Cuentos de Valores

El Mundo Colorido de Janna y Pol

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

Érase una vez, en un lejano y colorido mundo llamado Arcoíris, vivían dos niños especiales, Janna y Pol. En Arcoíris, todas las cosas tenían colores vivos y brillantes; sin embargo, lo que realmente hacía especial a este lugar eran sus habitantes y su manera única de vestir. Cada mañana, Janna y Pol se levantaban emocionados por elegir qué atuendos peculiares y accesorios llevarían ese día, pues para ellos, la forma en que se vestían era una expresión de su alegría y creatividad.

Sin embargo, no todos en Arcoíris pensaban igual. Algunos niños del pueblo miraban a Janna y Pol con extrañeza y no comprendían por qué vestían de manera tan diferente. Les decían cosas como: «¿Por qué llevas esos zapatos tan grandes, Pol?» o «Janna, ¿por qué te pones tantas flores en el cabello? ¡Se ve extraño!».

Al principio, Janna y Pol no entendían por qué los otros niños les decían eso. Para ellos, la manera de vestir era simplemente una forma de ser ellos mismos. Pero a medida que los comentarios continuaban, comenzaron a sentir una pequeña grieta en su autoestima, la cual solían imaginar como una hermosa burbuja que los rodeaba, llena de colores y protegiéndolos de las opiniones negativas.

Un día, después de escuchar por enésima vez que sus atuendos eran «raros», Janna y Pol tomaron una decisión. «Quizás si vestimos como los demás, nos aceptarán mejor», pensó Pol con tristeza. «Sí, tal vez así nos dejen de señalar», agregó Janna, sin mucho entusiasmo. Así que al día siguiente, se vistieron con ropas muy sencillas, iguales a las de los demás niños.

Durante un breve momento, Janna y Pol sintieron la aceptación que tanto anhelaban. Los otros niños dejaron de hacerles comentarios sobre su ropa y los trataron como a uno más del grupo. Sin embargo, algo dentro de ellos no se sentía bien. Se miraban al espejo y casi no se reconocían. La ropa que llevaban no reflejaba su alegría ni su espíritu creativo; se sentían como si estuviesen ocultando una gran parte de quiénes eran en realidad.

Pasaron los días, y aunque nadie les decía nada sobre su manera de vestir, Janna y Pol empezaron a notar que la magia de su mundo parecía desvanecerse poco a poco. Las calles de Arcoíris, antes llenas de colores vibrantes y risas, ahora les parecían grises y sin vida. La burbuja que imaginaban a su alrededor estaba completamente opaca, reflejando su tristeza y conformidad.

Fue entonces cuando se dieron cuenta: no eran felices tratando de ser alguien que no eran. La verdadera magia de Arcoíris residía en la diversidad y la libertad de ser uno mismo, en celebrar las peculiaridades que hacían especial a cada persona. Así que, una mañana, decidieron romper con las normas y volver a ser ellos mismos. Se pusieron sus atuendos más coloridos y extravagantes, llenos de accesorios singulares que representaban su esencia y creatividad.

Al salir a las calles, algunos niños los miraron sorprendidos, pero Janna y Pol no se preocuparon. Caminaron con la cabeza alta, rodeados de una nueva burbuja, esta vez más brillante y colorida que nunca. Al verlos tan seguros y felices, algunos niños se acercaron curiosos. «Me gusta tu sombrero, Pol», dijo uno. «Y tus flores son muy bonitas, Janna», añadió otro.

Poco a poco, la actitud de los demás niños comenzó a cambiar. Inspirados por Janna y Pol, empezaron a experimentar con sus propios estilos, descubriendo formas nuevas y emocionantes de expresarse. Arcoíris recuperó su magia, llena de colores más brillantes y risas más fuertes que antes.

La historia de Janna y Pol enseñó a todos en Arcoíris una valiosa lección: la verdadera alegría y belleza de la vida residían en la diversidad y en la autenticidad de cada persona. Aprendieron que no había nada malo en ser diferentes, porque, al final del día, esas diferencias eran las que hacían a cada uno especial y único.

Y así, Janna y Pol vivieron felices, rodeados de amigos que apreciaban y celebraban sus singularidades. Nunca más volvieron a esconder quiénes eran, y su burbuja, símbolo de su autoestima y confianza, nunca se desvaneció. En Arcoíris, todos entendieron que lo más importante era ser fieles a sí mismos, pues esa era la verdadera clave para un mundo lleno de color, alegría y amor.

Fin

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario