En un pequeño y acogedor pueblo, vivían dos hermanos, Erik y Yoselin. Eran inseparables y se cuidaban mucho el uno al otro. Todas las noches, antes de dormir, compartían historias e imaginaban mundos fantásticos.
Una noche, mientras la luna brillaba en el cielo y las estrellas parpadeaban como pequeñas linternas, Erik y Yoselin comenzaron un viaje especial en el mundo de los sueños.
Mientras dormían, se encontraron en un bosque mágico donde los árboles tenían hojas de colores y los ríos brillaban bajo la luz de la luna. Caminaron de la mano, maravillados por la belleza que los rodeaba.
En su aventura, encontraron un mapache que hablaba. Él les pidió ayuda para encontrar su tesoro perdido. Erik y Yoselin, emocionados, aceptaron el reto. Juntos, superaron pequeñas pruebas que ponían a prueba su inteligencia y valor.
Durante el camino, se apoyaron mutuamente. Si uno de ellos se cansaba, el otro estaba ahí para animarlo. Si uno se perdía, el otro lo guiaba de vuelta al camino. Era un reflejo de cómo se cuidaban en la vida real.
Finalmente, después de resolver acertijos y seguir pistas, encontraron el tesoro del mapache: una caja pequeña llena de piedras preciosas que brillaban bajo la luz de las estrellas. El mapache estaba tan agradecido que les regaló una de las gemas como agradecimiento.
Al regresar a casa en su sueño, Erik y Yoselin se sentían felices y realizados. Se habían ayudado mutuamente y juntos habían logrado una gran hazaña.
Conclusión:
Al despertar, Erik y Yoselin se contaron el sueño y se dieron cuenta de que habían soñado lo mismo. Entendieron que su unión y el amor que se tenían era tan fuerte que incluso en sus sueños podían estar juntos. Prometieron siempre cuidarse y apoyarse, en sueños y en la realidad.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.