Cuentos de Aventura

La Aventura de la Palmera Gigante

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y vastos bosques, tres inseparables amigos: Lucas, Óliver y su fiel perro bardino, Sofía. Un día caluroso de verano, la comunidad del pueblo se reunió en la plaza para discutir un asunto muy importante. La palmera más antigua y grande del bosque cercano había comenzado a marchitarse misteriosamente, y nadie sabía por qué.

Durante la asamblea, se decidió que alguien debía ir a investigar qué le pasaba a la palmera. Lucas, Óliver y Sofía, conocidos por sus anteriores aventuras, se ofrecieron voluntarios para esta misión. La propuesta fue aceptada con aplausos, y los tres amigos se prepararon para su nueva aventura.

Al amanecer del siguiente día, con las mochilas cargadas y el entusiasmo a flor de piel, comenzaron su camino hacia el corazón del bosque. A pesar del calor sofocante, caminaron con energía, guiados por Sofía, que corría adelante con su lengua colgando felizmente. Tras varias horas de caminata, solo pudieron ver la punta del Camellito, una montaña lejana que les indicaba que aún estaban en el camino correcto.

De repente, un ruido grande como de algo pesado arrastrándose entre los arbustos los sobresaltó. Lucas agarró la mano de Óliver, y ambos se quedaron quietos, escuchando. Sofía gruñía suavemente, sus orejas en alto. Antes de que pudieran reaccionar, una palmera enorme y majestuosa apareció frente a ellos. No era una palmera cualquiera, sino la que estaban buscando, y para su sorpresa, ¡podía hablar!

«¡Valientes viajeros!» Exclamó la palmera con una voz tan profunda que parecía resonar en el suelo. «Necesito vuestra ayuda. Una malvada criatura ha raptado a mi querida amiga Jorja, la margarita más hermosa del bosque. Es obra del terrible ogro comeflores. ¡Debéis rescatarla antes de que sea demasiado tarde!»

Los niños, aunque asustados, sabían que no podían ignorar un pedido de ayuda. La palmera y Sofía encabezaron la marcha hacia el lugar donde supuestamente se escondía el ogro. En el camino, se encontraron con un amable cabrero que les regaló un zurrón mágico.

«Este zurrón tiene el poder de convertir a los ogros en enanitos,» explicó el cabrero. «Usadlo con sabiduría.»

Con el zurrón en mano y cantando para calmar los nervios, siguieron la vereda que una avutarda, un pájaro grande del bosque, les mostraba. Después de un largo viaje, llegaron a la base del volcán de Gairia. La subida fue ardua y todos llegaron a la cima exhaustos, incluso Sofía, que ya no podía ladrar.

Allí, escondido entre las rocas volcánicas, encontraron al ogro comeflores, un ser gigantesco con ojos como brasas y un olor fétido. Lucas, con valentía, abrió el zurrón y lo lanzó hacia el ogro. En un instante, el temible ogro se transformó en un pequeño y confundido enanito.

Rápidamente, rescataron a Jorja y a las otras margaritas que habían sido raptadas. El regreso al pueblo fue una fiesta. Todos aplaudieron y felicitaron a los jóvenes héroes por su valentía. Esa noche, en la plaza del pueblo, Lucas, Óliver y Sofía contaron la emocionante aventura del rescate.

«Colorín colorado, este cuento se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra vez… cierra los ojos y cuenta hasta tres.»

Y así, nuestros jóvenes aventureros demostraron una vez más que, con coraje y ayuda de los amigos, no hay desafío demasiado grande ni ogro demasiado feroz que no pueda ser superado.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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