Cuentos Clásicos

El Mulero y Su Viaje

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Había una vez un mulero llamado Juan, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas verdes y ríos cristalinos. Juan era un hombre fuerte y amable, siempre llevaba su sombrero de ala ancha y una sonrisa en su rostro. Tenía un muleteo que era su mejor amigo, un mulo llamado Pepe, que lo acompañaba en todos sus viajes. Cada mañana, Juan se despertaba temprano, se preparaba un delicioso desayuno de pan y miel, y se ponía su sombrero antes de salir a la aventura.

El trabajo de Juan era llevar mercancías a otros pueblos. Cada día, él y Pepe caminaban durante horas, cruzando colinas y valles, llevando productos como frutas frescas, verduras y textiles. Aunque le encantaba su trabajo y disfrutaba del paisaje hermoso, había algo que siempre le preocupaba. Juan casi no veía a su familia. Tenía una esposa llamada María y dos hijos, Felipe y Juana, quienes siempre lo esperaban en casa. María era una mujer dulce y cariñosa que cuidaba del hogar, mientras que Felipe y Juana eran dos niños llenos de energía y risas.

Un día, mientras Juan se preparaba para salir, María le dijo: «Juan, ¿no podrías quedarte un día más en casa? Los niños te extrañan mucho». Juan miró a su esposa y a sus hijos, que jugaban en el jardín, y sintió un gran amor por ellos. Pero sabía que tenía que llevar las mercancías al pueblo vecino. «Lo siento, querida», dijo Juan con una voz suave, «necesito llevar estas cosas para ganar dinero y alimentar a nuestra familia. Prometo que volveré pronto».

Así, con un corazón un poco pesado, Juan se despidió de su familia y partió en su viaje. A medida que avanzaba, pensó en su familia y en cómo le encantaría pasar más tiempo con ellos. «Espero que un día pueda quedarme en casa más tiempo», se dijo a sí mismo mientras miraba el paisaje.

El viaje fue largo, y Juan se encontró con muchos obstáculos en el camino. Había caminos rocosos y ríos que cruzar, pero siempre encontraba la manera de superarlos. Su mulo Pepe era muy inteligente y sabía cómo ayudarlo en los momentos difíciles. Cuando llegaban a un río, Juan lo guiaba, y Pepe, con su gran fuerza, cruzaba con cuidado, asegurándose de que la carga no se cayera.

Finalmente, después de un largo día de caminata, Juan llegó al pueblo vecino. Era un lugar vibrante, lleno de colores y sonidos. Las personas estaban ocupadas vendiendo sus productos en el mercado, y Juan se sintió emocionado al ver todo lo que había. Comenzó a vender su mercancía, y la gente lo recibió con alegría. Juan trabajó duro, y al final del día, había vendido todo.

Cuando el sol comenzó a ponerse, Juan sintió una mezcla de felicidad y tristeza. Había ganado suficiente dinero, pero también quería volver a ver a su familia. Así que decidió emprender el camino de regreso a casa. En el camino, recordó todas las historias que contaba a sus hijos antes de dormir, y su corazón se llenó de alegría al pensar en esos momentos.

Después de varias horas de viaje, Juan llegó a su hogar. La luna brillaba en el cielo, y las estrellas danzaban alrededor. Al abrir la puerta, fue recibido con abrazos y sonrisas. «¡Papá!», gritaron Felipe y Juana, corriendo hacia él. María se acercó y le dio un cálido beso. Juan se sintió el hombre más afortunado del mundo.

Esa noche, mientras se sentaban alrededor de la mesa, Juan contó a su familia las aventuras del día. Les habló del pueblo vecino, de los mercados llenos de vida y de cómo Pepe había ayudado a cruzar el río. Los niños escuchaban con atención, y sus ojos brillaban de emoción. «¡Qué emocionante es ser un mulero!», dijo Felipe, y Juana añadió: «¡Yo quiero ser como tú, papá!».

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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