Cuentos de Amistad

Aventuras en Alta Mar

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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Una vez, en un crucero lleno de alegría y música, cinco amigos se encontraron al inicio de unas vacaciones que recordarían por siempre. Jhoan, Santiago, Iker, Hellen y Mateo, estudiantes ansiosos por explorar y disfrutar del mar, se embarcaron en una aventura que ninguno había imaginado.

A bordo del crucero, mientras la mayoría de los pasajeros se relajaban al sol, Mateo no podía quedarse quieto. Con una imaginación desbordante, este niño soñador siempre estaba buscando aventuras extraordinarias. Esta vez, estaba convencido de que durante el viaje enfrentarían la malvada magia ecuestre, un concepto que había descubierto en uno de sus muchos libros de aventuras.

«¡Amigos, tenemos que prepararnos para la batalla contra las fuerzas oscuras!» exclamaba Mateo, agitando sus binoculares mientras escaneaba el horizonte.

Jhoan y Santiago, más interesados en la realidad del viaje que en las fantasías de Mateo, decidieron explorar el barco y disfrutar de sus comodidades. Sin embargo, preocupados por la seguridad de Mateo, decidieron mantener un ojo sobre él.

Por otro lado, Hellen e Iker, fascinados por las actividades y talleres ofrecidos a bordo, decidieron aprovechar al máximo las instalaciones del crucero. Se inscribieron en clases de arte y baile, prometiendo reunirse con los demás para cenar.

Una mañana, mientras Jhoan y Santiago descansaban en cubierta, notaron que Mateo no estaba por ninguna parte. Preocupados, comenzaron a buscarlo por todo el barco, preguntando a los tripulantes y otros pasajeros si lo habían visto. Finalmente, descubrieron que Mateo, en su impulso por encontrar aventuras, había tomado un bote salvavidas y remado hacia una isla cercana que había visto en el mapa.

«¡Tenemos que ir tras él!» exclamó Santiago, siempre el más decidido del grupo.

Jhoan, aunque más cauteloso, asintió, sabiendo que no podían dejar a su amigo solo en una posible situación de peligro. Juntos, convencieron al capitán para que les permitiera usar otro bote salvavidas para seguir a Mateo. El capitán, aunque reacio, accedió ante la insistencia y la preocupación visible en los rostros de los jóvenes.

Al llegar a la isla, encontraron el bote de Mateo en la orilla, pero no había señales de él. Siguiendo sus huellas en la arena, Jhoan y Santiago lo encontraron atrapado en arenas movedizas, luchando por liberarse.

«¡Mateo, no te muevas mucho, vamos a sacarte de ahí!» gritó Jhoan, extendiendo un palo largo hacia su amigo.

Mientras intentaban rescatarlo, un enorme monstruo vegetal emergió de la densa vegetación de la isla. Santiago, recordando las palabras de Mateo sobre la magia ecuestre, sintió una energía mística emanando de las arenas. Sin pensarlo dos veces, empujó a Mateo más profundo bajo la arena mientras él y Jhoan saltaban tras él.

Para su sorpresa, en lugar de ahogarse en la arena, los tres amigos cayeron a través de un portal mágico. Al otro lado, se encontraron en un mundo completamente diferente: Equestria. Convertidos en ponis por la magia del lugar, miraron alrededor, asombrados por el vibrante paisaje lleno de criaturas mágicas y colores brillantes.

Mientras tanto, Hellen e Iker, quienes habían permanecido en el crucero, enfrentaban su propia aventura. Una tormenta había azotado el barco, llevándolo a encallar cerca de la misma isla. Sin saber lo que había sucedido con sus amigos, decidieron buscar en la isla, esperando encontrar alguna señal de ellos o al menos un lugar seguro donde refugiarse.

La historia de estos cinco amigos, divididos en dos mundos pero unidos por la amistad, apenas comenzaba. Con valentía y corazón, explorarían los desafíos y maravillas de Equestria mientras buscaban un camino de regreso a casa, enfrentando juntos cualquier obstáculo que se presentara.

En Equestria, Jhoan, Santiago y Mateo, ahora pequeños ponis con habilidades únicas, decidieron buscar ayuda. Descubrieron una escuela mágica para ponis jóvenes, donde esperaban encontrar algún conocimiento sobre portales y cómo podrían regresar a su mundo humano. Con cautela, pero con la curiosidad que los caracterizaba, se adentraron en el recinto, maravillados por las aulas llenas de criaturas aprendiendo a controlar sus poderes mágicos.

«Miren eso,» susurró Mateo, apuntando hacia un aula donde una profesora poni enseñaba sobre la estabilidad de los portales entre mundos. «Quizás ella pueda ayudarnos.»

Decididos, los tres amigos se acercaron a la profesora después de la clase. Con sinceridad y un poco de nerviosismo, explicaron su situación y su deseo de volver a casa. La profesora, una poni sabia y amable llamada Estrella Luminosa, escuchó atentamente y sonrió con comprensión.

«Los portales entre mundos no son algo que deba tomarse a la ligera,» explicó Estrella. «Pero puedo ver que sus corazones son puros y su necesidad es grande. Ayudaré a encontrar el camino de regreso.»

Mientras tanto, Hellen e Iker, después de un arduo trayecto a través de la tormenta y un desembarco forzoso, finalmente llegaron a la costa de la isla. Armados con linternas y suministros de emergencia del crucero, comenzaron a explorar el área, llamando a sus amigos y buscando pistas de su paradero. Lo que encontraron los dejó perplejos: huellas que llevaban hacia un lugar donde la arena parecía hundirse inexplicablemente en el suelo.

«Debe ser aquí donde ellos… cayeron?» Iker miró a Hellen, incierto.

«Podría ser un portal,» dijo Hellen, recordando las historias de Mateo. «Tenemos que intentar seguirlos. ¡Es nuestra única pista!»

Tomados de la mano para no perderse el uno al otro, saltaron juntos sobre la arena movediza, cayendo a través del portal hacia Equestria. Al llegar, se transformaron también en ponis, encontrándose en un mundo que desafiaba toda lógica pero que, a la vez, les ofrecía una sensación de maravilla y posibilidad.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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