Cuentos Clásicos

La Fábula de los Tres Cerditos y el Poder de la Previsión y la Determinación

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de campos verdes y bosques frondosos, tres hermanos cerditos que vivían felices con su mamá. Sus nombres eran Cerdito 1, Cerdito 2 y Cerdito 3. Cada uno tenía características muy particulares: Cerdito 1 era el más relajado y soñador; no le gustaba el esfuerzo ni el trabajo duro. Cerdito 2 era aventurero y lleno de ideas, aunque a veces algo impulsivo. Cerdito 3, en cambio, era el más responsable y determinado, siempre pensando cuidadosamente en su futuro.

Un día, la mamá cerdita les dijo que había llegado el momento de que cada uno construyera su propia casa y empezara una vida independiente. Los tres hermanos estaban emocionados, aunque cada uno pensaba diferente acerca de cómo sería su hogar y lo que haría después. Cerdito 1 dijo: “No necesito mucha cosa, creo que con cualquier lugar puedo ser feliz y estar tranquilo.” Cerdito 2 expresó: “Yo quiero ir a lugares nuevos, descubrir el mundo y vivir grandes aventuras.” Y Cerdito 3, con voz firme, contó que quería construir una casa sólida y que pretendía trabajar duro para tener un buen futuro, una familia y estabilidad.

Así comenzaron sus viajes y planes por separado. Cerdito 1, confiando demasiado en que todo saldría bien sin hacer mucho, decidió no construir nada realmente. Pensó que tal vez podría vivir en los árboles o simplemente mudarse de lugar sin complicaciones. Sin embargo, un día el malvado Lobo, conocido en las historias por sus trucos y trampas, llegó caminando por el bosque cercano a la zona donde Cerdito 1 se reunía a descansar. El Lobo, hambriento y con ojos astutos, vio al cerdito desprevenido y sin protección. Cerdito 1, sin ninguna casa ni ningún plan, fue atrapado fácilmente por el Lobo. Así terminó su historia, porque no se preparó para cuidar de sí mismo cuando decidió no esforzarse ni construir su vida.

Por otro lado, Cerdito 2, que soñaba con salir de su país y encontrar fortuna en tierras lejanas, tuvo su propia aventura. Decidió que el mejor camino para tener éxito era cruzar a un país que siempre había escuchado era muy próspero: Estados Unidos. Había escuchado cuentos sobre el lugar donde muchos lograban sus sueños si estaban dispuestos a trabajar y esforzarse. Pero su viaje no fue sencillo. Al intentar cruzar la frontera para comenzar una nueva vida, se encontró con barreras que no había previsto, con reglas estrictas y mucha vigilancia. En su intento por escapar y lograr su objetivo, fue atrapado por las autoridades y, lamentablemente, perdió la vida en ese proceso. Su historia nos recuerda que aventurarse sin conocer bien el camino ni respetar las normas puede tener consecuencias muy graves y dolorosas.

Mientras tanto, Cerdito 3 decidió quedarse cerca de su hogar, en la ciudad que conocía y donde creía que podía hacer importantes cambios con su esfuerzo y sabiduría. Sacó todos sus ahorros y compró un terreno donde comenzó a construir su propia casa, una casa fuerte, bien hecha, con materiales resistentes que soportaran tormentas, vientos y la llegada de cualquier peligro. Las paredes eran gruesas, las ventanas tenían seguros y la puerta, fuerte y confiable.

Cerdito 3 no solo trabajó en su casa, sino que también invirtió en su educación, aprendió a organizar sus finanzas y a administrar bien los recursos. Poco a poco, se hizo un hombre exitoso. Se casó con una cerdita encantadora y juntos formaron una familia. Él siempre decía que la clave para una vida feliz – además del amor de la familia – era la previsión y la determinación de construir algo sólido y confiable. No solo quería vivir bien, sino asegurarse de que su familia estuviera protegida y que nada malo los alcanzara.

Pero el Lobo no se había olvidado de los tres cerditos. Había oído que el tercer hermano estaba fuerte y próspero, y quería ir a comérselo, porque el Lobo siempre había sido egoísta y cruel, queriendo tomar lo que otros tenían sin sudar el esfuerzo. Una noche, cuando la luna estaba alta y las estrellas brillaban, el Lobo apareció en la puerta de la casa fuerte de Cerdito 3. Tocó y pidió entrar, pero Cerdito 3 estaba listo. Sabía que el Lobo venía por él, así que había preparado un sistema de defensa para proteger a su familia.

Cuando el Lobo intentó abrir la puerta, Cerdito 3 accionó una alarma que alertó a los vecinos y a la policía del bosque. Además, tenía dentro de su casa dispositivos que lo protegían, luces brillantes y un sistema que impedía que cualquiera entrara sin permiso. En el momento en que el Lobo intentó forzar la entrada, una puerta secreta se cerró y se activó una trampa que dejó al Lobo atrapado sin hacer daño a nadie.

Cerdito 3 salió con valentía y habló con el Lobo. Le dijo con voz firme: “No puedes seguir haciendo daño a los demás. Aquí no entrarás, porque nosotros somos trabajadores, responsables y protegemos lo que hemos construido con esfuerzo y cariño.” Al ver que no podía vencer la fuerza ni la inteligencia de Cerdito 3, el Lobo decidió huir, prometiendo no regresar jamás.

Desde entonces, Cerdito 3 y su familia vivieron tranquilos y felices. Comprendieron juntos que la previsión, la paciencia, el trabajo constante y la determinación son las maneras de construir sueños verdaderos y proteger lo que más amamos. El cerdito no solo levantó una casa fuerte, sino también una vida, una familia y un hogar lleno de amor y seguridad.

La mamá cerdita, al ver todo esto, se sintió muy orgullosa de su tercer hijo y comprendió que cada camino es diferente, pero que siempre es necesario pensar en el futuro, ser responsables y hacer uso de nuestra inteligencia para enfrentar los desafíos que la vida presenta.

Así termina esta historia de los tres hermanos cerditos, quienes enfrentaron sus destinos con diferentes decisiones. La importancia de prepararse y trabajar con constancia es el mensaje que más queda para todos: los sueños se vuelven realidad cuando se construyen con esfuerzo y se protegen con sabiduría. Y así, Cerdito 3 demostró que la previsión y la determinación son el verdadero poder para vivir feliz, seguro y rodeado de quienes amamos.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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