Cuentos de Amor

El Latido de dos Corazones

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 4 minutos

Español

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En un tranquilo pueblo, donde las mañanas eran acogedoras y las tardes llenas de melodías de pájaros, vivían Urayd y Carlos, dos jóvenes estudiantes de preparatoria.

Urayd, con su cabello castaño que ondeaba con el viento y sus ojos tan profundos como el océano, destacaba por su inteligencia y sensibilidad. Carlos, por otro lado, era conocido por su sonrisa contagiosa y su personalidad amistosa, siempre dispuesto a ayudar.

Un día, sus caminos se cruzaron en la biblioteca de la preparatoria. Carlos buscaba un libro de historia cuando, accidentalmente, chocó con Urayd, quien llevaba una pila de libros sobre ciencia y arte. Los libros se esparcieron por el suelo, creando un mar de páginas y conocimiento. Carlos, apenado, ayudó a Urayd a recogerlos, y en ese instante, sus miradas se encontraron. Fue un momento mágico, donde el tiempo pareció detenerse.

Desde ese día, Urayd y Carlos se hicieron amigos inseparables. Compartían largas conversaciones sobre sus sueños y pasiones, descubriendo que, a pesar de sus diferencias, había una conexión especial entre ellos.

Con el paso de los días, Urayd y Carlos fortalecieron su amistad. Juntos, exploraban las calles de su pueblo, reían y compartían historias. Urayd, que solía ser reservada, encontró en Carlos a alguien en quien confiar y abrir su corazón.

Carlos, por su parte, se enamoró de la forma en que Urayd veía el mundo, de su inteligencia y su sensibilidad hacia el arte y la ciencia. Él sabía que lo que sentía iba más allá de una simple amistad, pero temía que confesar sus sentimientos pudiera dañar la hermosa relación que habían construido.

Mientras tanto, Urayd también comenzó a desarrollar sentimientos por Carlos. Su risa, su bondad y su constante apoyo la hacían sentir especial. Sin embargo, al igual que Carlos, temía expresar sus sentimientos y arriesgarse a perder la amistad que tanto valoraba.

Los días se convertían en semanas, y la tensión entre ellos crecía. Se encontraban a menudo intercambiando miradas cargadas de palabras no dichas, sonrisas que ocultaban secretos y momentos de silencio que hablaban más que mil palabras.

Un día, impulsado por el miedo de perderla, Carlos decidió confesar sus sentimientos. Bajo la luz de las estrellas, en su lugar favorito del pueblo, Carlos tomó las manos de Urayd y, con voz temblorosa, le reveló su amor. Urayd, sorprendida y confundida, no supo qué responder. Aunque sentía lo mismo, el miedo a cambiar lo que tenían la paralizó, y con lágrimas en los ojos, rechazó a Carlos.

Carlos, con el corazón roto, prometió respetar su decisión y mantener su amistad, aunque por dentro sentía que algo en él se había quebrado.

Los días siguientes fueron difíciles para ambos. Urayd se daba cuenta de que extrañaba las risas y las charlas con Carlos. Por su parte, Carlos trataba de ocultar su dolor, pero sus ojos ya no brillaban como antes.

En un acto de valentía, Urayd decidió enfrentar sus miedos. Buscó a Carlos y, con voz firme, pero llena de emoción, le confesó que también lo amaba. Fue un momento de alegría y alivio, donde las palabras sobraban y los abrazos lo decían todo.

Urayd y Carlos, ahora más unidos que nunca, continuaron su viaje juntos, enfrentando los desafíos de la vida con amor y apoyo mutuo. Con el tiempo, su amor floreció aún más, llevándolos a compartir una vida juntos, demostrando que el verdadero amor puede superar el miedo y la incertidumbre.

El amor que comenzó en los pasillos de una preparatoria se convirtió en una hermosa historia de dos corazones que latían al unísono.

A medida que Urayd y Carlos avanzaban en su relación, descubrieron nuevos aspectos el uno del otro. Urayd mostró a Carlos el mundo a través de los ojos de una artista y científica, llevándolo a museos y laboratorios, donde compartían su pasión por el aprendizaje y la belleza en todas sus formas. Carlos, a su vez, enseñó a Urayd el valor de la espontaneidad y la alegría en las pequeñas cosas, desde un paseo inesperado bajo la lluvia hasta la risa compartida en una cafetería local.

Sin embargo, como en toda relación, enfrentaron desafíos. Las presiones de la preparatoria, las decisiones sobre universidades y carreras, y las dudas sobre el futuro a veces ponían a prueba su relación. Pero cada desafío los hacía más fuertes, más unidos. Aprendieron a comunicarse, a apoyarse mutuamente, a celebrar sus éxitos y a consolarse en sus fracasos.

Finalmente, llegó el día de la graduación. Urayd y Carlos, ahora más maduros y seguros de lo que querían en la vida, se enfrentaron al mundo con determinación. Decidieron asistir a la misma universidad, eligiendo carreras que reflejaban sus pasiones pero que también les permitían estar juntos.

Unos años más tarde, después de superar juntos los retos de la universidad y comenzar sus carreras profesionales, Carlos sabía que quería pasar el resto de su vida con Urayd. En un atardecer, en el mismo lugar donde le confesó su amor años atrás, Carlos se arrodilló y le propuso matrimonio a Urayd. Con lágrimas de felicidad, ella aceptó.

La boda fue un reflejo de su amor: sencilla pero hermosa, rodeada de familiares, amigos y de todos los recuerdos que habían construido juntos. Prometieron amarse y apoyarse, en las alegrías y en las adversidades, por el resto de sus vidas.

Conclusión:

Urayd y Carlos demostraron que el verdadero amor no solo reside en los grandes gestos, sino en los pequeños momentos compartidos, en el apoyo mutuo y en la capacidad de crecer juntos. Su amor, que comenzó como una amistad en los pasillos de la preparatoria, se convirtió en un viaje de toda una vida, lleno de aprendizaje, crecimiento y, sobre todo, un amor inquebrantable.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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