Cuentos de Princesas

Bella y la Bestia en el Castillo Encantado

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 4 minutos

Español

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En un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y bosques espesos, vivía una joven llamada Bella. Bella era una chica diferente a las demás del pueblo; mientras que otras soñaban con fiestas y galanes, ella soñaba con aventuras y maravillas como las que leía en sus libros. Cada día, Bella visitaba la biblioteca del pueblo, sumergiéndose en historias de tierras lejanas, héroes valientes y misterios por descubrir.

Un día, el padre de Bella, Maurice, un inventor amable pero algo excéntrico, decidió llevar una de sus últimas creaciones a una feria en un pueblo cercano. Durante su viaje, una tormenta feroz lo sorprendió y se perdió en el bosque. Buscando refugio, Maurice encontró un enorme castillo oscuro y sombrío. Aunque el lugar parecía desierto, decidió entrar y pasar la noche.

Para su sorpresa, el castillo no estaba vacío. Maurice fue recibido por objetos encantados que hablaban: Lumière, un candelabro encantador y siempre alegre, y Din Don, un reloj de péndulo muy formal y algo nervioso. Le ofrecieron comida y abrigo, pero pronto Maurice descubrió que el castillo tenía un amo temible, una Bestia que lo tomó prisionero por haber entrado sin permiso.

Días pasaron y Bella comenzó a preocuparse por la ausencia de su padre. Decidió ir a buscarlo, siguiendo el rastro hasta el castillo. Allí, fue recibida por Lumière y Din Don, quienes la condujeron hasta la Bestia. Para salvar a su padre, Bella se ofreció a tomar su lugar como prisionera. La Bestia aceptó, liberando a Maurice y manteniendo a Bella en el castillo.

Al principio, Bella estaba asustada y triste, extrañando su hogar y su libertad. Sin embargo, pronto descubrió que el castillo no era tan terrible como parecía. Los objetos encantados se convirtieron en sus amigos y, aunque la Bestia era intimidante, Bella vio algo más en él, algo más allá de su apariencia feroz.

Un día, mientras exploraba el castillo, Bella encontró una hermosa biblioteca. Asombrada, comenzó a leer y perderse en sus historias favoritas. La Bestia, viendo su felicidad, decidió pasar tiempo con ella. Poco a poco, Bella y la Bestia comenzaron a conocerse mejor. Compartieron historias y sueños, y Bella se dio cuenta de que la Bestia no era realmente malvada, sino que estaba bajo una terrible maldición.

La maldición, como le explicó Lumière, había sido lanzada por una hechicera muchos años atrás. La Bestia, en realidad un príncipe egoísta y cruel, había sido transformado como castigo. La única forma de romper la maldición era que alguien se enamorara de él a pesar de su apariencia.

Mientras tanto, en el pueblo, Gastón, un cazador arrogante y vanidoso, estaba decidido a casarse con Bella. No podía entender por qué ella lo rechazaba una y otra vez. Cuando Maurice regresó al pueblo contando historias de la Bestia y el castillo encantado, nadie le creyó, excepto Gastón. Vio esto como una oportunidad para deshacerse de Maurice y ganar el favor de Bella.

Gastón y su fiel seguidor, Lefou, conspiraron para encerrar a Maurice en un manicomio, usando esto para obligar a Bella a casarse con él. Sin embargo, Bella, con la ayuda de Lumière y Din Don, descubrió los planes de Gastón y logró escapar para salvar a su padre.

Regresó al castillo justo a tiempo para detener a Gastón, quien había reunido a los aldeanos para atacar el castillo y matar a la Bestia. En la feroz batalla que siguió, Gastón y la Bestia se enfrentaron cara a cara. Bella, viendo que la Bestia estaba en peligro, confesó su amor por él justo cuando Gastón lo hería gravemente.

En ese momento, algo mágico ocurrió. La declaración de amor verdadero de Bella rompió la maldición. La Bestia se transformó nuevamente en el príncipe, sus heridas curadas, y los objetos encantados recuperaron su forma humana. El castillo también cambió, perdiendo su aspecto sombrío y volviendo a ser un lugar hermoso y lleno de vida.

Bella y el príncipe, ahora liberados de la maldición, se miraron con ojos llenos de amor y gratitud. Maurice fue liberado, y Gastón, derrotado, se marchó del pueblo para no regresar jamás.

El príncipe, agradecido por el amor y la valentía de Bella, decidió hacer una gran celebración en el castillo, invitando a todos los aldeanos. Durante la fiesta, Bella y el príncipe bailaron bajo las estrellas, mientras Lumière y Din Don, ahora humanos, los miraban con alegría.

Con el tiempo, Bella y el príncipe se casaron, convirtiendo el castillo en un lugar de alegría y aventuras constantes. Bella nunca dejó de leer y soñar, pero ahora, sus sueños eran compartidos con su amado príncipe, y juntos vivieron muchas más aventuras, no solo en los libros, sino en el maravilloso mundo que los rodeaba.

Y así, la historia de Bella y la Bestia se convirtió en una leyenda en el pueblo, recordada por generaciones como un cuento de amor, valentía y magia. Y aunque Bella había encontrado su final feliz, sabía que su mayor aventura había sido descubrir que el verdadero valor y belleza se encuentran en el corazón.

Y colorín colorado, este cuento encantado ha terminado.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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