En un lugar muy lejos, donde los sueños se mezclan con la realidad, había un mundo lleno de magia y maravillas. Aquí vivía Vicky, una niña de ojos brillantes y cabello rizado que un día descubrió un sendero oculto detrás de su casa. Curiosa, Vicky siguió el sendero y se encontró en un bosque donde los árboles brillaban con luces de colores y las flores cantaban al amanecer.
Mientras exploraba, un suave resplandor llamó su atención. Era Lucy, una hada luminosa con alas que parecían hechas de finos hilos de sol. Lucy, con una sonrisa que iluminaba aún más el bosque, dijo: «Hola, Vicky. ¡Bienvenida al Mundo de Fantasía! Soy Lucy, y estaré contigo en esta aventura.»
Juntas, comenzaron a explorar los rincones más encantadores del bosque. Pronto, se encontraron con Lila, un unicornio morado con un cuerno que brillaba bajo la luz de las estrellas. Lila, con un relincho amistoso, se unió a ellas, emocionada por la compañía y la promesa de aventuras.
No pasó mucho tiempo antes de que el trío se enfrentara a su primer desafío. Drako, un villano con capa oscura y ojos como carbones encendidos, apareció. Él quería secuestrar la magia del Mundo de Fantasía para él solo, volviendo oscuro todo lo que era brillante y alegre.
«¡No lo permitiremos!» exclamó Vicky con valentía. Lucy, con su varita en mano, conjuró un hechizo de luz, mientras Lila cargaba con brío, su cuerno listo para defender su hogar. Drako, sorprendido por la determinación del grupo, intentó luchar, pero el poder de la amistad y la valentía fue demasiado para él.
«¡Está bien, está bien! Me rindo,» gritó Drako, y con un chasquido de los dedos de Lucy, fue enviado lejos, donde no podría hacer más daño. El bosque, agradecido, brilló aún más fuerte, y las flores entonaron una melodía de victoria y paz.
Tras la aventura, Vicky, Lucy y Lila se convirtieron en las mejores amigas y guardianas del Mundo de Fantasía. Pasaron muchos días explorando nuevos lugares, ayudando a las criaturas del bosque y asegurándose de que Drako no volviera a causar problemas.
Cada noche, antes de que Vicky regresara a casa, el bosque le regalaba una flor que brillaba bajo la luna, un recordatorio de su coraje y bondad. Y cada mañana, al despertar, Vicky miraba la flor y sabía que un nuevo día de aventuras la esperaba en el Mundo de Fantasía, siempre que estuviera lista para soñar.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.