Érase una vez, en un reino lejano, un majestuoso castillo rodeado de bosques encantados y prados florecidos. Allí vivían el rey Tadeo y su hija, la princesa Dallana, una niña de incomparable belleza y corazón bondadoso. La tristeza había tocado sus vidas cuando la reina María, una mujer de gracia y dulzura, falleció dejando un vacío en el castillo.
El rey Tadeo, con el paso de los años, sintió la necesidad de encontrar una compañera que lo ayudara a criar a Dallana. Comenzó su búsqueda en los pueblos cercanos, donde encontró a Luci, una mujer de aparente bondad y belleza. Cautivado por su gracia, el rey no tardó en proponerle matrimonio, y Luci, encantada, aceptó, soñando con la vida en el castillo.
Sin embargo, con el tiempo, la verdadera naturaleza de Luci se reveló. Bajo su fachada amable se escondía un corazón frío y ambicioso, deseoso de la riqueza del rey. Planeó en secreto cómo deshacerse de Tadeo y Dallana para quedarse con el trono y las riquezas del castillo.
Una noche, Luci preparó un hechizo para envenenar al rey. Tadeo, sin sospechar nada, cayó enfermo gravemente. Los médicos del reino no lograban encontrar la cura, y el rey se debilitaba día tras día.
La princesa Dallana, desesperada por salvar a su padre, buscó la ayuda de una anciana sabia del bosque. La anciana, al ver la pureza del corazón de Dallana, le reveló que el envenenamiento era obra de un hechizo y que solo un antídoto mágico podría salvar al rey.
Mientras Dallana buscaba la cura, Luci tramó otro hechizo, esta vez para deshacerse de la princesa. Con palabras oscuras y un polvo misterioso, convirtió a Dallana en un pez dorado, que fue a parar al estanque del castillo.
El reino se sumió en la tristeza. El rey, cada vez más débil, y la princesa, desaparecida. Pero la bondad de Dallana no había sido olvidada. Los animales del bosque, que tanto amaba la princesa, decidieron ayudarla. Un valiente pájaro encontró la manera de llevar el antídoto mágico al rey, mientras un astuto zorro descubrió el secreto de Luci.
El rey, al beber el antídoto, recuperó su salud y fuerzas. Al enterarse de la traición de Luci y del destino de su hija, lleno de ira y tristeza, confrontó a Luci, quien, al verse descubierta, intentó escapar. Pero la magia del castillo, que protegía a los de corazón puro, la detuvo, revelando su verdadera forma malvada.
Con Luci derrotada, el rey buscó la manera de revertir el hechizo de su hija. Con la ayuda de la anciana sabia y el amor de un padre, la princesa Dallana fue devuelta a su forma humana. El reino celebró el regreso de su princesa y la caída de la malvada Luci.
El rey Tadeo y la princesa Dallana, unidos más que nunca, reinaron con justicia y bondad. El castillo volvió a llenarse de risas y alegría, y la memoria de la reina María brilló en sus corazones, recordándoles que el amor y la bondad siempre triunfan sobre la maldad.
Y así, en el Castillo de Cristal, la vida continuó, llena de magia, amor y esperanza, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, la luz de un corazón puro puede romper cualquier hechizo.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.