Cuentos de Princesas

Daniela y la Aventura en el Bosque Mágico

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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Había una vez, en un reino lejano, una princesa llamada Daniela. Vivía en un majestuoso castillo rodeado de prados verdes y animales amigables. Pero lo que más le gustaba a Daniela era el enorme bosque que se extendía justo detrás de su hogar.

Cada mañana, después de sus clases de princesa, Daniela corría hacia el bosque. Le encantaba escuchar el canto de los pájaros, el susurro de las hojas y el murmullo del agua del arroyo. Pero, sobre todo, le encantaba jugar con los animales del bosque.

Un día, mientras jugaba a las escondidas con un grupo de conejitos, escuchó un suave llanto proveniente de un arbusto cercano. Al acercarse, encontró a un pequeño zorro con su pata atrapada entre dos rocas.

Sin pensarlo dos veces, Daniela levantó la roca y liberó al zorrito, que agradecido, le dio un suave lametón en la mejilla. «¡Gracias, princesa Daniela!» dijo el zorro, «mi nombre es Zorroto y me gustaría mostrarte algo especial como agradecimiento.»

Curiosa, Daniela siguió a Zorroto hacia una parte del bosque que nunca había explorado. Allí, se encontraron con un claro iluminado por luces mágicas. En el centro, había un estanque cristalino donde las estrellas se reflejaban, incluso durante el día.

Zorroto le explicó que ese era el Estanque de los Deseos. Si lanzabas una moneda y pedías un deseo con todo tu corazón, este se cumpliría.

Daniela pensó en su deseo y lanzó una moneda al estanque. «Deseo que todos los animales del bosque estén siempre seguros y felices», murmuró.

El estanque brilló con intensidad y, de repente, todos los animales del bosque se reunieron alrededor de Daniela, cantando y bailando en agradecimiento.

Conclusión:
Daniela regresó al castillo esa noche con una gran sonrisa en su rostro. Aprendió que no hay mayor regalo que ayudar a otros y que, a veces, los deseos más poderosos son aquellos que se hacen por el bienestar de todos.

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