Cuentos de Amor

El Amor de Joaquín y Paz

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Había una vez, en una casita acogedora en el campo, una familia muy feliz. La familia estaba formada por mamá, papá, un niño pequeño llamado Joaquín, y la abuela cariñosa, a quien todos llamaban Nona. Mamá tenía el cabello largo y suave, y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Papá era fuerte y amable, y a Joaquín le encantaba subirse en sus hombros para ver el mundo desde arriba. Joaquín tenía tres años y era un niño muy curioso y juguetón.

Un día, algo muy especial ocurrió en la familia. Mamá y papá le dijeron a Joaquín que iba a tener una hermanita. Joaquín estaba muy emocionado y también un poco nervioso. No sabía cómo sería tener un bebé en casa, pero Nona le dijo que tener una hermanita sería maravilloso. «Las hermanitas traen mucho amor y alegría,» le dijo Nona mientras lo abrazaba fuerte.

Pasaron los días y las semanas, y por fin llegó el gran día. Mamá y papá fueron al hospital y, al poco tiempo, regresaron a casa con un pequeño bultito envuelto en una manta rosa. «Joaquín, esta es tu hermanita Paz,» dijo mamá con los ojos brillantes de felicidad.

Joaquín miró a su hermanita Paz con curiosidad. Ella era muy pequeñita y tenía las mejillas rosadas. Mamá le permitió a Joaquín acercarse y ver a Paz de cerca. «Hola, Paz,» susurró Joaquín suavemente. Paz abrió los ojos y miró a Joaquín con sus grandes ojos marrones. Joaquín sintió un amor muy grande en su corazón por su nueva hermanita.

Desde ese día, Joaquín quería ayudar a cuidar a Paz en todo momento. Cuando Paz lloraba, Joaquín traía su sonajero favorito para calmarla. Cuando era hora de dormir, Joaquín le cantaba canciones suaves que aprendió de Nona. Joaquín también le mostraba sus juguetes y le contaba historias sobre sus aventuras en el jardín.

Una tarde, mientras mamá estaba ocupada en la cocina y papá estaba en el trabajo, Nona cuidaba a Joaquín y Paz. Joaquín decidió mostrarle a Paz su lugar secreto en el jardín. «Ven, Nona, vamos a llevar a Paz al jardín,» dijo Joaquín tomando la mano de Nona.

Salieron al jardín, que estaba lleno de flores de colores y mariposas revoloteando. Joaquín llevó a Nona y a Paz a un rincón especial donde había un pequeño banco bajo un árbol grande. «Este es mi lugar secreto,» dijo Joaquín con orgullo. Nona se sentó con Paz en sus brazos, y Joaquín se acurrucó junto a ellas.

El tiempo pasó rápidamente, y Paz creció un poquito cada día. Pronto, Paz comenzó a sonreír y a reírse cuando Joaquín hacía caras graciosas. Joaquín estaba tan feliz de ver a su hermanita sonreír. «Mira, Nona, Paz se está riendo,» exclamó Joaquín alegremente.

Un día, mamá decidió que era hora de tomar una foto de toda la familia. «Quiero tener una foto de nuestra familia feliz,» dijo mamá. Se pusieron todos de pie en el jardín, con flores de colores a su alrededor. Mamá sostuvo a Paz, papá puso una mano en el hombro de Joaquín, y Nona se paró al lado de ellos sonriendo.

«¡Digan queso!» dijo mamá, y todos sonrieron para la cámara. Fue una foto muy especial que mostraba todo el amor y la felicidad que sentían por estar juntos.

Esa noche, mientras Joaquín se preparaba para dormir, mamá y papá se sentaron a su lado. «Estamos muy orgullosos de ti, Joaquín,» dijo papá. «Eres un hermano mayor maravilloso y Paz te quiere mucho.»

«Sí, Joaquín,» añadió mamá. «El amor que tienes por Paz es muy especial y estamos muy felices de ver cómo cuidas de ella.»

Joaquín sonrió y se sintió muy feliz. Sabía que tener una hermanita era lo mejor que le había pasado. Miró a Paz, que dormía tranquilamente en su cuna, y se sintió lleno de amor y alegría.

Desde entonces, Joaquín y Paz compartieron muchas aventuras juntos. A medida que Paz crecía, Joaquín le enseñaba a jugar en el jardín, a montar en bicicleta y a leer cuentos antes de dormir. Paz siempre miraba a Joaquín con admiración y seguía a su hermano mayor a todas partes.

La familia continuó viviendo en su casita acogedora, rodeados de amor y risas. Mamá y papá estaban muy orgullosos de sus hijos, y Nona siempre tenía un abrazo cálido y un cuento para compartir.

Y así, en la casita en el campo, Joaquín y Paz crecieron juntos, aprendiendo el verdadero significado del amor y la familia. Cada día estaba lleno de nuevas aventuras y recuerdos felices, y sabían que, sin importar lo que pasara, siempre tendrían el amor de su familia para guiarlos y protegerlos.

Y colorín colorado, este cuento de amor se ha acabado.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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