían creado un espacio donde el amor y la amistad brillaban, tal como lo hacía Inti en el cielo.

Al final del día, cuando el sol comenzaba a ocultarse, Killa sintió que había aprendido una valiosa lección. No solo era importante celebrar y rendir homenaje a lo que se amaba, sino también reconocer que cada individuo tenía un papel en la construcción de una comunidad fuerte.

Desde ese día, Killa e Inti se convirtieron en símbolos de unidad y amor en su valle. Y cada año, cuando llegaba el Inti Raymi, todos en Q’uenqo recordaban la fiesta que habían realizado con el esfuerzo y la alegría de cada uno. Killa y sus amigos sabían que siempre habría un nuevo año, una nueva celebración para recordar que, bajo el resplandor del Padre Sol, la comunidad unida se hace fuerte y feliz.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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