Cuentos de Animales

La Aventura de Tiririka en el Corazón de la Selva Paraguaya

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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En un rincón muy especial de la selva paraguaya, donde los árboles grandes y verdes tocaban el cielo, vivía una pequeña y traviesa tortuga llamada Tiririka. Esta tortuga no era como las demás; le encantaba el agua y muchas veces se sumergía en el río, donde jugaba y nadaba con sus amigos. Un día, mientras nadaba en el río, Tiririka decidió que quería hacer una gran aventura.

“Hoy voy a explorar la selva,” dijo emocionada Tiririka. Pero no quería hacerlo sola. Así que nadó hasta la orilla y llamó a su mejor amigo, un simpático loro llamado Juan, que siempre estaba volando de árbol en árbol.

“¡Juan! ¡Juan! ¡Ven aquí! Quiero ir de aventura,” gritó Tiririka.

Juan, siempre dispuesto a ayudar a su amiga, voló rápidamente y se posó en una rama cercana. “¡Hola, Tiririka! ¿A dónde vamos hoy?” preguntó, moviendo sus alas de colores brillantes.

“Quiero descubrir los secretos de la selva. Tal vez encontremos otros animales y que me cuenten historias,” dijo ella, llenándose de entusiasmo.

“¡Eso suena emocionante! ¡Vamos ya!” respondió Juan, haciendo un giro en el aire antes de volar hacia adelante.

Así, Tiririka y Juan empezaron su aventura en la selva. Caminaron por senderos cubiertos de hojas y flores de todos los colores. Aquí y allá, escuchaban el canto de los pájaros, el murmullo del agua y el susurro del viento entre los árboles. Tiririka estaba tan feliz que, a veces, se detenía a bailar sobre la tierra caliente.

Después de un rato, se encontraron con un pequeño río claro y fresco. “¡Mira, Juan! Podría ser un buen lugar para descansar,” dijo Tiririka, con su cabeza asomando por encima de una roca. Juan se posó a su lado y juntos se refrescaron en el agua.

Mientras jugaban, de repente, escucharon un ruido. Era un suave y triste lamento. “¿Qué fue eso?” preguntó Juan, mirando alrededor.

Tiririka frunció el ceño y dijo: “Vamos a investigar.” Ambas criaturas se acercaron al sonido y, para su sorpresa, encontraron a un pequeño mono llorando colgado de una rama. “¿Por qué lloras, pequeño amigo?” le preguntó Tiririka.

El mono, con lágrimas en los ojos, respondió: “Me llamo Chiqui y he perdido a mi mamá. No sé dónde está.” La pequeña tortuga sintió un nudo en el corazón. “No te preocupes, Chiqui. Te ayudaremos a encontrarla,” dijo con determinación.

“¡Sí! ¡Juntos seremos un gran equipo!” exclamó Juan, moviendo sus alas con entusiasmo.

Así que los tres, Tiririka, Juan y Chiqui, empezaron a buscar a la mamá del mono por toda la selva. Preguntaron a los demás animales que encontraban. Pasaron cerca de una familia de ciervos, a los que les preguntaron si habían visto a la mamá de Chiqui. Ellos les dijeron que no, pero que podían ayudarlos también, y los guiaron hacia un grupo de tortugas que podían saber más.

Al llegar al estanque donde estaban las tortugas, Tiririka se sintió como en casa, rodeada de sus propias amigas. “¿Han visto a un mono que se llama Chiqui? Está buscando a su mamá,” pidió Tiririka, con expectativa.

Las tortugas se miraron entre sí y una de ellas, la más anciana, dijo: “Sí, vimos a una mamá mono con su pequeño hace un rato. Estaban cerca del gran árbol de mango.” Chiqui se emocionó de escuchar esto y dijo: “¡Vamos, por favor!”.

Los tres amigos siguieron el camino, corriendo y saltando. Tiririka se esforzaba por mantener el ritmo, pero su corazón estaba feliz. Finalmente, llegaron al gran árbol de mango. Allí, al pie del árbol, vieron a una mamá mono muy cariñosa llamando a su pequeño.

“¡Chiqui! ¡Chiqui! ¡Ven aquí!” gritó ella, y Chiqui, lleno de alegría, corrió hacia ella. “¡Mamá!” gritó, abrazándola fuertemente. Las lágrimas de tristeza se convirtieron en lágrimas de felicidad.

Tiririka y Juan observaron con sonrisas en los rostros cómo la familia se reunía. “Qué bonito es ver a un grupo de amigos ayudarse,” dijo Tiririka, sintiendo una inmensa felicidad en su corazón.

La mamá de Chiqui, agradecida, se acercó a los tres amigos y les dijo: “No sé cómo agradecerles por ayudar a mi pequeño. Son unos valientes.”

“Fue un placer ayudar,” dijo Juan, con su típico entusiasmo. “Siempre es bueno ayudar a un amigo.” Tiririka asintió con la cabeza, sintiéndose orgullosa de lo que habían hecho juntos.

Después de un rato de charla entre ellos, la mamá de Chiqui les invitó a disfrutar de algunos mangos frescos. Todos se sentaron alrededor del árbol y compartieron frutas y risas.

El sol empezó a ocultarse detrás de las copas de los árboles, y Tiririka se dio cuenta de que ya era hora de regresar a casa. “Espero que podamos tener más aventuras juntos,” dijo emocionada. “Hoy fue un día perfecto.”

“¡Sí! ¡Definitivamente!” respondió Chiqui, feliz de haber encontrado a su mamá y hecho nuevos amigos.

Mientras regresaban por el sendero, Tiririka sonrió al pensar en todas las cosas que habían aprendido ese día. Habían encontrado a un amigo en apuros y habían trabajado juntos para ayudarlo. “La amistad y la ayuda son importantes,” pensó Tiririka, recordando cada momento de la aventura.

Cuando finalmente se despidieron, Chiqui les prometió que un día se encontrarían de nuevo para vivir más emocionantes aventuras juntos en la selva. Y así fue como Tiririka, Juan y Chiqui aprendieron que, a veces, las grandes aventuras hacen que la amistad sea aún más especial, y que ayudar a los demás es una de las cosas más hermosas que pueden hacer.

Y así terminó su día entre risas y abrazos, mientras la selva volvía a ser tranquila y hermosa, iluminada por las estrellas que comenzaban a aparecer en el cielo, criaturas de la noche ya listas para tomar el escenario.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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