Cuentos de Ciencia Ficción

La Venganza del Tiempo Restaurado

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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Había una vez un niño llamado Jhoan que vivía en un futuro lejano donde la tecnología había avanzado hasta un punto en el que se podían crear máquinas que viajaban a través del tiempo. Jhoan era un niño curioso y aventurero que siempre había estado fascinado por la idea de viajar a través del tiempo.

Un día, mientras exploraba el laboratorio de su padre, un científico famoso por sus inventos y descubrimientos, Jhoan encontró una máquina que parecía ser una de esas máquinas del tiempo. La máquina era enorme y tenía un panel de control con botones y palancas que parecían complicadas.

Jhoan se acercó a la máquina y la examinó con curiosidad. De repente, oyó una voz detrás de él.

—¡Jhoan! ¿Qué estás haciendo aquí? —era la voz de su padre.

—Estoy explorando tu laboratorio, papá —respondió Jhoan.

—Ah, entiendo. Bueno, esta máquina es uno de mis últimos inventos. Es una máquina del tiempo —explicó su padre.

Jhoan se emocionó al escuchar esto.

—¿Puedo probarla? —preguntó.

Su padre dudó por un momento antes de responder.

—No, Jhoan. Esta máquina es peligrosa. No está lista para ser probada todavía.

Jhoan se desanimó, pero su padre continuó.

—Pero puedo enseñarte cómo funciona. Tal vez un día puedas ayudarme a completarla.

Jhoan se emocionó al escuchar esto y se acercó a su padre para que le explicara cómo funcionaba la máquina.

Mientras su padre le explicaba los detalles de la máquina, Jhoan no podía dejar de pensar en todas las posibilidades que esta máquina ofrecía. Podría viajar a cualquier momento de la historia y conocer a personas famosas, ver eventos importantes y aprender cosas nuevas.

De repente, su padre se detuvo y miró a Jhoan con una expresión seria.

—Jhoan, hay algo que debes saber. La máquina del tiempo no es solo una herramienta para viajar a través del tiempo. También puede ser peligrosa si se usa mal.

Jhoan asintió con la cabeza, entendiendo la responsabilidad que conllevaba usar una máquina del tiempo.

En ese momento, sonó un timbre en el laboratorio. Era la secretaria de su padre.

—¿Papá? —llamó—. Hay alguien que quiere verte.

Su padre se disculpó y se dirigió hacia la puerta del laboratorio. Jhoan se quedó solo en el laboratorio, rodeado de máquinas y herramientas.

De repente, escuchó un ruido detrás de él. Se dio la vuelta y vio a una chica con el pelo azul y ojos verdes que parecía estar en su laboratorio. Llevaba una camiseta y un par de pantalones de cuero.

—¿Quién eres? —preguntó Jhoan.

—Soy Luna —respondió la chica—. ¿Y tú quién eres?

—Soy Jhoan —dijo Jhoan—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Luna miró a su alrededor y vio la máquina del tiempo.

—¿Esa es una máquina del tiempo? —preguntó.

Jhoan asintió con la cabeza.

—Sí, la está construyendo mi padre —explicó.

Luna se acercó a la máquina y la examinó con curiosidad.

—¿Puedo probarla? —preguntó.

Jhoan dudó por un momento antes de responder.

—No sé si es una buena idea. Mi padre dijo que la máquina no está lista para ser probada todavía.

Luna sonrió.

—No te preocupes, Jhoan. Yo sé lo que estoy haciendo.

Jhoan se sintió incómodo, pero Luna parecía conocer la máquina mejor que él.

—Está bien —dijo finalmente—. Pero tienes que prometerme que serás cuidadosa.

Luna asintió con la cabeza y se acercó a la máquina. Jhoan se sintió nervioso mientras Luna ajustaba los controles y introducía una fecha y un lugar en el panel.

—¿Estás lista? —preguntó Jhoan.

Luna asintió con la cabeza y activó la máquina. La sala se llenó de un destello de luz blanca y Jhoan se sintió como si estuviera flotando en el aire.

La máquina se detuvo y Jhoan vio que se encontraban en un lugar completamente diferente. Estaban en un bosque con árboles altos y un río que corría a su lado.

Luna sonrió.

—Estamos en el año 1500 —dijo—. Un momento importante en la historia.

Jhoan se sintió emocionado al estar en un lugar tan lejano en el tiempo.

De repente, escucharon un ruido detrás de ellos. Jhoan se dio la vuelta y vio a un hombre con una armadura y un caballo blanco.

—¿Quién eres? —preguntó Jhoan.

—Soy el caballero —respondió el hombre—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Luna sonrió.

—Somos viajeros del tiempo —explicó—. Estamos explorando la historia.

El caballero se sorprendió.

—¿Viajeros del tiempo? —repitió—. Eso es imposible.

Luna sonrió.

—No es imposible para nosotros —dijo—. Estamos aquí para aprender y explorar.

Jhoan se sintió emocionado al estar en un lugar tan lejano en el tiempo y conocer a personas famosas.

El caballero se desmontó de su caballo y se acercó a ellos.

—Soy el caballero que ha venido a proteger este pueblo —explicó—. Hay un dragón que ha estado atacando a los aldeanos y necesito ayuda para detenerlo.

Jhoan se sintió emocionado al escuchar esto.

—¿Podemos ayudarte? —preguntó.

El caballero asintió con la cabeza.

—Sí, necesito ayuda para vencer al dragón. ¿Estáis dispuestos a ayudarme?

Luna sonrió.

—Estamos aquí para ayudarte —dijo.

Jhoan y Luna acompañaron al caballero a la aldea, donde encontraron a un dragón que había estado atacando a los aldeanos. Los aldeanos se habían escondido en sus casas y el dragón había quemado parte de la aldea.

Jhoan y Luna se acercaron al dragón y vieron que era enorme y tenía escamas negras y ojos rojos. Los aldeanos habían intentado matarlo con flechas y piedras, pero no habían logrado detenerlo.

Luna sacó una herramienta de su bolsillo y se acercó al dragón. Jhoan se sintió nervioso, pero Luna parecía saber lo que estaba haciendo.

Luna utilizó la herramienta para agarrar una de las escamas del dragón y Jhoan vio que el dragón no se movía. Luna sacó una botella de su bolsillo y la vertió sobre la escama. El dragón comenzó a cambiar de color y a disminuir de tamaño.

Jhoan se sorprendió al ver esto.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó.

Luna sonrió.

—Estoy utilizando un producto químico que puede transformar al dragón en un animal inofensivo —explicó.

El dragón se convirtió en un pequeño perro y los aldeanos salieron de sus casas para ver lo que había sucedido. El caballero se acercó a Jhoan y Luna y les agradeció por su ayuda.

—Gracias por su ayuda —dijo—. No podríamos haber vencido al dragón sin ustedes.

Jhoan y Luna sonrieron y se despidieron del caballero y los aldeanos. Volvieron a la máquina del tiempo y regresaron al laboratorio de Jhoan.

Jhoan se sintió emocionado al regresar al presente y contarle a su padre lo que había sucedido.

Su padre se sorprendió al escuchar la historia de Jhoan.

—Eso es increíble —dijo—. Estoy orgulloso de ti, Jhoan. Has demostrado que eres un verdadero aventurero.

Jhoan sonrió y se sintió orgulloso de sí mismo. Había demostrado que era capaz de ayudar a personas en el pasado y había descubierto un nuevo mundo de posibilidades con la máquina del tiempo.

En ese momento, Luna se acercó a Jhoan y le dio un papel.

—Esto es un mapa del tiempo —explicó—. Puedes utilizarlo para viajar a cualquier momento de la historia.

Jhoan se sintió emocionado al recibir el mapa y prometió que lo usaría para seguir ayudando a personas en el pasado.

Y así, Jhoan y Luna continuaron sus aventuras a través del tiempo, utilizando la máquina del tiempo para explorar la historia y ayudar a aquellos que lo necesitaban.

Pero hubo un día en que Jhoan y Luna decidieron regresar al momento en que todo había comenzado. Volvieron con la máquina del tiempo, que habían mejorado con el tiempo, y encontraron a un anciano que parecía ser el padre de Jhoan, pero que nunca fue visto por Jhoan en el pasado. Su padre le habló a Jhoan.

«Hijo, eres el último descendiente de la línea de los viajeros del tiempo y necesitas saber la verdad sobre tu familia. Tu abuelo fue el primer viajero del tiempo y construyó la primera máquina del tiempo. Pero al hacerlo, desencadenó una serie de eventos que cambiaron el curso de la historia y ahora debes viajar hasta el día en que tu abuelo construyó la máquina para evitar que lo haga y así restaurar el tiempo correctamente.»

Jhoan se sintió confundido al escuchar esto y Luna le explicó que debían viajar hasta ese momento para evitar que su abuelo cambiara la historia.

Jhoan, Luna y el anciano viajaron hasta el día en que el abuelo de Jhoan construyó la máquina del tiempo. Allí, encontraron al abuelo de Jhoan, que estaba a punto de activar la máquina.

Jhoan se acercó a su abuelo y le explicó que no debía activar la máquina. Su abuelo se sorprendió al escuchar esto y Jhoan le explicó que su acción cambiaría el curso de la historia.

Su abuelo se dio cuenta de que había estado a punto de cometer un error y decidió no activar la máquina. Jhoan y Luna regresaron al presente y encontraron que todo estaba en orden.

Y así, la historia de Jhoan y Luna llegó a su fin. La máquina del tiempo se había utilizado para restaurar el tiempo y el curso de la historia había sido corregido.

Entonces los tres volvieron la máquina del tiempo, Jhoan y Luna se despidieron del anciano que era el padre de Jhoan que al final resultaba ser el anciano, dejaron la máquina del tiempo y marcharon hacia el futuro los dos.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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