Cuentos de Valores

Ramiro y los Tres Cerditos

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

5
(1)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
5
(1)

En un pequeño claro del bosque, vivía un lobito llamado Ramiro. A diferencia de su padre, el Gran Lobo Feroz, Ramiro era amable y siempre sonriente, con un gran deseo de hacer amigos. Pero ser hijo del lobo más temido de los cuentos no era fácil para Ramiro, ya que todos los animales del bosque le tenían miedo sin conocerlo.

Un día soleado, Ramiro decidió que era hora de cambiar su suerte. Se adentró más en el bosque, con la esperanza de encontrar a alguien con quien jugar y compartir sus aventuras. No tardó mucho en llegar a una parte del bosque donde nunca había estado antes, y allí encontró algo sorprendente: tres casitas, cada una hecha de un material diferente.

Mientras se acercaba, escuchó risas y charlas. Eran los tres cerditos, quienes estaban jugando en el campo al lado de sus casas. Ramiro se llenó de alegría y corrió hacia ellos, pero tan pronto como los cerditos vieron a Ramiro, dejaron de jugar y se escondieron en sus casas de paja, madera y ladrillo.

Ramiro se detuvo, sintiendo una gran tristeza en su corazón. «Por favor, no tengan miedo», llamó Ramiro con su voz más suave. «¡Yo no soy como mi papá! Solo quiero ser amigo de ustedes».

Los cerditos, llamados Pepito, Juanito y Carlitos, se asomaron cautelosamente desde la ventana de la casa de ladrillo. Vieron que Ramiro no tenía una mirada feroz como la de su padre, sino una sonrisa amigable y ojos brillantes que mostraban su sinceridad.

Decidieron darle una oportunidad a Ramiro y salieron de la casa. Al principio, estaban un poco nerviosos, pero después de jugar al escondite y compartir una merienda de bayas y nueces, los cerditos se dieron cuenta de que Ramiro era realmente diferente.

El tiempo pasó y se hicieron muy buenos amigos. Jugaban juntos todos los días, construyendo cosas en el bosque, explorando lugares nuevos y contándose historias. La noticia de su amistad comenzó a esparcirse por el bosque, cambiando las ideas de muchos animales sobre Ramiro.

Un día, el Gran Lobo Feroz vino a buscar a Ramiro, preocupado porque no había regresado a casa. Cuando llegó al claro y vio a Ramiro jugando felizmente con los cerditos, no pudo creer lo que sus ojos veían. Ramiro corrió hacia él y le dijo, «¡Papá, estos son mis amigos, los tres cerditos!»

El lobo, viendo la felicidad en los ojos de su hijo, sintió algo cambiar dentro de su corazón. Por primera vez, el Gran Lobo Feroz sonrió y se acercó a los cerditos. «Hola, pequeños», dijo con una voz amable que nunca había usado antes. «Me alegra ver que mi hijo ha encontrado tan buenos amigos».

Desde ese día, el Gran Lobo Feroz ya no fue feroz. Con la ayuda de Ramiro y sus nuevos amigos, aprendió que ser amable y tener amigos era mucho mejor que asustar a todos.

El pueblo entero celebró este cambio, y pronto, el lugar fue conocido por todos como el lugar donde un lobito y tres cerditos enseñaron a todos el valor de la amistad y la bondad.

Así termina la historia de Ramiro y los tres cerditos, un cuento sobre la importancia de la amistad, la bondad y cómo podemos cambiar el mundo a nuestro alrededor con solo un poco de entendimiento y amor.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario