Cuentos de Valores

Penélope y el Valor de Ser Único

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 4 minutos

Español

Puntuación:

4.5
(2)
 

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En una vasta pradera, donde el viento susurraba canciones de antaño y las flores bailaban al ritmo del sol, vivía un rebaño de ovejas conocidas por su impecable lana blanca y suave. Entre ellas, destacaba Penélope, una oveja cuya lana no era ni tan blanca ni tan uniforme como la de las demás. Sus rizos eran de tonos que mezclaban el gris y el blanco, y cada mechón parecía danzar a su propio ritmo.

Penélope siempre había sentido que no encajaba en el rebaño. Las otras ovejas, con su lana perfecta, a menudo murmuraban y se reían de su aspecto desigual. Esto hacía que Penélope caminara cabizbaja, con su autoestima tan pisoteada como la hierba bajo sus pezuñas.

Un día, mientras el rebaño pastaba cerca del bosque, Penélope decidió que ya no podía soportar más burlas. Con el corazón apesadumbrado, se alejó del grupo, cruzando el arroyo que brillaba bajo el sol como un sendero de diamantes líquidos. Más allá del arroyo, encontró un nuevo rebaño, uno muy diferente al suyo. Eran las cabras castizas, conocidas por su pelaje negro como la noche y su espíritu libre.

Las cabras castizas la recibieron con curiosidad y amabilidad. A diferencia de las ovejas, no juzgaban a Penélope por su lana, sino que celebraban su singularidad. Con ellas, Penélope aprendió a valorar sus propias ideas y a expresarse sin miedo. Su voz, que antes apenas era un susurro, se volvió firme y clara.

Pasaron las estaciones, y Penélope floreció como una flor en primavera. Su confianza creció tanto como su alegría, y su risa se unía al coro de las cabras en canciones de libertad y diversión. Pero un día, el destino puso a prueba su nuevo hallazgo de valentía.

Mientras los rebaños de ovejas y cabras pastaban juntos en la gran pradera, un grupo de lobos hambrientos emergió del bosque. El pánico se esparció como un incendio en un campo seco. Las ovejas «perfectas», paralizadas por el miedo, no sabían qué hacer.

Penélope, al ver el peligro, no se dejó llevar por el miedo. Recordando las enseñanzas de las cabras, usó su voz fuerte para llamar la atención de los lobos y luego corrió hábilmente hacia el arroyo. Los lobos, confundidos y cautelosos ante esta oveja tan audaz, la siguieron pero se detuvieron en el agua, reacios a mojarse sus pelajes gruesos.

Con astucia, Penélope los llevó en una persecución que terminó cuando los lobos, cansados y mojados, decidieron que no valía la pena el esfuerzo. Las ovejas «perfectas», al ver la valentía de Penélope, se dieron cuenta de cuán erradas habían estado en juzgarla por su apariencia.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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