Cuentos de Amor

El Amor en el Bar de las Estrellas

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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En una pequeña ciudad, donde las luces de neón iluminaban las calles y los bares cobraban vida al anochecer, vivían tres amigas inseparables: Nayelin, Omairis y María. Cada una de ellas tenía una historia única y un pasado complicado, pero las tres compartían una vida difícil en la que trabajaban de noche en los bares, vendiendo algo más que copas y sonrisas.

Nayelin era una joven de cabello negro azabache y ojos verdes que reflejaban una vida llena de sueños rotos. Siempre había deseado más, pero la vida le había puesto muchas barreras. Omairis, con su melena rizada y su risa contagiosa, era el alma del grupo. Su pasado también era un entramado de decepciones, pero siempre encontraba una razón para sonreír. María, la más reservada de las tres, tenía una belleza tranquila y una mirada que parecía ocultar mil secretos. Su voz suave y su manera de ser la hacían única entre las tres.

Las noches en los bares eran duras, llenas de clientes que solo buscaban pasar un buen rato, sin importarles las historias o los sentimientos de las chicas que los atendían. Sin embargo, una noche, algo diferente ocurrió. Tres hermanos, Izan, Antoni y Jeyron, entraron al bar donde trabajaban las amigas. Izan, el mayor, tenía una presencia que imponía respeto pero con ojos llenos de ternura. Antoni, el del medio, era todo lo contrario: extrovertido, con una sonrisa encantadora y una personalidad chispeante. Jeyron, el menor, era callado y observador, con una mirada profunda que parecía ver más allá de las apariencias.

Desde el primer momento que entraron, Nayelin no pudo evitar fijarse en Izan. Había algo en su forma de ser que la atraía, algo que la hacía sentir segura. Antoni, con su carisma, capturó inmediatamente la atención de María. Aunque ella intentaba mantenerse distante, sus defensas caían cada vez que él le sonreía. Omairis, siempre llena de energía, se encontró sorprendida por Jeyron, quien la observaba con una intensidad que nunca había experimentado.

Las semanas pasaron y los hermanos comenzaron a visitar el bar con regularidad. No eran como los otros clientes; se interesaban genuinamente por Nayelin, Omairis y María. Escuchaban sus historias, reían con ellas y, poco a poco, se fueron ganando su confianza y sus corazones. Nayelin descubrió que Izan era un hombre de principios, alguien que había superado muchas adversidades y que valoraba la honestidad por encima de todo. Antoni, con su alegría contagiosa, le mostró a María un mundo lleno de posibilidades y risas, un mundo que ella había olvidado que existía. Jeyron, con su silencio elocuente, le enseñó a Omairis la belleza de las pequeñas cosas y la importancia de la calma en medio del caos.

Un día, los hermanos invitaron a las chicas a un picnic bajo las estrellas. Era una noche clara, con el cielo adornado por miles de puntos brillantes. Se alejaron de la ciudad, dejando atrás las luces de neón y el bullicio de los bares, y encontraron un lugar tranquilo junto a un lago. Las estrellas se reflejaban en el agua, creando un espectáculo mágico. Sentados sobre mantas, rodeados de comida y risas, los seis compartieron historias de sus vidas, sus sueños y sus miedos.

Fue en esa noche mágica que Nayelin, Omairis y María se dieron cuenta de que habían encontrado algo que nunca habían esperado: amor verdadero. No era solo atracción física o una conexión momentánea, sino un lazo profundo que las hacía sentir valoradas y queridas. Izan, Antoni y Jeyron no las veían como las chicas del bar, sino como las mujeres valientes y maravillosas que eran.

El amor creció entre ellos, transformando sus vidas de maneras inesperadas. Nayelin, con el apoyo de Izan, encontró el valor para seguir su sueño de convertirse en escritora. Con su apoyo y aliento, empezó a escribir historias inspiradas en sus experiencias, encontrando una voz que siempre había tenido pero que nunca había usado. Izan le proporcionó la estabilidad y el amor que necesitaba para creer en sí misma.

María, guiada por Antoni, se inscribió en un curso de arte. Siempre había tenido talento para el dibujo, pero nunca había tenido la oportunidad de desarrollarlo. Antoni la animó a seguir su pasión, y poco a poco, María comenzó a crear obras hermosas que reflejaban su alma y sus emociones. Con cada trazo y color, encontraba una nueva forma de expresarse y sanar.

Omairis, influenciada por la tranquilidad de Jeyron, descubrió el yoga y la meditación. Siempre había sido la más inquieta del grupo, pero con Jeyron aprendió a encontrar paz en la calma. Empezó a enseñar clases de yoga en su comunidad, ayudando a otros a encontrar equilibrio y serenidad en sus vidas. Con Jeyron a su lado, Omairis encontró un nuevo propósito y una forma de devolver lo que había recibido.

Los hermanos también se beneficiaron de esta conexión. Izan, Antoni y Jeyron, aunque exitosos en sus propias vidas, encontraron en Nayelin, María y Omairis algo que les faltaba: amor y comprensión. Cada uno de ellos aprendió a ver el mundo desde una nueva perspectiva, apreciando las pequeñas cosas y valorando las relaciones profundas y significativas.

El tiempo pasó, y aunque sus vidas cambiaron de muchas maneras, el amor que compartían solo creció. Nayelin publicó su primer libro, dedicado a Izan, el hombre que creyó en ella cuando nadie más lo hizo. María tuvo su primera exposición de arte, con Antoni a su lado, celebrando cada éxito y cada fracaso. Omairis abrió su propio estudio de yoga, con Jeyron siempre cerca, apoyándola en cada paso del camino.

La historia de Nayelin, Omairis y María es una historia de transformación y redención. Lo que comenzó como una vida difícil y sin esperanza se convirtió en un viaje de amor y auto-descubrimiento. Las tres amigas encontraron en Izan, Antoni y Jeyron no solo el amor, sino también la fuerza para cambiar sus vidas y seguir sus sueños.

Y así, en aquella pequeña ciudad iluminada por las luces de neón, tres chicas que una vez trabajaron en bares encontraron el amor verdadero y una nueva oportunidad para ser felices. Porque a veces, en los lugares más inesperados y en los momentos más oscuros, el amor puede florecer y transformar todo.

Fin

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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