Cuentos para Colorear de Niños

La Gran Aventura en el Volcán

Lectura para 8 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

Puntuación:

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Javier y Lucas eran dos jóvenes aventureros que vivían en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques. Desde que tenían uso de razón, les encantaba explorar cada rincón de su entorno, imaginando que eran valientes exploradores en busca de tesoros escondidos y tierras desconocidas. Pasaban horas planeando sus aventuras, dibujando mapas y leyendo libros sobre lugares exóticos y misteriosos.

Un día, mientras hojeaban un viejo libro en la biblioteca del pueblo, encontraron una mención a un volcán legendario llamado «El Coloso Dormido». Según la leyenda, este volcán contenía en su interior un antiguo tesoro escondido por una civilización perdida hace mucho tiempo. Javier y Lucas no podían contener su emoción. ¡Era la aventura perfecta!

«Tenemos que encontrar ese volcán,» dijo Javier con determinación.

«Sí, pero primero necesitamos prepararnos bien,» respondió Lucas, siempre el más prudente de los dos. «Debemos llevar provisiones, una brújula, y hacer un buen plan.»

Durante los siguientes días, los dos amigos se dedicaron a preparar todo lo necesario para su expedición. Empacaron sus mochilas con comida, agua, cuerdas, linternas y un mapa que habían dibujado basándose en la información del libro. Cuando estuvieron listos, se despidieron de sus familias y se dirigieron hacia las montañas donde se suponía que se encontraba el volcán.

La caminata fue larga y agotadora, pero Javier y Lucas se mantenían animados y entusiasmados. Cantaban canciones, contaban historias y se maravillaban con la belleza del paisaje que los rodeaba. Finalmente, después de varios días de caminata, llegaron a un claro desde donde podían ver el imponente volcán. Su cima se perdía entre las nubes y parecía tan majestuoso como habían imaginado.

«¡Mira, ahí está! ¡El Coloso Dormido!» exclamó Javier señalando hacia el volcán.

«Es impresionante,» dijo Lucas mientras desplegaba el mapa. «Según el libro, hay una cueva en la base del volcán que conduce al interior. Ahí es donde debemos ir.»

Con renovada energía, comenzaron a descender por el valle que los separaba del volcán. El terreno se volvió más difícil y rocoso, pero los amigos siguieron adelante, ayudándose mutuamente en los momentos más complicados. Al llegar a la base del volcán, encontraron la entrada de la cueva tal como decía el libro.

«Este es el momento de la verdad,» dijo Javier encendiendo su linterna. «Vamos.»

Entraron en la cueva con cuidado, iluminando el camino a medida que avanzaban. Las paredes estaban cubiertas de extrañas inscripciones y dibujos antiguos que parecían contar la historia de la civilización que había vivido allí. Lucas los observaba con fascinación, tratando de descifrar su significado.

«Creo que estos dibujos nos están guiando hacia el tesoro,» dijo Lucas, señalando una serie de flechas talladas en la roca.

Siguieron las flechas a través de túneles oscuros y estrechos, sintiendo cómo la emoción y la expectación crecían con cada paso. Después de lo que pareció una eternidad, llegaron a una gran cámara subterránea iluminada por la luz que se filtraba desde una abertura en el techo. En el centro de la cámara, había un cofre antiguo cubierto de polvo y telarañas.

«¡Lo encontramos!» gritó Javier, corriendo hacia el cofre. «¡El tesoro del Coloso Dormido!»

Lucas se acercó con cautela y, juntos, abrieron el cofre. Dentro, encontraron monedas de oro, joyas brillantes y extraños artefactos hechos de materiales que nunca habían visto antes. Sus ojos se llenaron de asombro y alegría.

«Es increíble,» dijo Lucas, sosteniendo una brillante gema en sus manos. «Hemos hecho un descubrimiento histórico.»

«Sí,» asintió Javier, «pero también debemos ser responsables. Este tesoro pertenece a la historia y debe ser compartido con todos.»

Decidieron llevarse algunas monedas y joyas como recuerdo y regresar al pueblo para contar su descubrimiento. Al salir de la cueva, el sol comenzaba a ponerse, creando un hermoso espectáculo de colores en el cielo. Javier y Lucas se sentían orgullosos y satisfechos de su logro.

El camino de regreso fue menos agotador, impulsados por la emoción de compartir su aventura con los demás. Cuando llegaron al pueblo, fueron recibidos con entusiasmo y admiración. La noticia de su descubrimiento se extendió rápidamente y, con la ayuda de las autoridades locales, se organizó una expedición para explorar el volcán y estudiar los artefactos encontrados.

Javier y Lucas se convirtieron en héroes locales y sus nombres quedaron grabados en la historia del pueblo. Pero, más allá del tesoro y la fama, lo que más valoraron fue la experiencia vivida y el fortalecimiento de su amistad. Sabían que, sin importar cuántas aventuras más tuvieran en el futuro, siempre recordarían aquella increíble expedición al Coloso Dormido.

Conclusión:

La historia de Javier y Lucas nos enseña que con valentía, preparación y trabajo en equipo, se pueden lograr grandes cosas. La verdadera recompensa no siempre es el tesoro material, sino las experiencias compartidas y las lecciones aprendidas a lo largo del camino. Así que, si alguna vez tienes la oportunidad de embarcarte en una aventura, recuerda hacerlo con entusiasmo y responsabilidad, y valorar cada momento junto a tus amigos.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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