Cuentos de Amor

Nicole y Adrián: Un Amor de Risas y Rimas

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

Había una vez, en un hermoso jardín lleno de flores coloridas y mariposas que bailaban en el aire, dos niños muy especiales llamados Nicole y Adrián. Nicole era una niña con rizos dorados y una gran sonrisa, siempre vestida con su vestido rosa favorito. Adrián era un niño alegre, con el cabello castaño corto y siempre vestido con una camiseta azul y pantalones cortos.

Nicole y Adrián eran los mejores amigos del mundo. Todos los días jugaban juntos en el jardín, corriendo entre las flores y persiguiendo mariposas. Pero lo que más les gustaba hacer era inventar poemas y rimas absurdas que los hacían reír sin parar.

Un día, mientras se sentaban bajo un gran árbol que daba sombra a su rincón favorito del jardín, Adrián miró a Nicole y dijo: —Nicole, Nicole, eres tan bonita como un caracol.

Nicole se rió tanto que casi se cae de la risa. —¡Adrián! ¡Eso no tiene sentido! Pero me encanta.

—Pues mira, te tengo otra —dijo Adrián con una sonrisa traviesa—. Nicole, Nicole, tus ojos brillan como el sol en un bache de carbón.

Nicole no podía parar de reír. —¡Eres increíble, Adrián! Pero ahora es mi turno. Adrián, Adrián, tu cabello es tan suave como un melón de mar.

Adrián rió a carcajadas. —¡Eso es genial, Nicole! ¿De dónde sacas esas ideas?

—De mi corazón y mi imaginación —respondió Nicole, sonriendo de oreja a oreja—. Te tengo otra. Adrián, Adrián, tus zapatos saltan como ranas de jamón.

Pasaron la tarde inventando rimas y poemas, cada uno más loco y divertido que el anterior. Para ellos, cada rima era una forma de demostrar cuánto se querían y cuánto disfrutaban de estar juntos. El jardín se llenaba de sus risas, y hasta las mariposas parecían bailar al ritmo de sus palabras.

Un día, Nicole y Adrián decidieron hacer algo especial. Querían capturar todos esos momentos de risas y rimas para siempre. Así que buscaron un cuaderno y comenzaron a escribir todas sus rimas y poemas. Lo llamaron «El Libro de las Risas y Rimas».

Cada página del cuaderno estaba llena de dibujos coloridos que ellos mismos hacían, y junto a cada dibujo, escribían una rima. Era un libro mágico, porque cada vez que lo abrían y leían una rima, recordaban todos los momentos felices que habían compartido.

Una tarde, mientras escribían en su libro, Nicole miró a Adrián y dijo: —¿Sabes, Adrián? Creo que eres mi mejor amigo del mundo. No solo porque eres divertido, sino porque siempre me haces sentir feliz.

Adrián sonrió y respondió: —Y tú, Nicole, eres mi mejor amiga. Juntos hacemos un equipo increíble, como el sol y la luna, o como el chocolate y la leche.

Nicole se rió y escribió en su libro: «Nicole y Adrián, un equipo tan dulce como el chocolate y la leche». Luego añadió un dibujo de ellos dos sosteniendo grandes tazas de chocolate caliente.

Los días pasaron y su libro de rimas se llenó de más y más poemas y dibujos. Cada vez que sentían que necesitaban un poco de alegría, abrían el libro y leían sus rimas favoritas. Y siempre funcionaba, porque cada palabra y cada dibujo les recordaba lo especial que era su amistad.

Un día, decidieron hacer una gran fiesta en el jardín para celebrar su libro y su amistad. Invitaron a todos sus amigos y a sus familias. Decoraron el jardín con guirnaldas de flores, pusieron una mesa llena de deliciosos postres y colgaron mariposas de papel por todas partes.

Cuando todos llegaron, Nicole y Adrián se subieron a una pequeña tarima que habían preparado y anunciaron: —¡Bienvenidos a la fiesta de las Risas y Rimas! Hoy vamos a compartir con ustedes nuestro libro y todas las rimas que hemos inventado.

Todos aplaudieron y se sentaron en el césped, esperando con emoción. Nicole abrió el libro y empezó a leer: —»Adrián, Adrián, eres tan rápido como un dragón en un vagón».

Todos rieron y aplaudieron, y luego fue el turno de Adrián: —»Nicole, Nicole, tus trenzas son largas como lombrices de soles».

Las risas llenaron el jardín mientras leían más y más rimas. Todos estaban encantados con la creatividad y la alegría de Nicole y Adrián. Al final de la lectura, todos se levantaron y los felicitaron por su maravilloso libro.

—Gracias a todos por venir —dijo Nicole, sonriendo—. Este libro es especial para nosotros porque nos recuerda lo felices que somos juntos.

—Y esperamos que les haya traído tanta alegría como a nosotros —añadió Adrián, abrazando a Nicole.

Desde ese día, «El Libro de las Risas y Rimas» se convirtió en un tesoro preciado, no solo para Nicole y Adrián, sino para todos sus amigos y familias. Era un recordatorio de que, con amor y amistad, siempre se pueden encontrar motivos para reír y ser felices.

Y así, en el hermoso jardín lleno de flores y mariposas, Nicole y Adrián continuaron inventando rimas y viviendo felices, demostrando que el amor y la amistad son las cosas más maravillosas del mundo.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario