Samuel estaba muy emocionado porque, por fin, había llegado su nueva hermana, Albany. Desde que su mamá le contó que tendría una hermanita, Samuel había esperado con ansias ese momento. Todos los días, mientras jugaba, pensaba en cómo sería tener a Albany en su vida. La idea de tener una amiga para jugar le llenaba de alegría.
Una tarde, mientras mamá estaba bañando a Albany en su pequeño bañerita, Samuel la observaba desde la puerta de la habitación, curioso. Su mamá cantaba suavemente mientras le daba un baño a la pequeña, y Samuel se quedó mirando con mucha atención. Estaba muy feliz de ver a su hermana tan chiquita, pero algo llamó su atención. Vio que su hermana no tenía lo mismo que él, y eso le hizo preguntar.
—Mamá —dijo Samuel, acercándose con una carita curiosa—, ¿por qué Albany no tiene lo mismo que yo?
Mamá lo miró con una sonrisa cálida y se inclinó un poco para estar a su altura. Sabía que Samuel era muy curioso, y ella quería explicarle las cosas de manera sencilla para que pudiera entenderlas bien.
—Bueno, Samuel, todos tenemos cuerpos diferentes, pero todos somos igualmente especiales —dijo mamá, acariciando la cabeza de Samuel. Luego miró a Albany, que estaba tranquila en la bañera, y continuó—. Cuando eres un niño, como tú, tienes algunas partes de tu cuerpo que son diferentes a las de las niñas, como tu hermanita Albany.
Samuel frunció el ceño, tratando de comprender.
—¿Qué partes son esas, mamá? —preguntó con voz bajita.
Mamá sonrió y lo invitó a sentarse en su regazo mientras ella explicaba con cariño.
—Cuando los niños nacen, tienen partes de su cuerpo que son diferentes a las niñas. Por ejemplo, los niños, como tú, tienen algo llamado «pene» y las niñas tienen algo llamado «vulva». Esas son partes de nuestro cuerpo que nos hacen diferentes, pero no cambia lo mucho que nos queremos.
Samuel pensó un momento, mirando a su mamá, y luego a su hermanita.
—Entonces, Albany es diferente porque es una niña, ¿verdad? —preguntó, buscando entender.
—Exacto, Samuel. Cada persona es única, pero todos tenemos algo muy importante: nos cuidamos, nos amamos y somos parte de una familia que se quiere mucho. Y aunque somos diferentes, todos somos especiales, tanto tú como Albany —respondió mamá, abrazando a Samuel suavemente.
Samuel sonrió al sentirse más tranquilo. Ahora comprendía que, aunque su hermana tenía algunas diferencias, eso no cambiaba lo especial que era. Se acercó a la bañera, miró a Albany con mucho cariño y le dijo:
—Te quiero mucho, Albany. Eres muy pequeña, pero siempre seremos amigos.
Mamá observó a Samuel y su hermanita con amor. Sabía que en el futuro, habría muchas más preguntas que Samuel necesitaría hacer, pero por ahora, estaba feliz de ver cómo su hijo había entendido con tanto amor y sencillez la diferencia entre él y su hermanita.
—Y yo te quiero mucho, Samuel —dijo mamá—. Recuerda siempre que, aunque somos diferentes, lo más importante es que nos cuidamos y nos respetamos unos a otros.
Al final del día, cuando mamá terminó de darle el baño a Albany, Samuel le dio un suave beso en la frente a su hermanita, sintiéndose más cercano a ella que nunca. Sabía que, con el tiempo, aprendería más sobre su cuerpo y el de su hermana, pero por ahora, se sentía feliz de tenerla a su lado.
Conclusión
Este cuento nos enseña que las diferencias entre las personas son algo natural y bello. Samuel aprendió de su mamá que, aunque él y su hermanita Albany tienen cuerpos diferentes, lo más importante es el amor y el cuidado que se dan entre sí. Las preguntas de Samuel fueron respondidas con paciencia y cariño, y entendió que todas las personas, sin importar sus diferencias, son especiales y valiosas.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.