En la colorida ciudad de Alegría, había una empresa muy especial llamada «Fantasía y Diversión», donde se creaban los juguetes más maravillosos del mundo. En esta empresa trabajaban cinco amigos muy creativos: Lia, Fernanda, Héctor, Isabella y Óscar.
Un día, el Sr. Alegría, el dueño de la empresa, reunió a todos en la sala de ideas. «Tenemos un gran problema», dijo con preocupación. «Necesitamos un juguete nuevo y fantástico para el próximo verano, ¡y no tenemos ninguna idea!»
Los cinco amigos se miraron unos a otros, sabiendo que tenían una gran misión por delante. Decidieron que cada uno pensaría en una idea y luego las compartirían.
Lia, la más reflexiva del grupo, se puso sus lentes y comenzó a dibujar en su libreta. Imaginó un juguete que pudiera cambiar de forma, algo que pudiera ser un coche, un robot, o un animal, todo en uno.
Fernanda, siempre alegre y llena de energía, pensó en un juguete que hiciera música y luces. «¡Un juguete que baile y cante con los niños!», exclamó emocionada.
Héctor, apasionado por los aviones y las alturas, soñó con un juguete volador. «Un avión que los niños puedan controlar con sus propias manos», dijo con una gran sonrisa.
Isabella, que amaba los superhéroes y las aventuras, imaginó un traje de superhéroe con capa y todo, que diera superpoderes a los niños.
Por último, Óscar, el más juguetón y travieso, propuso un juguete que pudiera hablar y contar historias. «Un osito de peluche que sea el mejor amigo de los niños», dijo con una sonrisa pícara.
Luego de pensar y dibujar, se reunieron para compartir sus ideas. Cada uno presentó su juguete con entusiasmo, pero no podían decidir cuál era el mejor. Todos eran increíbles y especiales.
Fue entonces cuando Lia tuvo una gran idea. «¿Y si combinamos todas nuestras ideas en un solo juguete?», propuso. «Podría ser un robot que se transforme, que baile y cante, que vuele, que tenga superpoderes y que además hable y cuente historias».
Todos se miraron emocionados. ¡Era la idea perfecta! Trabajaron juntos, combinando sus talentos y creatividad, para crear el juguete más maravilloso que jamás se había visto.
Cuando el Sr. Alegría vio el juguete, no podía creerlo. «¡Es magnífico!», exclamó. «¡Será el juguete más vendido del verano!»
El juguete, al que llamaron «Superfantástico», fue todo un éxito. Los niños de todo el mundo lo adoraban. Podían pasar horas jugando con él, descubriendo todas sus funciones y viviendo increíbles aventuras.
Lia, Fernanda, Héctor, Isabella y Óscar se sintieron muy orgullosos de su trabajo. Habían aprendido que trabajando en equipo y combinando sus ideas, podían crear algo mucho más grande y especial que lo que hubieran hecho por separado.
Desde ese día, se convirtieron en el equipo de ideas más importante de «Fantasía y Diversión». Juntos, siguieron creando juguetes maravillosos, llenando de alegría y diversión la vida de los niños.
Y así, en la ciudad de Alegría, la empresa «Fantasía y Diversión» se hizo famosa por tener los mejores juguetes, gracias a la creatividad y el trabajo en equipo de Lia, Fernanda, Héctor, Isabella y Óscar.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.