La Carrera de la Amistad en el Bosque

Érase una vez en un hermoso bosque, una tortuga llamada Tortu, que tenía un sueño grande: ganar un maratón. Aunque Tortu era lenta, tenía un corazón valiente y un amigo leal, Pezy, un pez ágil y vivaz que vivía en el río cercano.

Un día, Tortu decidió inscribirse en el maratón del bosque. Todos en el bosque estaban emocionados, especialmente Torti, Bony y Flash el conejo. Torti era otra tortuga, pero a diferencia de Tortu, era muy presumida. Bony, un pajarito cantor, siempre estaba en las nubes. Y Flash, como su nombre lo indica, era el conejo más rápido del bosque.

Cuando Tortu anunció su participación, Torti se rió y dijo: “¿Una tortuga en un maratón? ¡Eso es imposible!” Bony, volando en círculos, cantaba burlonamente, mientras Flash soltaba una risita y decía: “Ni en un millón de años podrías ganarme.”

Pero Tortu no se desanimó. Cada día, con la ayuda de Pezy, entrenaba duro. Pezy le daba consejos desde el río, animándola a no rendirse. “Recuerda, Tortu, lo importante es dar lo mejor de ti,” decía Pezy con una sonrisa.

El día de la carrera llegó. Todos los animales del bosque estaban allí para ver el evento. Tortu se colocó en la línea de salida, junto a Flash, Torti, Bony y muchos otros competidores.

“¡En sus marcas, listos, fuera!” y comenzó la carrera. Flash tomó la delantera de inmediato, seguido por los demás. Tortu iba al final, pero con una sonrisa, disfrutando cada paso.

A mitad de la carrera, Flash, que estaba muy adelante, decidió parar y burlarse de los demás. “¡Miren cuán rápido soy! Ya casi gano,” decía confiado.

Pero entonces, algo sorprendente sucedió. Mientras Flash se burlaba, Tortu, paso a paso, seguía avanzando. Sin darse cuenta, Flash había perdido mucho tiempo. Cuando quiso reanudar la carrera, Tortu estaba casi llegando a la meta.

El bosque entero animaba a Tortu. Incluso aquellos que antes se burlaban, ahora estaban impresionados por su determinación. Finalmente, con el último esfuerzo, Tortu cruzó la línea de meta, ganando la carrera.

Flash, sorprendido y avergonzado, aprendió una valiosa lección ese día, al igual que Torti y Bony. A partir de entonces, respetaron a todos los competidores, sin importar qué tan rápidos o lentos fueran.

Tortu, con una gran sonrisa, agradeció a Pezy, su amigo fiel que siempre creyó en ella. “Ganamos, Pezy, lo hicimos juntos,” dijo Tortu.

Y así, Tortu no solo ganó la carrera, sino también el respeto y la admiración de todo el bosque. Desde ese día, la carrera se llamó “La Carrera de la Amistad”, en honor a la increíble amistad entre Tortu y Pezy.