Cuentos de Animales

Un Nuevo Amanecer para Kala

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

En un rincón olvidado de la ciudad, donde las calles aún conservan el eco de los pasos apresurados de la gente, vivían dos pequeños gatitos, Kala y Farinelli. Hermanos no solo por nacimiento sino por las aventuras compartidas en cada esquina de su mundo de asfalto y misterios. Cada mañana, antes de que el primer rayo de sol se asomara, una figura amable y constante aparecía por el callejón: Olga, una señora mayor con el cabello blanco como la nieve y una sonrisa que iluminaba el gris urbano.

Olga, con sus pasos medidos y tranquilos, llevaba consigo más que comida; traía esperanza. Cada día, al escuchar el crujir de sus zapatos, Kala y Farinelli corrían a su encuentro, sus pequeños cuerpos vibrando de emoción y gratitud. Olga los alimentaba con cuidado, acariciando sus cabezas mientras les hablaba con dulzura, contándoles historias de su juventud y sueños que parecían tan lejanos como las estrellas.

Pero un día, el destino quiso poner a prueba el pequeño mundo de Kala y Farinelli. Una mañana, como cualquier otra, Olga llegó al callejón, pero algo estaba diferente. El aire parecía más pesado, y el silencio era inusual. Con el corazón presintiendo la tragedia, encontró a Farinelli tendido en el suelo, inmóvil, su cuerpo pequeño y frágil, apagado por un accidente en la calle. Kala, a su lado, maullaba suavemente, como si intentara despertar a su hermano de un sueño profundo.

Olga, con lágrimas corriendo por sus arrugas, acunó a Farinelli en sus brazos, mientras Kala frotaba su cabeza contra las piernas de la anciana, buscando consuelo. En ese momento de dolor, Olga prometió que cuidaría de Kala, que no la dejaría sola en este mundo tan a menudo cruel.

Días después del triste adiós a Farinelli, Olga decidió que era hora de un nuevo comienzo. Llevó a Kala a su hogar, un pequeño apartamento lleno de recuerdos y calidez. Kala, aunque aún extrañaba a su hermano, comenzó a encontrar consuelo en los suaves tejidos de los cojines y el constante amor de Olga. Juntas, empezaron una nueva rutina, donde los juegos en la sala se mezclaban con las tardes tranquilas junto a la ventana, mirando el mundo pasar.

Olga introdujo a Kala a sus amigas del club de tejido, donde la pequeña gata se convirtió en la mascota oficial, recibiendo caricias y trozos de lana para jugar. Los días se llenaban de risas y los recuerdos tristes se transformaban en historias de amor y rescate.

Kala aprendió que, aunque el mundo puede ser impredecible y a veces doloroso, siempre hay espacio para un nuevo comienzo. Con Olga, descubrió que cada amanecer trae nuevas oportunidades para ser feliz, para jugar y para amar. A su manera, Kala sanó el corazón de Olga, llenando sus días de propósito y alegría.

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario