Cuentos de Ciencia Ficción

La Sombra del Pasado se Cierne sobre el Futuro

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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En un futuro lejano, en una ciudad llamada Nueva Atlántida, había un niño llamado Jhoan que siempre había sido fascinado por la tecnología y la ciencia. Vivía con sus padres, científicos brillantes que trabajaban en un laboratorio secreto debajo de la ciudad, estudiando el espacio y el tiempo.

Un día, mientras exploraba el laboratorio, Jhoan descubrió un extraño dispositivo que parecía ser una máquina del tiempo. Era un objeto redondo y brillante, con botones y palancas que parecían muy complicados. Jhoan se sintió atraído por la máquina y, sin pensarlo dos veces, decidió activarla.

De repente, la máquina comenzó a girar y a emitir un brillante destello de luz. Jhoan se sintió arrastrado hacia atrás, como si estuviera viajando a través del tiempo. Cuando la luz desapareció, Jhoan se encontró en un lugar completamente desconocido.

Se encontraba en una ciudad que parecía ser de la época medieval. Las calles estaban empedradas y las casas eran de madera y piedra. La gente que pasaba por la calle vestía con ropas antiguas y parecía no haber visto nunca un niño como Jhoan, con su traje de la época futurista.

Jhoan se sintió muy confundido y asustado. No sabía dónde estaba ni cómo regresar a su época. De repente, escuchó un ruido detrás de él y se dio la vuelta. Era una niña con el pelo oscuro y los ojos azules, que parecía tener la misma edad que él. Llevaba un vestido de la época medieval y parecía estar muy segura de sí misma.

«Hola», dijo la niña, «soy Sofía. ¿Quién eres tú?»

Jhoan se sintió aliviado de haber encontrado a alguien que hablar. «Soy Jhoan», respondió. «Vengo de un lugar muy lejano, del futuro. No sé cómo regresar a mi época».

Sofía se sorprendió, pero no pareció asustada. «No te preocupes, Jhoan», dijo. «Te ayudaré a encontrar un camino de regreso a tu época. Pero antes, debemos hablar con mi padre, el sabio. Él puede ayudarnos a entender qué está pasando».

Jhoan se sintió agradecido y siguió a Sofía a través de las calles empedradas de la ciudad. Llegaron a una casa pequeña y acogedora, donde un anciano con una barba blanca y ojos brillantes los recibió.

«Hola, Jhoan», dijo el anciano. «Sofía me ha hablado de ti. Soy el sabio, y puedo ayudarte a entender qué está pasando».

El sabio comenzó a explicar que la máquina del tiempo que Jhoan había activado era un dispositivo muy poderoso, capaz de viajar a través del tiempo y el espacio. Sin embargo, también era un dispositivo muy peligroso, ya que podía causar daños irreparables en el tejido del tiempo.

«Debes encontrar un modo de regresar a tu época», dijo el sabio, «antes de que sea demasiado tarde. La máquina del tiempo está comenzando a desestabilizar el tiempo y el espacio. Si no la detienes, puede causar un desastre».

Jhoan se sintió desesperado. No sabía cómo detener la máquina del tiempo ni cómo regresar a su época. Pero Sofía y el sabio lo animaron a no darse por vencido. Juntos, comenzaron a buscar una solución.

Después de muchos días de búsqueda, finalmente encontraron un modo de detener la máquina del tiempo. El sabio había descubierto un antiguo texto que describe un método para desactivar la máquina. Sin embargo, necesitaban un objeto especial para hacerlo.

Jhoan, Sofía y el sabio se embarcaron en una misión para encontrar el objeto. Lo buscaron en todos los lugares de la ciudad, pero no lo encontraron. Justo cuando estaban a punto de darse por vencidos, un anciano mendigo se acercó a ellos.

«Sé lo que buscan», dijo el mendigo. «Lo tengo aquí, en mi bolsa».

Jhoan, Sofía y el sabio se sorprendieron. El mendigo les dio el objeto, que era un pequeño cristal que brillaba con una luz azul. El sabio lo tomó y lo utilizó para desactivar la máquina del tiempo.

La máquina comenzó a desaparecer, y Jhoan se sintió arrastrado hacia adelante, como si estuviera viajando a través del tiempo. Cuando la luz desapareció, Jhoan se encontró de vuelta en su época, en el laboratorio de sus padres.

Sofía y el sabio no estaban con él, pero Jhoan sabía que siempre los recordaría. Había aprendido mucho de ellos y había descubierto que, incluso en el pasado, hay personas que pueden ayudar a cambiar el curso del futuro.

Jhoan se sintió agradecido de haber tenido la oportunidad de viajar a través del tiempo y de haber encontrado a Sofía y al sabio. Sabía que siempre recordaría su aventura y que la utilizaría para ayudar a mejorar el futuro.

Cuando Jhoan regresó a su época, estaba ansioso por compartir su aventura con sus padres. Pero cuando llegó al laboratorio, se dio cuenta de que algo estaba mal. Sus padres estaban sentados en una mesa, con rostros tristes.

«¿Qué pasa?», preguntó Jhoan.

«Hemos descubierto que la máquina del tiempo ha causado un daño irreparable en el tejido del tiempo», respondió su padre. «El futuro está en peligro».

Jhoan se sintió desesperado. Había pensado que había detenido la máquina del tiempo y que había salvado el futuro. Pero ahora se daba cuenta de que había hecho más daño del que pensaba.

Sin embargo, no se rindió. Sabía que debía encontrar un modo de arreglar el daño que había causado. Y sabía que no estaba solo. Tenía a sus padres y a sus amigos, Sofía y el sabio, que lo habían ayudado en su aventura.

Juntos, Jhoan y sus padres comenzaron a trabajar en un plan para arreglar el daño que había causado la máquina del tiempo. Fue un trabajo difícil, pero Jhoan sabía que estaba haciendo lo correcto.

Finalmente, después de muchos días de trabajo, Jhoan y sus padres lograron arreglar el daño que había causado la máquina del tiempo. El futuro estaba a salvo, y Jhoan se sintió orgulloso de haber ayudado a salvarlo.

Jhoan había aprendido mucho de su aventura. Había descubierto que el pasado y el futuro están conectados, y que las acciones de una persona pueden tener un impacto en la historia. Había aprendido a ser cuidadoso y a pensar en las consecuencias de sus acciones.

Y había encontrado amigos que lo habían ayudado en su aventura, amigos que lo habían enseñado a ser valiente y a no darse por vencido.

Jhoan sabía que siempre recordaría su aventura y que la utilizaría para ayudar a mejorar el futuro. Y sabía que siempre tendría a sus amigos, Sofía y el sabio, en su corazón, recordando su valentía y su determinación.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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