Cuentos de Ciencia Ficción

La Aventura de los Niños del Cómic

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

Puntuación:

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Era una noche tranquila en la que Jhoan se encontraba profundamente dormido en su cama. Todo estaba en silencio, salvo por el suave crujir de las hojas del árbol fuera de su ventana. De repente, algo lo despertó. Una luz brillante provenía de la lámpara encendida en la mesa de su habitación. Miró a su alrededor, frotándose los ojos con cansancio, y vio a su amigo Mateo sentado en su silla, absorto en la lectura de un cómic.

«Mateo, ¿no deberías dormir?», le dijo Jhoan, todavía medio adormilado, con una sonrisa soñolienta.

Pero Mateo, sin levantar la vista de su cómic, respondió con una sonrisa traviesa: «Dame dos minutos más, Jhoan. Estoy por llegar a la parte más emocionante».

Jhoan, acostumbrado a las largas noches de lectura de Mateo, suspiró y se acomodó en su cama, volviendo a sumirse en el sueño. Al día siguiente, el sol brillaba con fuerza y el aire fresco del otoño invitaba a salir a disfrutar del día. Jhoan y sus amigos, Iker, Dulce y Santiago, se reunieron para trabajar en la remodelación del antiguo castillo de Celestia y Lina. Era un proyecto que les emocionaba mucho, y todos estaban entusiasmados con la idea de darle un nuevo aspecto al viejo castillo que había sido abandonado durante muchos años.

Pero cuando Mateo intentó unirse a ellos, Jhoan lo miró y le dijo amablemente: «Mateo, tal vez deberías quedarte atrás hoy. Este trabajo es un poco pesado, y nosotros nos encargaremos. ¿Por qué no buscas un lugar tranquilo para leer tu cómic?»

Mateo se sintió un poco frustrado, pero comprendió. Se despidió de sus amigos y se dirigió a la sala de lectura del castillo, un lugar que siempre le había gustado por su ambiente tranquilo y acogedor. Allí, rodeado de estanterías llenas de libros antiguos, se sentó cómodamente en un rincón y comenzó a leer. Mientras hojeaba las páginas de su cómic, algo extraño llamó su atención. En la esquina inferior de una de las páginas, encontró una pequeña nota escrita con una letra elegante:

«Puedes regresar al punto de entrada cuando derrotaste a Mane-iac. Observa con atención para unirte a la aventura en este libro.»

Intrigado, Mateo levantó la vista y frunció el ceño. ¿Qué significaba esa nota? Decidió investigar más a fondo. Usó una lupa que había encontrado en la mesa y miró la nota con más detalle. A medida que lo hacía, algo mágico ocurrió. Un resplandor dorado rodeó a Mateo, quien, sin poder reaccionar, se vio transportado dentro del cómic. Al principio, pensó que solo era una ilusión, pero pronto se dio cuenta de que no estaba en su habitación, ni en la sala de lectura del castillo. Estaba dentro de una historia, ¡en el cómic mismo!

La escena a su alrededor cambiaba rápidamente. Los colores, las formas y las sombras comenzaron a moverse como si el cómic cobrara vida. Mateo miró a su alrededor, con los ojos abiertos de asombro, pero antes de que pudiera decir algo, la página cambió de escena. Los villanos, los héroes y los escenarios comenzaron a tomar forma, como si estuviera viviendo dentro de las páginas de su historia favorita.

Desde fuera del cómic, Jhoan y los demás amigos de Mateo lo vieron desaparecer en un resplandor, y sin pensarlo, corrieron a su lado para ayudarlo. Se acercaron rápidamente al lugar donde Mateo había estado, pero lo único que encontraron fue el cómic abierto sobre la mesa. ¡Mateo había desaparecido! «¿Dónde está Mateo?», preguntó Iker, mirando alrededor confundido.

«¡Tenemos que buscarlo!», exclamó Dulce. «¡Vamos a encontrarlo!»

Decidieron actuar rápido y comenzaron a buscar en cada rincón de la sala. Jhoan observó el cómic con atención y notó que, al igual que en las historias de aventuras que tanto les gustaban, había algo especial en las páginas. «Si Mateo está allí, debemos encontrar la forma de entrar también», dijo Jhoan, con determinación en su voz.

Sin perder más tiempo, Iker y Santiago comenzaron a mirar las páginas del cómic, buscando algún indicio o mensaje oculto que pudiera ayudarles a entrar. Finalmente, fue Jhoan quien encontró una pista: en una de las páginas había una pequeña inscripción que decía: «Para unirse a la aventura, debes cruzar el umbral de los sueños».

«¡Eso es!», exclamó Jhoan. «El umbral de los sueños debe ser un portal. Debemos cruzarlo.»

Jhoan, Dulce, Iker y Santiago, con la ayuda de la luz del sol que entraba por la ventana, decidieron intentar una forma de abrir el portal para entrar en el cómic y salvar a su amigo Mateo. Mientras se concentraban, un resplandor brilló en el aire y, sin que se dieran cuenta, todos se encontraron dentro del cómic, exactamente en el mismo lugar que Mateo.

Ahora, los cinco amigos se encontraban en un mundo desconocido, lleno de aventuras, magia y sorpresas. El cómic no solo los había transportado, sino que también los había hecho parte de la historia que tanto les gustaba. Frente a ellos, un enorme paisaje de fantasía se desplegaba: castillos flotantes, monstruos gigantes y héroes con poderes extraordinarios.

«¡Mateo!», gritaron todos al unísono, buscando al amigo perdido en medio de la gran ciudad de cómic. Lo encontraron rápidamente, luchando contra un villano al que todos conocían muy bien: Mane-iac, el terrible villano de su cómic favorito.

«¡Vamos a ayudarlo!», dijo Jhoan, mientras todos se preparaban para unirse a la batalla.

La batalla contra Mane-iac estaba en pleno apogeo. El villano, con su enorme cuerpo musculoso y su cara de maldad, estaba rodeado de monstruos y criaturas de todo tipo. Estaba claro que él era el líder de este mundo de cómic, y que no sería fácil derrotarlo. Mateo, a pesar de estar atrapado en ese mundo, luchaba con valentía, usando todo lo que había aprendido de las historias para defenderse. Pero incluso él sabía que necesitaba ayuda.

“¡Vamos, chicos, es hora de unirse a la batalla!”, gritó Jhoan mientras se adelantaba al grupo. Iker, Dulce y Santiago se movieron rápidamente a su lado, preparados para enfrentar al villano. Los cinco amigos se unieron, formando un equipo imparable.

«¡Vamos, que podemos hacerlo!», animó Dulce, mientras se colocaba una capa mágica que había encontrado en el camino. La capa, como si fuera mágica, le otorgó poderes especiales, permitiéndole levitar y lanzar bolas de energía desde sus manos.

“¡Sí, juntos podemos vencerlo!”, agregó Iker, quien había encontrado una espada reluciente en una de las torres cercanas. Con valentía, la levantó sobre su cabeza, lista para enfrentar al enemigo.

Pero Mane-iac no se iba a rendir tan fácilmente. Con una risa malvada, levantó su enorme brazo y lanzó un rayo de oscuridad hacia el grupo. La energía oscura chocó contra el suelo, levantando una nube de polvo y escombros. Pero, a pesar de todo, los amigos no se dejaron intimidar.

Jhoan, usando su ingenio, se adelantó. “¡Santiago, usa tus reflejos rápidos para distraerlo! Dulce, Iker, usen sus poderes para atacar cuando esté distraído. Yo intentaré encontrar un punto débil en su armadura.” Todos asintieron, confiando plenamente en la estrategia de Jhoan.

Santiago, con su agilidad y rapidez, corrió hacia Mane-iac, esquivando los ataques del villano. Con movimientos veloces, logró saltar sobre su hombro, desorientando al monstruo. Mientras tanto, Iker y Dulce se concentraron en sus poderes. Iker, con su espada brillante, lanzó un corte de energía que rozó la parte inferior de la armadura de Mane-iac, mientras Dulce, usando su energía mágica, creó una poderosa esfera de luz que disparó directamente hacia el villano.

Mane-iac, sorprendido por los ataques, rugió de furia. “¡Ustedes no pueden detenerme! ¡Soy invencible!”

Pero Jhoan, observando cada movimiento, notó un pequeño resquicio en la armadura del villano. “¡Ahí está! ¡Ese es su punto débil!”, gritó. “¡Aprovechémoslo!”

Con rapidez, los amigos rodearon a Mane-iac. Jhoan, usando su destreza, comenzó a lanzar hechizos que debilitaban al villano. Iker y Dulce atacaron con todo su poder, y Santiago, con un salto inesperado, logró darle un golpe directo en el punto débil de la armadura. Un destello de luz rodeó a Mane-iac, y el villano cayó al suelo, derrotado.

El silencio que siguió a la batalla era absoluto. Todos se miraron entre sí, con una mezcla de asombro y alegría. Habían logrado lo imposible, y Mateo había sido liberado del hechizo que lo había atrapado dentro del cómic.

“¡Lo logramos!”, exclamó Mateo, abrazando a sus amigos con una gran sonrisa en el rostro. “¡Gracias, chicos! ¡No sé qué habría hecho sin ustedes!”

Jhoan, con una sonrisa de satisfacción, miró a sus amigos y luego al cómic que ahora brillaba con un resplandor cálido. “Lo hemos hecho, juntos. Y, como siempre, hemos aprendido que no importa cuán difícil sea la situación, la unión y la valentía nos hacen más fuertes.”

Dulce asintió. “Además, este cómic nos ha enseñado que siempre debemos luchar por lo que es justo. Aunque parezca que la aventura es peligrosa, lo que realmente importa es el valor que tenemos dentro.”

Iker, empapado de sudor pero feliz, se rió. “¿Y qué tal si ahora celebramos esta victoria con una buena pizza? ¡Lo hemos ganado, chicos!”

Todos rieron juntos, sabiendo que, aunque esta aventura había terminado, las lecciones que habían aprendido permanecerían con ellos para siempre. Con un último vistazo a la historia del cómic, el grupo salió del mundo ficticio, regresando al castillo de Celestia y Lina, donde todo comenzó.

La luz del sol brillaba a través de las ventanas del castillo, como si el universo les estuviera dando la bienvenida a su regreso. Jhoan, Mateo, Iker, Dulce y Santiago sabían que siempre habría más aventuras por venir, pero también comprendieron que la verdadera magia radicaba en su amistad y en el coraje de luchar juntos por lo que era justo.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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