En el encantador y mágico País de las Maravillas, vivía un niño llamado Jhoan. Él era el único hijo de la Reina y el Rey de Corazones. Su pelo rojo brillaba como el fuego y siempre vestía un traje rojo con un corazón blanco, negro y rojo en la espalda de su chaqueta. Aunque era un príncipe, Jhoan deseaba tener una vida normal y hacer amigos, algo que no era fácil bajo las estrictas reglas de su madre, la Reina de Corazones.
Cuando Jhoan cumplió la edad suficiente, fue enviado a Wonderland High, una escuela donde conoció a otros niños de su edad. Uno de esos días, mientras caminaba por los coloridos pasillos de la escuela, vio a una nueva estudiante. Ella tenía el cabello rubio rizado y llevaba un vestido verde que hacía juego con sus brillantes ojos. Su nombre era Celia, y aunque era nueva, parecía estar llena de curiosidad y emoción por explorar el País de las Maravillas.
Jhoan, decidido a hacer nuevos amigos, se acercó a Celia y le ofreció su ayuda para conocer la escuela. Pronto se hicieron inseparables, explorando juntos los rincones más increíbles y misteriosos del País de las Maravillas. Durante una de sus aventuras, conocieron a Maycol, un niño que había sido educado en casa y que también estaba deseoso de hacer nuevos amigos. Maycol tenía el cabello negro corto y vestía un traje azul. Aunque al principio era un poco tímido, pronto se unió a las aventuras de Jhoan y Celia.
Los tres amigos pasaban sus días descubriendo lugares mágicos y criaturas fantásticas, como los árboles que cantaban y los animales que hablaban. Pero a medida que se acercaba la Ceremonia del Té anual, Jhoan comenzó a sentirse agobiado. Su madre, la Reina de Corazones, insistía en que debía someterse a un estricto entrenamiento de príncipe para estar preparado para la ceremonia. Sin embargo, Jhoan solo quería pasar tiempo con sus amigos y disfrutar de su infancia.
Una tarde, mientras descansaban bajo un árbol que daba caramelos en lugar de frutas, Celia tuvo una idea. «¿Y si organizamos nuestra propia fiesta?», sugirió. «Podríamos invitar a todos nuestros amigos y divertirnos antes de la Ceremonia del Té.»
Maycol y Jhoan se miraron emocionados. La idea de una fiesta secreta les parecía fantástica, especialmente porque las fiestas estaban prohibidas en el País de las Maravillas por orden de la Reina de Corazones. Decidieron que celebrarían la fiesta en el bosque encantado, un lugar donde la magia era más fuerte y donde podrían estar a salvo de las miradas curiosas.
Pasaron días planeando la fiesta, invitando a sus amigos en secreto y preparando todo lo necesario. La noche de la fiesta, el bosque encantado se llenó de luces brillantes y música alegre. Todos se divirtieron bailando, cantando y disfrutando de la compañía de sus amigos. Jhoan se sintió libre y feliz, olvidándose por un momento de las presiones de ser un príncipe.
Sin embargo, la alegría no duró mucho. La Reina de Corazones, al enterarse de la fiesta, se enfureció y envió a sus guardias para detener a los niños. Jhoan y sus amigos intentaron escapar, pero no pudieron evitar que los guardias capturaran a Celia y Maycol. Jhoan, escondido entre los árboles, vio cómo se llevaban a sus amigos y sintió una profunda tristeza y rabia.
Al día siguiente, Jhoan fue testigo de un hecho aterrador. Sus amigos habían sido transformados por la Reina de Corazones. Celia ahora era una carta de soldado, y Maycol había sido convertido en un gato. La Reina había utilizado su magia para castigar a los niños por desobedecer sus órdenes.
Desesperado y lleno de ira, Jhoan juró vengarse y liberar a sus amigos. Decidió que quemaría el País de las Maravillas si era necesario para acabar con el reinado de terror de su madre. Se escondió en el bosque, planeando cuidadosamente sus próximos movimientos. Sabía que necesitaría ayuda para enfrentarse a la Reina de Corazones y liberar a Celia y Maycol.
Durante semanas, Jhoan buscó aliados entre los habitantes del País de las Maravillas. Encontró a otros que también estaban cansados del cruel gobierno de la Reina y que estaban dispuestos a luchar por un cambio. Juntos, formaron una resistencia secreta, planeando cómo derrocar a la Reina y restaurar la paz y la justicia en su hogar.
Una noche, bajo la luz de la luna, Jhoan y sus nuevos amigos se infiltraron en el castillo de la Reina de Corazones. Sabían que era su última oportunidad para liberar a Celia y Maycol y detener a la Reina. Con valentía y determinación, se abrieron paso a través de los pasillos oscuros y finalmente llegaron a la sala del trono.
La Reina de Corazones los esperaba, con una sonrisa malévola en su rostro. «¿De verdad crees que puedes derrotarme, Jhoan?», se burló. «Eres solo un niño.»
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.