Cuentos de Aventura

Carrusel de Aventuras

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

Había una vez un niño llamado Juan Sebastián. Era un niño muy especial, siempre lleno de energía y con una gran imaginación. Tenía el cabello marrón y los ojos brillantes que parecían iluminarse cada vez que descubría algo nuevo. Juan Sebastián vivía con su Mami, su Papi y su Abuelita Maru en una casa acogedora llena de amor.

Juan Sebastián tenía muchas habilidades. Era muy inteligente, juguetón y siempre estaba dispuesto a aprender cosas nuevas. Su Mami y su Papi trabajaban mucho para darle lo mejor, pero siempre encontraban tiempo para jugar con él y leerle cuentos antes de dormir. Abuelita Maru, una dulce señora con cabello gris y gafas, lo cuidaba con mucho cariño mientras sus padres trabajaban. Pero a veces, Abuelita Maru tenía que hacer otras cosas y no podía estar siempre con él.

Por eso, sus padres decidieron llevarlo a un lugar muy especial llamado «Carrusel de Aventuras». Era un centro de cuidado diurno donde los niños podían jugar, aprender y hacer nuevos amigos. Allí, Juan Sebastián conocería a otros niños y compartiría su gran imaginación con ellos. La profe Lina, una maestra muy amable y sonriente, se encargaba de cuidar a los niños y organizar muchas actividades divertidas.

El primer día en Carrusel de Aventuras, Juan Sebastián estaba un poco nervioso, pero muy emocionado. Su Mami lo llevó de la mano y le dijo: «Vas a ver, Juan Sebastián, aquí te vas a divertir mucho y vas a hacer muchos amigos». Su Papi le dio un abrazo y le dijo: «Diviértete, hijo. Te recogeremos al final del día». Abuelita Maru le dio un beso en la frente y le dijo: «Te quiero mucho, mi niño. Pórtate bien y disfruta de tu día».

Cuando entró en Carrusel de Aventuras, Juan Sebastián vio que había muchos juguetes, libros y juegos por todas partes. Los otros niños estaban jugando y riendo. La profe Lina lo recibió con una gran sonrisa y le dijo: «¡Bienvenido, Juan Sebastián! Estoy segura de que te lo vas a pasar genial aquí».

Pronto, Juan Sebastián comenzó a jugar con los otros niños. Conoció a un niño llamado Carlos que le mostró cómo construir torres altas con bloques de madera. También conoció a una niña llamada Ana que le enseñó a pintar hermosos dibujos con acuarelas. Juan Sebastián estaba muy feliz y se dio cuenta de que le gustaba mucho estar en Carrusel de Aventuras.

Cada día, Juan Sebastián vivía nuevas aventuras en Carrusel de Aventuras. Un día, la profe Lina organizó una búsqueda del tesoro. Los niños tenían que encontrar pistas escondidas por todo el centro y resolver pequeños acertijos. Juan Sebastián, con su gran habilidad para descubrir cosas, encontró muchas pistas y ayudó a sus amigos a resolver los acertijos. Al final, todos encontraron un cofre lleno de pequeños juguetes y golosinas. ¡Fue muy divertido!

Otro día, la profe Lina llevó a los niños al jardín del centro para plantar flores. Juan Sebastián, que siempre había amado la naturaleza, disfrutó mucho cavando en la tierra y plantando semillas. Aprendió cómo cuidar las plantas y vio con asombro cómo, con el tiempo, las semillas se convertían en hermosas flores de colores.

Las Tías, Juli y Luz, también eran parte importante de la vida de Juan Sebastián. Aunque no podían estar con él todos los días, siempre encontraban tiempo para consentirlo y darle cositas especiales. Juli le llevaba galletas caseras que sabía que a él le encantaban, y Luz siempre le traía cuentos nuevos para que su imaginación volara alto.

Un día, mientras jugaba con sus amigos en Carrusel de Aventuras, Juan Sebastián tuvo una gran idea. Le pidió a la profe Lina que lo ayudara a organizar una pequeña fiesta para agradecer a su Mami, su Papi, su Abuelita Maru y sus Tías por todo el amor y cuidado que le daban. La profe Lina, encantada con la idea, ayudó a los niños a preparar dibujos, tarjetas y pequeñas sorpresas.

El día de la fiesta, Juan Sebastián estaba muy emocionado. Su Mami, su Papi, su Abuelita Maru y sus Tías llegaron al centro y fueron recibidos con abrazos y sonrisas. Los niños cantaron canciones, mostraron sus dibujos y les dieron las tarjetas que habían hecho. Todos estaban muy felices y orgullosos de Juan Sebastián y sus amigos.

Mami le dijo a Juan Sebastián: «Estoy muy orgullosa de ti, mi amor. Eres un niño muy especial». Papi añadió: «Siempre supimos que serías un gran aventurero, hijo». Abuelita Maru, con lágrimas de felicidad en los ojos, dijo: «Te quiero mucho, mi niño. Eres mi orgullo». Y las Tías, Juli y Luz, le dieron un gran abrazo y le dijeron: «Siempre estaremos aquí para ti, querido».

Juan Sebastián se sintió muy amado y feliz. Sabía que tenía una familia maravillosa y que Carrusel de Aventuras era un lugar muy especial donde podía aprender, jugar y hacer amigos. A partir de ese día, cada mañana, se levantaba con una gran sonrisa, listo para vivir una nueva aventura.

Y así, Juan Sebastián continuó creciendo, lleno de amor y aventuras, rodeado de su familia y amigos. Aprendió que cada día es una oportunidad para descubrir cosas nuevas y que, con el apoyo de su familia y amigos, podía lograr todo lo que se propusiera.

Fin.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario