Cuentos de Fantasía

La Leyenda de Pin y Pan: Los Guardianes de la Noche

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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En un mundo donde las sombras cobraban vida al caer la noche, vivían dos pequeños guardianes llamados Pin y Pan. Estos hermanos no eran niños comunes; eran protectores del sueño de todos los niños del mundo. Cada noche, cuando la luna colgaba alta y brillante en el cielo, comenzaban su labor.

Pin, con su capa de terciopelo azul noche y un sombrero puntiagudo adornado con estrellas, tenía el poder de disipar pesadillas con solo soplar sobre ellas. Pan, por su parte, vestía una capa de un rojo intenso como el crepúsculo y un sombrero igualmente puntiagudo, pero decorado con la luna y cometas. Él tejía sueños dulces y reconfortantes que enviaba flotando hacia las camas de los niños.

Una noche, mientras Pan tejía un sueño particularmente hermoso sobre un valle de algodón de azúcar, una sombra más oscura y densa que las demás se deslizó silenciosamente en el mundo de los sueños. Esta sombra no era como las otras; era un antiguo espíritu del terror olvidado llamado Morpheo, que había escapado de su prisión etérea tras mil años.

Morpheo buscaba venganza contra los que lo habían encerrado, y qué mejor manera de hacerlo que corrompiendo los sueños de los inocentes. Mientras Pin y Pan trabajaban, Morpheo comenzó a infundir miedo en los sueños que Pan había tejido con tanto cuidado. Los niños del mundo empezaron a revolverse inquietos en sus camas, atrapados en pesadillas de las que no podían despertar.

Al ver esto, Pin y Pan supieron que debían actuar. Juntos, crearon un plan para capturar a Morpheo y devolverlo a su prisión. Pin, usando su habilidad para disipar las pesadillas, comenzó a limpiar el camino hacia Morpheo, deshaciéndose de los sueños corruptos con su soplo mágico. Pan, mientras tanto, tejía una trampa de sueños tan hermosa y atrapante que ningún espíritu podría resistirse.

Finalmente, se encontraron cara a cara con Morpheo en el corazón del mundo de los sueños. El espíritu, furioso y oscuro como una noche sin estrellas, intentó envolver a los hermanos en un manto de terror absoluto. Sin embargo, Pin y Pan estaban protegidos por la pureza de sus corazones y la fuerza de su misión.

Pin sopló con toda su fuerza, dispersando las sombras que formaban el cuerpo de Morpheo, mientras Pan completaba la trampa de sueños, cerrándola sobre el espíritu. Morpheo luchó, pero el sueño tejido por Pan era demasiado poderoso, y finalmente fue devuelto a su prisión, sellado una vez más por los poderes combinados de los hermanos.

Con Morpheo nuevamente encerrado, los sueños de los niños volvieron a ser dulces y pacíficos. Pin y Pan, exhaustos pero satisfechos, regresaron a su hogar en el borde del amanecer, justo cuando el sol comenzaba a asomar por el horizonte.

Desde esa noche, los nombres de Pin y Pan se convirtieron en leyenda, susurados por los padres a sus hijos como los guardianes de la noche, protectores de los sueños. Y aunque los niños no los veían, sabían que cada noche, cuando cerraban los ojos, Pin y Pan estarían allí, velando por ellos.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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